El paso fronterizo entre Colombia y Venezuela empieza su lento deshielo con la habilitación de los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, para permitir el paso de vehículos de carga pesada entre Cúcuta y el estado Táchira.
Tras la autorización de la «apertura comercial» y progresiva de la frontera con Colombia informada por la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, iniciaron los preparativos para que se recobre la ansiada normalidad en una zona limítrofe que ha estado restringida desde hace más de tres años.
William Gómez, alcalde del municipio venezolano de Bolívar, estado Táchira, declaró al medio colombiano W Radio que «en los próximos días» se permitirá el cruce de los vehículos de carga, que dará inicio formal a la medida anunciada por Rodríguez el lunes.
«Aún se mantiene la restricción de paso peatonal porque se espera ahora la articulación con las autoridades sanitarias y de Migración Colombia, porque cuando se anuncie la reapertura, un promedio de 12.000 a 15.000 personas van a estar pasando por el puente», resaltó Gómez.
El alcalde aclaró que «la primera fase» de esta reapertura comercial de la frontera se efectuará por el Puente Internacional Francisco de Paula Santander, que conecta a la ciudad colombiana de Cúcuta, del departamento del Norte de Santander de Colombia, con la población del municipio Ureña en el Táchira.
Gómez comentó que el paso solo estará habilitado, por ahora, para los vehículos de carga pesada porque no se ha autorizado para coches particulares ni transporte público.
Las medidas han sido acordadas en conjunto con funcionarios del Gobierno de Colombia que están encargados de las áreas de migración y aduanas, así como representantes de la administración regional del Norte de Santander.
¿Qué pasó tras el anuncio de Venezuela?
Luego que la vicepresidenta venezolana anunciara reapertura comercial de la frontera, el representante del gobierno venezolano en el Táchira, Freddy Bernal, informó que el proceso será de manera «gradual y biosegura» y recalcó que iniciaría con el retiro de los contenedores que se encontraban en medio de los puentes internacionales, desde el conflicto fronterizo registrado en Cúcuta el 23 de febrero de 2019, reseña RT.
Los contenedores representan para las autoridades venezolanas un símbolo de resistencia, ya que se dispusieron para impedir el paso de camiones con carga pesada, provenientes de Colombia, que intentaron ingresar sin autorización al país con una supuesta «ayuda humanitaria», tras la autoproclamación del exdiputado Juan Guaidó como «mandatario interino».
Ese episodio, alentado por los Gobiernos que en ese entonces conformaban el Grupo de Lima, provocó el cierre de la frontera binacional que se mantenía hasta ahora. Las casi nulas relaciones entre Caracas y Bogotá, por el desconocimiento de Iván Duque al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, impidieron que se restableciera el diálogo entre las partes para normalizar la situación en la extensa área limítrofe.
Esta semana, las autoridades venezolanas indicaron que el paso hacia la regularización en la frontera se dio con miras a dinamizar la economía local, considerada una de las más vivas de la región.
De hecho, la vicepresidenta Rodríguez recordó que la actividad fronteriza entre Colombia y Venezuela ha llegado a superar los 7.000 millones de dólares en intercambios comerciales, lo que se traduce en «un mensaje muy directo a las fuerzas productivas» de ambos países.
Una reapertura gradual
Entre tanto, el Departamento de Migración Colombia emitió un comunicado para recordar que «el paso en frontera se ha venido dando de manera gradual» y «teniendo en cuenta una serie de horarios para la entrada y salida de viajeros».
En el documento, las autoridades migratorias colombianas destacan que desde el 2 de junio abrieron su frontera con Venezuela y que el proceso de ingreso de personas a territorio colombiano se realiza con «el sistema de pico y cédula».
En el caso de personas que necesiten hacer tránsito hacia el interior del país o van a un tercer destino, deben cumplir con otros requisitos y registros como el boleto de salida de Colombia, una reserva hotelera o una carta de invitación, así como poseer recursos económicos para su manutención y documentos de viaje válidos y vigentes.
Migración Colombia también informó que una vez se estabilice el proceso de ingreso a su país por los pasos fronterizos con Venezuela, analizará la posibilidad de retomar la expedición de la Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF). Del mismo modo, recordó que los controles sanitarios a los viajeros están a cargo, dadas las competencias, de las autoridades de salud departamentales y locales.
Empresarios celebran la medida
La Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol) celebró con un comunicado el anuncio de la apertura comercial fronteriza, ya que la consideraron un factor clave «en la reactivación de la actividad productiva y el intercambio comercial legítimo y formal«.
Los miembros de Cavecol instaron a que la medida se coordine entre las autoridades de ambos países para que, próximamente, se permita «el paso regular de peatones y de vehículos para el intercambio comercial», para «revertir los efectos desfavorables» que ocasionaron las restricciones y los cierres prolongados en la región.
«Ahora más que nunca se necesitan de condiciones estables para la reconstrucción del tejido social y empresarial a ambos lados de la frontera», agregan los empresarios, sin desconocer que se trata de una operación compleja.
No obstante, el gremio insiste en la necesidad de que los actores encargados de regular el paso puedan «dejar de lado los intereses personales, dando prioridad a su compromiso por favorecer el restablecimiento de la normalidad para la sana convivencia y el comercio formal entre ambas naciones de manera real».
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