Esta semana comenzó a retumbar en los titulares de los medios de comunicación el nombre de Andrés Arauz, un joven que -a sus 35 años- entra en la carrera por la Presidencia de Ecuador y la recuperación de un país traicionado que confió su voto en Lenín Moreno, el candidato que debía dar continuidad al proyecto iniciado por el expresidente Rafael Correa, fundador de la Revolución Ciudadana.
Arauz, quien se convierte en el principal candidato del correismo, no llega solo. Este joven quiteño viene acompañado precisamente por Correa (2007-2017), quien se postula como vicepresidente. La dupla es apoyada por la coalición Unión por la Esperanza (UNES) en las elecciones previstas para el 7 de febrero de 2021.
La candidatura de Arauz se da en medio de todas las trabas colocadas por el régimen de Moreno contra Correa, quien ha sido el principal objetivo del actual mandatario, al convertir al expresidente en un perseguido político víctima de la persecución judicial también conocida como «lawfare«.
Al candidato correista lo comienzan a retratar como un agente de cambio con capacidad y juventud. Y a pesar que cumplirá sus 36 años apenas un día antes de los comicios, ya atesora una dilatada trayectoria académica y de gestión en diferentes instituciones de la Administración Pública del Estado.
Arauz es licenciado en Economía y Matemáticas, egresado de la Universidad de Michigan, Estados Unidos. También es magister en Economía del Desarrollo por FLACSO-Ecuador, y realiza un doctorado en Economía Financiera por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En 2009, Arauz, quien además de español domina inglés, francés y ruso, logró una plaza en el Banco Central de Ecuador por concurso de méritos propios, describe un perfil publicado por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).
En esa institución, Arauz, llegaría a ser director general bancario entre 2011 y 2013. Dentro del Estado también ejerció como subsecretario de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, desde donde se planifica y coordina la Administración ecuatoriana. También sirvió como director general del Servicio Nacional de Contratación Pública.
Arauz fue nombrado en 2015 ministro de Conocimiento y Talento Humano, cargo desde el que dirigía la coordinación y supervisión de la ejecución de políticas, programas y proyectos de los ministerios de Educación, Cultura, Educación Superior, Ciencia y Tecnología. En paralelo, ocupó durante un breve periodo de tiempo el Ministerio de Cultura, tras la renuncia de su antecesor, Raúl Vallejo.
Con la toma de posesión de la Presidencia de Lenín Moreno y la conformación de su primer Gobierno, en mayo de 2017, Arauz se separó de los cargos institucionales y se volcó en su trayectoria académica.
Arauz es un latinoamericanista
A finales de 2017, junto con un grupo de economistas, Arauz fundó el Observatorio de la Dolarización (observatorio.ec), institución de producción de pensamiento y reflexión en torno a temas económicos, en donde publica artículos y análisis de forma regular.
Este joven también aprovechó el tiempo fuera del Gobierno para iniciar sus estudios de Doctorado sobre Economía Financiera en la UNAM.
A Arauz lo define el Celag como un «latinoamericanista convencido» que ha tejido vínculos con formaciones y líderes progresistas de todo el mundo.
«Dichos lazos le han llevado a ser nombrado miembro del Consejo Ejecutivo de la Internacional Progresista,organización fundada este mismo 2020 por activistas, personalidades y asociaciones de izquierda, entre quienes figuran el exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera, el exministro de Asuntos Exteriores de Brasil Celso Amorin, y el propio Rafael Correa», cita el Celag.
Arauz también es cercano al actor mexicano Gael García Bernal, a la activista guatemalteca Renata Ávila, al excandidato presidencial brasileño Fernando Haddad, al senador demócrata estadounidense Bernie Sanders, a la exembajadora argentina Alicia Castro, al exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis, a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y a la periodista e investigadora canadiense Naomi Klein.
Correa: «Vamos a rescatar a Ecuador de las ruinas»
Tras conocerse la candidatura de Arauz y Correa, el expresidente destacó que Ecuador vive uno de los momentos más duros de su historia, tomado por «un dictador -Lenín Moreno- que ha erradicado del país todo el Estado de derecho, violado la Constitución, prohibido la libertad de expresión y pensamiento, y eliminado la democracia».
«Hicieron mucho daño. Han destruido las escuelas, los caminos, la salud, la transparencia, la dignidad, la soberanía; pero no han logrado destruir nuestra esperanza”, afirmó Correa en la presentación del binomio, que se realizó de manera virtual debido a las restricciones propias de la pandemia.
«Aquí estamos, pese a todos los inmorales obstáculos para impedirnos participar (…) Vamos a rescatar al país de las ruinas en las que lo ha dejado el peor gobierno de la historia. Sin odio pero con memoria. Quisieron enterrarnos sin entender que somos semilla. No pierdan su tiempo, no podrán derrotarnos”, agregó el expresidente.
Durante la presentación, Correa destacó que decidió aceptar la candidatura a la Vicepresidencia por el compromiso con los ecuatorianos y «por ese sueño colectivo que llamamos Revolución Ciudadana».
Para llevar adelante este nuevo proyecto, Correa destacó que el país “exige rostros nuevos” y un claro ejemplo de esa juventud es el candidato a la presidencia Andrés Arauz, a quien “nadie le regaló nada” y es “uno de los jóvenes más brillantes” que conoce con una “inmensa y exitosa experiencia”.
“Seremos constructores y albañiles para reconstruir nuestro país”, respondió Arauz, quien agregó que las prioridades de su gobierno serán enfrentar la emergencia sanitaria, salir de la crisis económica, recuperar las instituciones democráticas y retomar la senda del desarrollo.
