El abogado y ambientalista estadounidense Robert Francis Kennedy Jr., autor y opositor a la vacunación, denunció al magnate y creador de Microsoft, Bill Gates, por estar presuntamente involucrado en una conspiración que busca controlar el mercado de las vacunas, entre ellas la del nuevo coronavirus COVID-19, para así poder tener el control del planeta.
Kennedy Jr. es hijo del exsenador Robert F. Kennedy y sobrino del expresidente John F. Kennedy; y actualmente es el presidente de la junta de Waterkeeper Alliance, un grupo ambiental sin fines de lucro que ayudó a fundar en 1999.
A través de Instagram, Kennedy Jr. divulgó una serie de informaciones que colocan a Gates como protagonista de esta red conspirativa en la que presuntamente estaría involucrada también la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su exposición, Kennedy Jr. dice que Gates tiene un “complejo de Mesías” y que las vacunas para él «son una filantropía estratégica que alimenta sus tantos negocios relacionados con las vacunas, incluida la ambición de Microsoft de controlar una empresa global de identificación de vacunas con microchips, que le daría el control dictatorial sobre la política de salud global, la punta de lanza del neoimperialismo corporativo».
«La obsesión de Gates con las vacunas parece alimentarse de una convicción mesiánica de que está ordenado para salvar al mundo con tecnología y una voluntad divina de experimentar con las vidas de los humanos menores», agrega Kennedy Jr.
El fracaso de Gates en India
El activista social también sostiene que, bajo la promesa de erradicar la poliomielitis con 1.200 millones de dólares, años atrás Gates tomó el control de la Junta Asesora Nacional (NAB) en India y ordenó 50 vacunas contra la poliomielitis (en lugar de cinco) a cada niño antes de los cinco años.
«Los médicos indios culpan a la campaña de Gates por una cepa de vacuna que causó una devastadora epidemia de poliomielitis que paralizó a 496.000 niños entre 2000 y 2017. En 2017, el Gobierno indio vetó el régimen de vacunación de Gates y lo expulsó junto a la NAB. Las tasas de parálisis de la poliomielitis cayeron precipitadamente».
También agrega que en 2017, la OMS admitió que durante la explosión mundial de la poliomielitis predominó una cepa de vacuna que, según Kennedy Jr. proviene del Programa de Vacunas de Gates.
«Las epidemias más aterradoras en el Congo, Filipinas y Afganistán están relacionadas con las vacunas de Gates. Para 2018, tres cuartos de los casos mundiales de polio provenían de las vacunas de Gates», denuncia el activista.
En 2014, la Fundación Gates financió pruebas de vacunas experimentales contra el VPH, desarrolladas por GSK y Merck, que fueron aplicadas en 23.000 niñas en provincias indias remotas.
De ese total, denuncia Kennedy Jr, aproximadamente 1.200 niñas sufrieron efectos secundarios graves, incluidos trastornos autoinmunes y de fertilidad. En tanto, otras siete murieron.
Las investigaciones del Gobierno indio acusaron a Gates porque en sus investigaciones se cometieron violaciones éticas generalizadas, al presionar a niñas de aldeas vulnerables para firmar el contrato de aplicación de las vacunas, intimidar a los padres, falsificar formularios de consentimiento y rechazar la atención médica de las niñas lesionadas. El caso ahora está en la Corte Suprema del país.
Experimentos de Gates en África
En 2010, comenta Kennedy Jr, la Fundación Gates financió un ensayo de la vacuna experimental contra la malaria de GSK, que mató a 151 niños africanos y causó efectos adversos graves, como parálisis, convulsiones y convulsiones febriles en 1.048 de los 5.049 niños.
«Durante la campaña MenAfriVac 2002 de Gates en África subsahariana, sus equipos vacunaron por la fuerza a miles de niños africanos contra la meningitis. Entre 50 y 500 niños desarrollaron parálisis. Los periódicos sudafricanos se quejaron: ‘Somos conejillos de indias para los fabricantes de drogas’. El ex economista principal de Nelson Mandela, Patrick Bond, describió las prácticas filantrópicas de Gates como «despiadadas e inmorales», cita la denuncia de Kenndy Jr..
