Juan Antonio Planchart Márquez recibió condena de casa por cárcel recientemente por parte de la justicia venezolana. Es un abogado vinculado a un plan de Juan Guaidó para robar y apropiarse de activos de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Además, Planchart (44 años) es tío de Guaidó. Una investigación de la plataforma de periodismo La Tabla reveló que gestionó 1.000 millones de dólares para su sobrino. Para ello, usaba la figura del fallido Estado paralelo «reconocido» por Estados Unidos y algunos gobiernos cómplices.
Planchart habría garantizado a Guaidó un millardo de dólares si gestionaba con su ‘falso gobierno’ la venta de la refinería Refidomsa. Esta empresa se encuentra instalada en República Dominicana y PDVSA tiene 49 % de las acciones
El método para robarse el millardo de dólares era una «compra forzosa» que inventaría el lobby de Guaidó. Así, entregaría las acciones de PDVSA a un cuñado de Planchart identificado como Luis Augusto Sanz Picón. Este último es vicepresidente de la Empresa Generadora de Electricidad Haina, la principal operadora del sector termoeléctrico en Dominicana. También es uno de los principales clientes de Refidomsa. Entonces, al adueñarse de las acciones venezolanas, concretarían el negocio redondo y por ello el «regalo» del «millardo» a Guaidó.
«El millardo que le prometió Planchart aGuaidó está relacionado con la compra forzosa del 49 % de las acciones que posee PDVSA (a través de Petrocaribe) en la refinería Refidomsa, tal como lo plantea abiertamente desde enero (de 2019) el Gobierno dominicano», explica La Tabla.
Asimismo, «de acuerdo con pruebas obtenidas de los teléfonos de Roberto Marrero», asistente de Guaidó en 2019, «Planchart había ofrecido información confidencial que le permitiría tener acceso a fondos de dos fuentes que sumaban 1.000 millones de dólares relacionados con operaciones de la refinería Refidomsa«.
Refidomsa se encargaba de procesar entonces, 2019, «crudo venezolano suministrado a través del programa de Petrocaribe». Para ello, ofrecía facilidades de acceso y pago que reciben desde hace más de una década las naciones del Caribe». La refinería es propiedad del Gobierno dominicano con 51% de las acciones, y de PDVSA con 49%.
Robo incluía al Gobierno dominicano
En enero de 2019, Felix Jiménez, titular de Refidomsa, declaró que Santo Domingo negociaba la compra «amistosa», reveló La Tabla. Incluso, advirtió que si PDVSA no aceptaba, el entonces presidente Danilo Medina, se vería obligado a recurrir a la ‘justicia’. De esa manera, podrían declarar la utilidad pública de la refinería y proceder con su adquisición forzosa.
«El argumento de República Dominicana para tal actuación es que el bloqueo y las sanciones impuestas a Venezuela harían inviable la operación de la refinería. Así, esta sería afectada por las medidas adoptadas por Estados Unidos y la Unión Europea», añade la plataforma.
En la misma declaración, Jiménez indicó que el Gobierno dominicano tenía el dinero para la compra. Bueno, alega que eso le había informado el entonces ministro de Hacienda, Donald Guerrero. Además, estimó que las «negociaciones» podrían tardar uno o dos meses, algo que a la fecha no se concreta.
El plan contemplaba la «compra forzosa» de las acciones de PDVSA, aunque en términos reales sería una confiscación. ¿Por qué? La Tabla recuerda que el supuesto pago no se entregaría al Gobierno constitucional de Venezuela encabezado por Nicolás Maduro. Al contrario, los recursos irían a los bolsillos de Guaidó y sus secuaces.
«La otra parte del millardo provendría de un remanente de deuda petrolera, estimado en 240 millones de dólares para febrero de 2018, la cual ‘no pudo’ pagar Dominicana alegando el bloqueo financiero a Venezuela en la banca estadounidense. Ese mismo alegato se usaría si PDVSA accediera a la venta de Refidomsa», agrega el portal.
Adicionalmente, el titular de Refidomsa agregó que el plan contempla darle participación al «sector privado nacional» en la empresa. Es decir, la idea es robársela a PDVSA para privatizarla.
Rol del tío de Guaidó en el plan de robo
La Tabla indica que el plan de robo del millardo de dólares «se trata de un negocio de familia». Planchart tiene una hermana llamada Beatriz Coromoto, cuyo esposo a su vez se llama Luis Sanz. Todos son venezolanos pero con extraordinarios intereses en el mercado energético dominicano.
El hecho es que Luis Sanz forma parte de una organización empresarial familiar con sus hermanos Antonio, Carlos y Daniela. También incluye a
sus padres Carmen Luisa Picón y Luis Agustín Sanz.
«Es evidente que Juan Planchart tuvo acceso a información privilegiada a través de su cuñado Luis Augusto. Este a su vez la obtuvo de la estructura de EGE Haina, que sin duda, como importantes consumidores de combustibles para la termogeneración tiene interés en Refidomsa».
Juan Antonio Planchart Márquez, según comprobó La Tabla, efectivamente es tío-segundo de Guaidó. La madre de Planchart es Beatriz Márquez Moreno (fallecida en 2014) hermana de Juan Bautista Márquez Moreno (fallecido en 2015), padre de Norka Márquez y abuelo de Guaidó.
¿Negocio de familia?
La investigación permitió también ubicar nuevas relaciones entre la familia Sanz Picón y otras actividades e inversiones en el sector energético dominicano y de otros países de América Latina.
La abogada Daniela Sanz, la única mujer de los hermanos, está casada con Jesús Ignacio Bolinaga Serfaty, actual gerente general del Consorcio Energético Punta Cana-Macao (CEPM). Esta empresa se dedica a la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica en el polo turístico Punta Cana Macao-Bavaro y Bayahibe. La compañía suministra la electricidad al 65% de la oferta hotelera del país y tiene un contrato de concesión que expira en 2032.
Bolinaga Serfaty fue gerente comercial de la Electricidad de Caracas y es hermano de Miguel Bolinaga, principal figura gerencial de la compañía de energía venezolana cuando era operada por la corporación estadounidense AES, hasta su nacionalización en 2008. Actualmente, es el gerente de AES en Panamá y controla las operaciones en Centroamérica y en la costa atlántica de Colombia. Jesús Ignacio Bolinaga, por su parte, es gerente general de CEPM en Dominicana.
La compañía para la que trabaja Jesús Bolinaga en Dominicana es propiedad del magnate argentino Rolando González Bunster, cuya principal compañía es Inter Energy Holdings domiciliada en las Islas Caimán y con inversiones en Jamaica, Panamá y Chile, además del territorio dominicano. En ese país es también director (y principal accionista) de la EGE Haina, la misma firma en la cual es vicepresidente el cuñado de Juan Planchart, Luis Augusto Sanz Picón.
González Bunster es director de la Fundación Clinton y amigo personal de la familia otrora presidencial estadounidense. Además, se le considera uno de los principales financistas de la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016.
La familia Sanz Picón, además de sus intereses en el sector eléctrico dominicano, a través de EGE Haina, tiene inversiones en el negocio azucarero y en una cadena de supermercados.
Un dato curioso es que Jesús Ignacio Bolinaga Serfaty fue oficial del Ejército venezolano y llegó a ser capitán. Forma parte de la Promoción Francisco de Paula Alcántara de 1986. Todos ellos guardan estrecha relación con Juan Guaidó.
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