Los Pincheira: Un clásico de la tradición sanguchera en Ñuñoa

“Los Pincheira” sigue siendo una picada con precios al alcance del bolsillo para grandes y chicos. Una visita a este local bien puede aplacar el hambre y hacerte sentir que vas a explotar de satisfecho,

Los Pincheira: Un clásico de la tradición sanguchera en Ñuñoa

Autor: El Ciudadano

Por Álvaro Bustos Barrera

Si hablamos de picadas, aquellos lugares donde puedes disfrutar de una comida contundente y a buen precio, con sabores explosivos y clásicos, papas fritas, completos, churrascos e incluso as que se chorrean al pegar el primer mordisco, un ejemplo claro es el mítico local “Los Pincheira”. Esta sanguchería de barrio tiene más de 20 años de historia en la comuna de Ñuñoa, ubicada en calle alcalde Jorge Monckeberg #756 (ex Lo Plaza) en un pequeño pasaje entre medio de otros locales comerciales, como el Bazar de la Luchita, Los Negritos Confitería, Salón de Belleza Claudia o La Paulita.   

Recuerdo años atrás, haber pasado varias veces a “matar el hambre” con amigos luego de una noche de fiesta, buscando unas papas fritas o un completo italiano con porción extra de mayonesa casera y un chorro generoso de ají en pasta, más una bebida light para pasar el picante. 

Para rememorar viejos tiempos, posterior a mi cumpleaños número 49, le propuse a mi cuñado dar una vuelta por el mítico espacio cuyos dueños son los hermanos Victorino y Genaro Pincheira, con el objetivo de degustar esos sabores tan chilenos y, a la vez, tan ñuñoínos. 

Cerca de las 18:00 horas nos dejamos caer y a unos metros del negocio ya se sentían los aromas de la carne a la plancha y su sonido tan característico. “Estamos en el lugar indicado” pensé de inmediato y acto seguido, nos pusimos en una pequeña fila para ordenar, mientras miraba cómo un joven mordisqueaba con ímpetu un as gigante completo, preparación que viene en un pan flauta, pero de un tamaño que alcanza los 30 centímetros aproximadamente. 

“Los Pincheira” es un local al paso, pequeñito, sin grandes comodidades, sencillo, pero con una clientela fiel y comprometida. Tiene una mini barra para apoyar la bebida y que da pie, incluso, para entablar una pequeña conversación con el maestro sanguchero o cualquiera de los empleados del negocio.  

La carta es clásica y podrás encontrarla pegada en un árbol frente a la vitrina. En el pendón llama la atención lo económico de los completos en sus versiones normal y gigante (30 cm). Especial mayo $1.500, completo $1.800, italiano $2.000, dinámico $2.200. También se ofrece el papapleto italiano $2.700 y papapleto queso italiano $3.200, ambas opciones pensadas para veganos.  

La oferta continúa con los populares as, que consisten en carne tipo churrasco a la plancha en pan de completo. Italiano $3.300, dinámico $3.400, queso $3.400, queso italiano $3.800, chacarero $3.800.

 

Para los fanáticos de las papas fritas, el negocio tiene distintos formatos: chicas a $4.800, medianas $6.200, grandes $8.200 y la familiar a $10.500. 

Mientras esperábamos lo que habíamos pedido, un churrasco italiano en tamaño normal ($4.900) y una Limón Soda en lata ($1.100), más un completo de 30 centímetros ($2.800) y una Canada Dry ($1.100), comenzaron a llegar por goteo los golosos comensales. Uno a uno se pusieron en la fila, mientras miraban de reojo el pendón con las opciones para definir sus preferencias. “¡Maestro! salen dos completos, una porción de papas fritas medianas y un as dinámico”, escuché vociferar al encargado que estaba en la caja.

En breve desde dentro del local, escuché mi nombre y vi aparecer un platillo de cartón con mi churrasco italiano, tenedor y cuchillo plásticos, junto a un puñado de servilletas de papel. El pan tipo hamburguesa estaba fresco, semi caliente y la carne jugosa y bien aliñada, con grandes rodajas de tomate, palta hass por doquier, mayonesa casera y ají. Luego del primer mordisco, mi sensación fue de alivio, pero con una breve cuota de culpabilidad. La mezcla de los ingredientes suele no fallar y en pocos minutos di por terminada mi experiencia para los Sabores Ciudadanos.        

“Los Pincheira” sigue siendo una picada con precios al alcance del bolsillo para grandes y chicos. Una visita a este local bien puede aplacar el hambre y hacerte sentir que vas a explotar de satisfecho, pero ojo, si estás pensando en preparaciones algo más sofisticadas o gourmet, olvídalo y gira hacia otro lado. Porque acá no hay pan brioche, ni pepinillos agridulces, ni aderezos By María, ni existen las mesas con sillas para sentarse a comer, tampoco hay baños si así lo requieres con algo de urgencia.  

Antes de abandonar el lugar, tomé un atado de servilletas y limpié el espacio que usé para degustar el churrasco italiano que solicité en caja, ya que un cartelito recuerda a los clientes no dejar sucio el lugar. Saqué de mi bolsillo un billete con el rostro de Ignacio Carrera Pinto y lo deposité en un tarrito color rojo. Respiré hondo, voté el aire que me quedaba en los pulmones y en mi interior, pensé en un tiempo no muy lejano, inscribirme en el gimnasio para seguir disfrutando no solo de este tipo de bondades, sino que también de los próximos restaurantes que tengo en mente. 

“Hasta luego”, le lancé a uno de los maestros que se encarga de la plancha y de preparar los sanguches. “Chau compita”, me respondió. Miré a mi cuñado y le dije “vamos, ya es hora de pensar en qué vamos a comer más tarde”.  

Para tener en cuenta, los horarios de funcionamiento de local son los siguientes: de lunes a jueves de 11:00 a 00:00 horas. Los viernes de 12:00 a 18:00 horas y los sábados de 18:30 a 00:00 horas. Domingos cerrado.

Evaluación: Correcta. 

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