Agrega que en 2010, Gates prometió 10.000 millones a la OMS para temas destinados a «reducir la población», en parte, a través de nuevas vacunas. Un mes después, Gates le dijo a Ted Talk que las nuevas vacunas “podrían reducir la población”.
En 2014, la Asociación Católica Dodors de Kenia acusó a la OMS de esterilizar químicamente a millones de mujeres keniatas no dispuestas con una falsa campaña de vacuna contra el “tétanos”.
«Laboratorios independientes encontraron la fórmula de esterilidad en cada vacuna probada. Después de negar los cargos, la OMS finalmente admitió que había estado desarrollando las vacunas de esterilidad durante más de una década. Acusaciones similares vinieron de Tanzania, Nicaragua, México y Filipinas«, añadió.
La denuncia advierte que el estudio A2017 (Morgensen et. Al. 2017) mostró que la popular vacuna DTP de la OMS está matando a más niños africanos que las enfermedades que pretende prevenir. Las niñas vacunadas sufrieron 10 veces la tasa de mortalidad de los niños no vacunados. Gates y la OMS se han negado a retirar la vacuna letal que la OMS aplica a millones de niños africanos anualmente.
¿Está secuestrada la OMS?
El abogado ambientalista también sostiene que diversos defensores de la salud pública en el mundo acusan a Gates de secuestrar la agenda de la OMS lejos de los proyectos que han demostrado frenar las enfermedades infecciosas y promover el agua limpia, la higiene, la nutrición y el desarrollo económico.
«Además de utilizar su filantropía para controlar a la OMS, UNICEF, GAVI y PATH, Gates financia empresas farmacéuticas que fabrican vacunas y una red masiva de grupos farmacéuticos de la industria que transmiten propaganda engañosa, desarrollan estudios fraudulentos, realizan vigilancia y operaciones psicológicas contra la vacilación de vacunas y usan el poder y el dinero para silenciar la disidencia y forzar el cumplimiento», escribió Kennedy Jr.
Kennedy Jr. agrega que, al parecer, la pandemia del COVID-19 le conviene a Gates, pues finalmente puede utilizar la coyuntura para aplicar nuevos programas de vacunas producidas por sus laboratorios para aplicarlos en niños estadounidenses.
De hecho, en noviembre de 2018, Gates advirtió sobre una pandemia mortal que podría afectar próximamente a la humanidad y causar estragos. Las palabras fueron emitidas durante un evento organizado por la Sociedad Médica de Massachusetts y The New England Journal of Medicine.
En ese evento, alertó que dada la continua aparición de nuevos patógenos, el riesgo creciente de un ataque bioterrorista y la conexión del mundo a través del transporte aéreo, «existe una gran probabilidad de que ocurra una pandemia grande y letal en nuestros días». Y lo peor, agregó que el mundo no está progresando mucho en la prevención y los preparativos para hacerle frente.
Además de la denuncia de Robert Kennedy Jr., un reportaje de la cadena HispanTV advierte que la insistencia de Donald Trump en reabrir las empresas de su país y quitar la cuarentena en medio de la pandemia para obligar el regreso de las personas al trabajo, se conjuga con la insistencia de Bill Gates de que los ciudadanos se vean obligados a usar su futura vacuna contra el nuevo coronavirus, pues ambos personajes persiguen beneficios políticos y económicos.
Este vínculo existente entre los intereses creados de la Fundación Gates y el Partido Republicano se hace aún más notorio con el respaldo público del senador Lindsey Graham al propio Bill Gates, para que este «filántropo» se postule a dirigir a la OMS, luego de que Washington retirara su contribución monetaria a esta entidad, so pretexto de su “mala gestión” ante la pandemia.
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