Arauz es un retorno al origen de la Revolución Ciudadana
«Tenemos un sistema de salud publica que se está destruyendo», dijo Arauz durante la presentación, donde denunció que la pandemia se utilizó para robar medicinas, repartir hospitales y saquear los bienes de todos.
«Se aprovecharon de la pandemia para sacar los dólares que necesita Ecuador para pagar anticipadamente la deuda externa que se debía cancelar en 2022 y 2023. ¡Esto me indigna!”, exclamó Arauz, quien prometió que “jamás traicionaré a la Revolución Ciudadana. Yo sí tengo conciencia histórica», dijo, en referencia a Moreno.
El economista también cuestionó el reglamento de inscripción de candidaturas que exige a los precandidatos acudir personalmente ante el Consejo Nacional Electoral. El propio Arauz presentó en julio un recurso ante el Tribunal Contencioso Electoral para suspender la nueva norma y exigir que se pueda hacer en un consulado, como sucedía antes.
«Esto está dedicado a impedir la candidatura de Rafael Correa. Tenemos firma electrónica, videoconferencia, notarios, consulados. Con estas herramientas vamos a inscribir a Rafael Correa como vicepresidente», replicó el candidato presidencial.
Para Franklin Ramírez, sociológo y profesor de FLACSO Ecuador -consultado por Página 12– la elección de Arauz es una vuelta a los orígenes de la Revolución Ciudadana, ya que “conlleva una visión heterodoxa centrada en experimentar con distintos instrumentos de la economía pública para dinamizar el desarrollo en una economía dolarizada”.
Ramírez sostuvo que la decisión de sumar al exdirector del Banco Central constituye “una apertura hacia cuestiones que en la cabeza de Correa y en su comprensión del mundo estuvieron cerradas durante mucho tiempo, como los temas de la agenda feminista o el tratamiento de las diversidades. De todas formas, el académico ecuatoriano reconoció que hubiera preferido una “mayor ampliación del espectro correísta”.
Por su parte Alfredo Serrano Mancilla, director del Celag, destacó que Arauz «sintoniza muy bien con la juventud, un dato no menor dado que la gran mayoría del electorado ecuatoriano está por debajo de los 40 años. Además, representa los principales valores del correísmo».
Sobre la persecución judicial contra Correa
Hasta el pasado lunes no quedaba claro si Correa se presentaría como parte de la fórmula presidencial del progresismo ecuatoriano. El exmandatario fue sentenciado a 8 años de prisión por cohecho dentro del caso Sobornos 2012-2016.
El expresidente, quien tras terminar su mandato en 2017 se mudó con su familia a Bélgica, país del que es oriunda su esposa, fue condenado en segunda instancia por un caso de corrupción durante su gobierno del cual no se han conseguido pruebas suficientes que demuestren tal culpabilidad, un caso muy parecido al del expresidente Lula Da Silva en Brasil.
Su defensa presentó el pasado 7 de agosto, en Quito, un recurso de casación ante la Corte Nacional de Justicia contra esa condena. Es el último recurso legal que le queda a Correa, antes de que la sentencia quede firme. De ser ratificada en tercera y última instancia, el exmandatario estaría impedido de volver a participar en la política.
Al respecto, Franklin Ramírez dice que la elección del binomio Arauz-Correa «hay que tomarla como una elección provisoria, porque hay un nivel de acoso institucional sobre la Revolución Ciudadana que vuelve imposible dar por fijados los escenarios institucionales y políticos para la toma de decisiones estratégicas».
«Hasta la semana pasada el movimiento estaba suspendido del registro electoral y todavía podría ser directamente eliminado”, aseguró. “Estoy convencido de que Correa no va a poder candidatearse a nada, ni siquiera como asambleísta», dijo el sociólogo, quien sostiene que las élites que están con Moreno no se lo van a permitir.
Por su parte, Serrano Mancilla resalta que «el caso de Correa es un verdadero test para la democracia ecuatoriana, después de haberle arrebatado dos veces las siglas al correísmo y habiendo encontrado esta opción de presentarse como candidato a vicepresidente a través de un acuerdo con otras siglas».
Recuperar la verdad y la Patria: la misión de Arauz
Arauz resaltó que entre sus objetivos políticos está enfrentar la persecución política en el país y comenzará a preparar una Comisión de la Verdad para conocer “quién ordenó la represión de octubre, el incendio en Contraloría, quién pactó con Odebrecht para encarcelar al vicepresidente electo Jorge Glas, y quién repartió los hospitales”.
Además, señaló que enfrentará la emergencia de salud, la crisis económica, mientras se recupera la democracia y se retoma el camino del desarrollo de Ecuador. “Cuenten conmigo para recuperar la Patria”, recalcó.
Arauz sostiene que su Gobierno será ecologista, innovador y feminista en la búsqueda de la igualdad de los derechos de las mujeres, por la erradicación de todo tipo de violencia y por la equidad de género.
Por su parte, el expresidente Correa lamentó la traición de Moreno porque “le ha hecho mucho daño al país», aunque «no han logrado destruir la esperanza».
“Mi ambición nunca ha sido un puesto, mi proyecto vital es mi Patria. Verla con desarrollo y por eso luché”, acotó Correa
El binomio Arauz-Correa competirá contra los candidatos ya confirmados hasta ahora: el de Guillermo Lasso (CREO) y Gustavo Larrea (Democracia Sí). Desde el movimiento indígena sería Yaku Pérez la carta presidencial; Lucio Gutiérrez por el PSP, Guillermo Celi por SUMA, César Montufar por Concentración, Paúl Carrasco por Juntos Podemos, Fernando Balda por Libertad es Pueblo y Abdalá Bucaram también anunció que se lanzará como candidato por el movimiento FE Ecuador.
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