El debate sobre la televisión digital se ha centrado principalmente en los aspectos técnicos y económicos implicados en la llegada de la TV digital, pero se ha dejado de lado un aspecto importante como es la forma en que la TV participa en el desarrollo audiovisual y cultural de nuestro país, respetando el trabajo de los artistas.
Desde la Unión Nacional de Artistas (UNA) siguen atentos el debate, entendiendo que es un proceso que podría transformarse en un gran paso para el desarrollo cultural del país, y por lo mismo una oportunidad única para mejorar la televisión chilena.
Edgardo Bruna, presidente de la UNA espera “que de este proceso resulte una televisión más democrática, que se permita el acceso de nuevos canales y agentes. Sin embargo, pese a la gran trascendencia e impacto social y cultural de esta ley sólo hemos escuchado valiosas opiniones acerca de cómo manejar técnica y financieramente el negocio, pero muy poco o nada de los contenidos que nos interesa relevar para que contribuyan a la necesaria diversidad cultural que el país requiere”.
La mayoría de la producción audiovisual nacional no llega a la privilegiada pantalla que es la TV; más de 54 largometrajes de ficción y no ficción, además de los cientos de mediometrajes y cortos, se producen al año, sin que ello se refleje en la pantalla chica.
“Los canales son fuente laboral de muchos artistas: Actores, bailarines, escritores, audiovisualistas, diseñadores, entre otros. Su trabajo es vital para el desarrollo de los contenidos que se transmiten. Lamentablemente hemos visto cómo en muchísimos casos los canales no cumplen con las leyes que protegen a los artistas. Ya lo vimos en el emblemático caso de José Soza quien trabajó 20 años para TVN sin que se le pagara ni un peso en previsión y salud”, enfatiza Bruna.
La enumeración continúa: Artistas y técnicos trabajan sin ningún tipo de cobertura de salud, sin previsión, sin seguridad frente a accidentes, sin fuero maternal ni derecho a pre y postnatal en el caso de las mujeres. Se incumple la ley 17.336 de propiedad intelectual, se desconocen el legítimo pago de los derechos de los guionistas y directores de obras audiovisuales emitidas, vale recordar que ATN (Sociedad de Autores de Teatro, Cine y Audiovisuales) debió llegar a tribunales.
Por estas razones en la UNA consideran imprescindible incorporar en el artículo 15 (sobre las concesiones y el procedimiento de la nueva ley) una indicación que condicione las nuevas concesiones de TV digital al cumplimiento de las leyes vigentes; especialmente las relativas a la propiedad intelectual contenidas en la ley 20.243 y 17.336. Así como también la ley 19.889 contenida en el Código del Trabajo.
“Cumplir con la ley vigente es el mínimo que se le puede exigir a un privado para obtener la concesión de un bien que es de todos los chilenos. Hemos escuchado muchas argumentaciones en contra de la regulación de las concesiones, y no nos extraña que quienes defienden los intereses de los privados lo hagan, pero el radio espectro es un bien público», enfatiza el presidente de la Unión Nacional de Artistas.
Respecto de este punto, hay que tomar en cuenta que según información proporcionada por la Mesa de Ciudadanía y TV la concesiones en Estados Unidos y Japón no duran más de 10 años.
La UNA participa desde hace varios años en la Mesa de Ciudadanía y TV digital, conscientes del impacto que tiene la televisión en la cultura. Con fundamento sostienen que la TV en Chile no aporta lo suficiente con el desarrollo de la industria audiovisual.
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