Por: Álvaro Bustos Barrera
En la esquina donde emerge el Mercado Urbano Tobalaba, en Apoquindo #2730, se encuentra el Caffé Pascucci, una cadena de cafeterías italianas que arribó a nuestro país en 2019, con una primera sucursal en la Plaza de Armas y que hoy, en este nuevo espacio, busca encantar con aromas inconfundibles y sabores únicos a los fanáticos de esta bebida, además de transmitir un compromiso inquebrantable con el comercio justo y el cuidado del medio ambiente.
Un miércoles especialmente frío de mayo me encaminé a la intersección antes mencionada, para ser parte de una cata de café a cargo de Carlos Concha, gerente general de la marca, y conocer in situ algo más de la historia de esta franquicia italiana que, según dicen, se posiciona en lugares estratégicos, donde las ciudades viven y vibran.
Ingresé poco antes de las 19:00 horas y luego de poner un pie en su interior, comencé a escuchar a un volumen moderado algunas canciones en italiano. El local lucía impecable, todo muy bien pensado, las luces, la decoración, las máquinas y cafeteras, vitrinas con productos, el mobiliario y una enorme gigantografía pintada a mano de un caficultor de piel oscura con una gorra y un cigarro encendido en la boca. Aunque lo mejor de todo, fue el intenso pero agradable aroma a café tostado recién molido que reconocí en el aire.
Tomé asiento en una especie de taburete y comencé a vivir esta experiencia para Sabores Ciudadanos en conjunto con otros periodistas y gente ligada a la gastronomía. Nos dieron una cálida bienvenida y una pincelada de lo que rato después viviríamos y, antes de intercambiar algunas palabras con quien estaba a mi lado, llegó la primera degustación: “Pasciok con Crema Panna”, un delicioso y suntuoso chocolate caliente de consistencia espesa junto a una ligera crema, una combinación increíble, ideal para estos días fríos o cuando sientes un antojo chocolatoso.
La segunda propuesta de los anfitriones fue el “Moka 3 Tazas”, donde nos encontramos con toda la expresión italiana de la pasión por el café. Un intermedio entre los clásicos espresso y americano. Agradable, delicioso y potente en boca. Me atrevería a decir que es para reales fanáticos del café y quienes consumen más de dos a tres tazas al día. Una alternativa perfecta para compartir.
A medida que íbamos catando las elaboraciones y maridábamos con algunas exquisiteces que ofrecen en Caffé Pascucci, observé la pericia de quienes se encargan de preparar cada taza de estas bebidas calientes. Los baristas, profesionales altamente capacitados y especializados en el café de alta calidad y capaces de crear distinto tipo de preparaciones con café y otros brebajes.
Los aromas seguían circulando por el interior de la cafetería, como si fuesen un perfume o una esencia magnética. Sin duda que el café no es solo una de las bebidas más consumidas en Chile y el mundo, sino que también es una experiencia multisensorial que comienza con su inconfundible aroma a tostado y con notas distintas, que en algunos casos puede ser chocolate, frutas, caramelo o especias.
Para continuar conociendo las bondades del producto, nos ofrecieron “Espressino Caramel”, una seductora receta preparada con el equilibrado espresso, leche evaporada, un toque de crema de leche y un lujoso final de caramelo. Una preparación más bien clásica y de aromas conocidos en conjunto con un sabor un tanto amargo, pero muy agradable.
Poco antes de finalizar esta cata de café, escuché con atención a Carlos Concha destacar que “el MUT como mercado, recuperó un espacio que estuvo perdido y en constantes e ineficientes remodelaciones por años. Hoy logra instaurar la impronta de generar un área amigable, funcional y preocupado por el medio ambiente. Es un polo de concentración de personas, considerando tanto a los vecinos como a la población flotante”.
Para cerrar la jornada, los baristas prepararon un “Espressino Baci”, una mezcla de sabor de la crema de avellana, el vigoroso espresso, crema batida, avellanas trituradas y un leve toque de trufa de avellana. Esta elaboración será, sin lugar a dudas, uno de los preferidos de los amantes del café y podría resultar tan apasionante como un beso.
El sello de Pascucci y su café es claro: unir y divertir a quienes gustan de esta bebida con una propuesta que se basa en el café espresso, recetas de café y un amplio espacio dedicado a MokaMaria. Además, ofrece menús de comida saludable, social y ecológica a través de infusiones, té frío y caliente, zumos de frutas y comida de alta calidad, que se manifiesta en cada producto como señal de respeto a toda la cadena de valor que va desde los caficultores hasta el barista en cada local.
En este lugar no solo podrás tomar café. También conseguirás disfrutar de un ambiente acogedor y auténticamente italiano, donde cada taza es una invitación a compartir y conectar, presentando una gama de productos que no solo son deliciosos, sino también sostenibles. Con cada sorbo, todos los comensales -me incluyo- pueden estar seguros de que están contribuyendo a un futuro más verde y prometedor, marcando una importante diferencia en esta industria.
Evaluación: Excelente