Desde hace mucho tiempo que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) están en la mira de la sociedad civil. Tras su puesta en marcha en 1981, con José Piñera a la cabeza como ministro del Trabajo, el antiguo sistema de reparto es reemplazado por la capitalización individual, el cual se mantiene hasta el día de hoy.
AFP y nueva propuesta constitucional
Según el artículo 16, inciso 28 del Capítulo II sobre Derechos y Libertades Fundamentales, se garantiza “el derecho a la seguridad social”. La propuesta menciona que:
“El Estado garantiza el acceso a prestaciones básicas y uniformes, establecidas por la ley, sea que se otorguen a través de instituciones públicas o privadas, resguardando a las personas de las contingencias de vejez, discapacidad, muerte, enfermedad, embarazo, maternidad, paternidad, cesantía, accidentes y enfermedades laborales, sin perjuicio del establecimiento de otras contingencias o circunstancias fijadas en la ley. La ley podrá establecer cotizaciones obligatorias”
En el literal b) del mismo inciso, agrega que “cada persona tendrá propiedad sobre sus cotizaciones previsionales para la vejez y los ahorros generados por estas, y tendrá el derecho a elegir libremente la institución, estatal o privada, que los administre e invierta”, esta última parte configura constitucionalmente la existencia de las AFP.
Además, agrega que “en ningún caso podrán ser expropiados o apropiados por el Estado a través de mecanismo alguno”, lo que impediría un eventual retiro de dinero desde las AFP, como el denominado 10% durante la pandemia que permitió solventar económicamente a miles de familias, además de ser fuente de origen de varios emprendimientos durante aquel tiempo.
José Piñera, el “padre” de las AFP, celebró la discusión sobre el futuro de las pensiones en el ya extinto Consejo Constitucional donde “los principios esenciales del sistema de capitalización individual creado en 1980 ingresan ahora a la Constitución, al protegerse explícitamente la propiedad de los fondos y de las cotizaciones”, aseguró.
El 31 de octubre pasado, la revista “Economía y Sociedad”, fundada y dirigida por el mismo José Piñera, publicó una nota que el economista tituló “La Constitución ‘win-win’ para la Revolución Liberal”, donde repasaba la discusión sobre las pensiones en el Consejo y festejaba la presencia supra mayoritaria del Partido Republicano a quienes califica como “un partido confiablemente partidario del modelo económico y de la Constitución de 1980”, y agrega que no existen grandes diferencias con el anteproyecto, “pues ambas respetan los principios de la Carta de 1980, y así acotaron el riesgo para Chile del desenlace constitucional”, dice.
Para el economista e investigador de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, la propuesta constitucional que se plebiscita el 17 de diciembre “robustece un sistema que está en crisis y que ha beneficiado, fundamentalmente, a los grandes capitales en Chile y el extranjero”, además, enfatiza en que “es una propuesta que está a favor de las AFP”.
Por otro lado, Durán agrega que el texto de nueva Constitución “le cierra las puertas al país para avanzar hacia un verdadero Sistema de Seguridad Social con solidaridad en las cotizaciones previsionales”, puesto que “perpetúa la idea de la capitalización individual, tal como hizo (José) Piñera en la década del 80, lo cual ha probado tener muy malos resultados”, dice.
En base a los datos de la Superintendencia de Pensiones, el 80% de las pensiones de vejez entregadas por las AFP son menores al salario mínimo.
Además, nunca es tarde para recordar que, en febrero del 2000, en el Cuerpo B de El Mercurio, apareció el célebre titular que decía “chilenos se pensionarían con el 100% de su sueldo en 2020”, sin embargo, a tres años de aquel plazo, sabemos que no es así.
¿Una que nos una?
En noviembre del 2018, se filtró un audio donde se oye al entonces comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, durante una ceremonia en la Escuela Militar, quien aseguraba que “uno tiene que ser estratega. El bien a cautelar son las pensiones. Son algo que hay que cuidar con dientes y muelas; si es necesario alargar la carrera militar, para que prevalezca la esencia de las pensiones nuestras, hay que hacerlo”.
Entre los argumentos de los detractores de la anterior propuesta elaborada por la Convención Constitucional, estaba que “el texto dividía a los chilenos” por lo que hubo sectores que invitaron a rechazar por “una que nos una”. Bajo esa premisa, lo lógico sería que las Fuerzas Armadas y Carabineros pasarán a formar parte de las AFP, sin embargo, no. Todo sigue igual.
“En relación a Capredena y Dipreca lo que vemos en el nuevo texto es que las mantiene, por lo tanto, ahí no hay innovación. Las Fuerzas Armadas seguirán con su sistema de seguridad social mientras que la población civil seguirá con un sistema basado en la capitalización individual donde no existe verdadera seguridad social”, asegura Durán.