Recientemente, el consumo de soya y sus derivados, se ha vuelto popular, especialmente, en aquellas personas que prefieren mantener una dieta vegetariana o vegana.
Las nutriólogas Liliana Arenas y Rosa María Salmerón Campos, académicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y de la Universidad Iberoamericana, respectivamente, aclararon cuáles son los beneficios de este producto utilizado por sus altos niveles de proteína, vitaminas y minerales.
La soya es una leguminosa de origen chino que se ha ido extendiendo a diferentes partes del mundo. En palabras de Liliana Arenas, “principalmente en México, ya hace un tiempo comenzó a utilizarse para aquella población que su economía no le permitía adquirir algún otro producto que contenga una fuerte cantidad de proteínas”.
Por ello, la soya y sus derivados son comúnmente utilizados como un remplazo de productos de origen animal altos en proteínas, como lo son la carne de res, pollo, pescados, huevos, leche, entre otros, por lo que para ambas especialistas coincidieron en los beneficios que tiene este producto.
Entre sus beneficios, según refieren, la soya ayuda a disminuir los síntomas hormonales de la menopausia, reduce los niveles de colesterol y riesgos cardiovasculares, facilita la generación de calcio, ideal para personas con osteoporosis, controla los niveles de azúcar, así mismo, previene la generación de células cancerígenas, especialmente las relacionadas con el cáncer de mama y próstata.
Explicaron que al ser un alimento de origen vegetal es benéfico para la salud, pues además de su alto nivel de proteínas, es también fuente de fibra, potasio, selenio, calcio, vitamina e y vitamina k.
Desventajas
Sin embargo, no todo es tan bueno como parece, pues, a pesar de sus grandes beneficios las dos nutriólogas explicaron que el consumo de soya puede generar complicaciones en la salud, en primera instancia, Liliana Arenas señaló que su uso no es imprescindible.
“La realidad es que la soya sí trae muchos beneficios a la salud, me parece que su consumo es bueno, especialmente cuando es soya lo más natural posible, pero tampoco es indispensable”, mencionó Liliana Arenas.
Por su parte, Rosa María Salmerón argumentó que “todos los excesos son malos, sí se abusa en el consumo de este producto, podría traer perjuicios a la salud”. Por lo que las dos especialistas indicaron cuáles son las contras de su consumo.
En primer sentido, explicaron que en algunos casos, la soya comercial contiene muchos procesos industriales, por lo que significa que ha sido genéticamente modificada, por ello, puede contener toxinas, pesticidas y otras sustancias, que en fuertes ingestas pueden provocar efectos tóxicos no visibles afectando la salud de sus consumidores.
A su vez, aclararon que no es correcto utilizar la soya como un “sustituto natural” de la carne, por lo que se pronunciaron en contra de los productos “imitadores de carne” elaborados a base de esta leguminosa, pues son los que más daños pueden generar.
“Realmente como su aporte de proteínas es elevado, se puede utilizar como un equivalente de los alimentos de origen animal, pero no es recomendado para sustituirla al 100 por ciento, se debe encontrar un equilibrio, por eso se recomienda el consumo de otros alimentos de origen animal, carne, pollo, pescado, etcétera”, mencionó Rosa María Salmerón.
Por su parte, Liliana Arenas refirió que el problema es que este tipo de productos al ser modificados genéticamente, contienen muchos procesos industriales antes de ser comercializados, por lo que dejan de tener su estructura normal, reduciendo sus aportes nutricionales.
Además, al sustituir completamente el consumo de productos de origen animal, la alimentación es deficiente, pues se pierden minerales como el cobre, hierro, manganeso, y zinc, y vitaminas como los complejos b, b6, y b12.
En consecuencia se pueden presentar afectaciones del sistema nervioso, sistema motriz, debilita la concentración e incluso, se puede desarrollar anemia.
“El consumo de la soya, es un arma de doble filo, los productos que ya vienen en forma de carne como tal y que son derivados de la soya por sí solos no podrían sustituir el valor nutricional de la carne porque puede haber un déficit, es una de las principales desventajas del utilizar la soya en sustitución de los alimentos de origen animal. Los efectos tóxicos que puede provocar la soya no son visibles a simple vista, pero a la larga sí pueden generar graves afectaciones hacia la salud”, mencionó Liliana Arenas.
Aclararon que las afectaciones sólo pueden presentarse como consecuencia de un alto consumo de soya transgénica o genéticamente modificada, y los efectos pueden ser diferentes dependiendo el metabolismo de cada persona.
Recomendaciones
Para evitar que el consumo sea inadecuado, las académicas hicieron una serie de recomendaciones, como el revisar las etiquetas nutrimentales en las que se incluyen los ingredientes que contiene cada producto, para conocer qué tanto está procesado. “Entre más ingredientes tiene, seguramente va a estar más procesado”, refirió Rosa María Salmerón.
Al respecto, Liliana Arenas señaló que los productos derivados de la soya comercializados actualmente son en su mayoría modificados, lo que representa un riesgo a la salud.
“Muy poca de la soya destinada para el consumo humano es la que no está genéticamente modificada, hoy en día la mayoría de los productos empaquetados que consumimos ya vienen demasiado modificados, añaden demasiados conservadores y colorantes que evidentemente a la larga pueden representar un daño a la salud», mencionó Liliana Arenas.
Por ello, la primera recomendación es tratar de consumir los productos más naturales posibles, a su vez, las académicas señalaron que es importante acudir con los especialistas para que sean ellos quienes elaboren un plan alimenticio adecuado.
Este régimen nutricional deberá ser individualizado para supervisar las ingestas correctas, no sólo de soya o de leguminosas sino que también de alimentos de origen animal, vegetal, entre otros. La dieta dependerá de la edad, el sexo, la actividad física y el índice de masa corporal, determinada por el peso y la estatura de cada persona.
Finalmente, indicaron que lo más recomendable es mantener una alimentación equilibrada que no exceda los niveles de azúcares, calorías y grasa, pero que sean fuertes en minerales, proteínas, y vitaminas.
Leer más: Virus de enfermedad del beso podría ser responsable de la esclerosis múltiple
Diseño: Iván Castillo