Por: Álvaro Bustos Barrera
Ubicado en primera línea del borde costero de la Provincia de Cauquenes, en la Región del Maule, está el restaurant Punta Sirena de Curanipe. Mismo lugar donde funciona el hotel de igual nombre y donde sus visitantes y turistas tendrán la posibilidad de conocer y probar las más exquisitas preparaciones de la costa maulina, en manos de mujeres que viven en la localidad y sus alrededores.
Comenzamos esta experiencia para “Sabores Ciudadanos” un viernes de julio mirando el mar en un día soleado y con un Pisco Sour Catedral, una trilogía de Empanadas Fritas de queso camarón y queso jaiba, además de un Ceviche Sirena, de salmón y reineta que nos sirvió para abrir el apetito. Tanto el aperitivo a base de un destilado peruano como los entrantes, resultaron ser un buen comienzo y cada cual mostró lo suyo en acidez y texturas.
Luego de disfrutar estas primeras preparaciones con productos extraídos de la zona y quedar gratamente impresionado con los sabores y sazón de la cocina a cargo de María Verónica Muñoz y Rosita Suazo, probamos otro de los imperdibles: el Atún Esmeralda, una opción acompañada con risotto de setas y una suave salsa de higos sureños que aportó el toque de dulzor justo.
Al día siguiente, Curanipe nos ofreció una vista privilegiada a la playa y el Hotel Punta Sirena un desayuno de ensueño. Café verde tostado orgánico de emprendedores de la ciudad de Talcahuano, jugo natural, frutas de la estación, yogurt, pequeños trozos de quequitos, pan amasado recién horneado y huevos de campo, hicieron un match perfecto para comenzar la jornada sabatina.
Tras un breve paseo por la playa y recorrer algunos metros respirando aire limpio y sintiendo a ratos la brisa marina, llegó la hora del almuerzo. La Gerente del Hotel, Ellen Sotomayor, me invitó a descubrir algo más de las bondades que tienen en la renovada carta de comida del restaurant como el Salmón Sirena, el Mariscal Caliente o los Camarones Termidor, una preparación que te recomiendo pedir a ojos cerrados y que disfrutarás literalmente hasta la última cucharada.
Luego de ojear las distintas opciones, cada una mejor que la otra, me incliné por un pescado típico de la costa maulina y quizá uno de los imperdibles del restaurant. Desde la cocina emergió humeante un Congrio Frito con Pastelera de Choclo, que acompañé con una copa de vino blanco de la región. Una elección acertada en sazón, cantidad y maridaje, que luego agradecí a quien atendió mi mesa.
Al atardecer, cuando el sol ya se pierde en el horizonte y la luz cobra tonalidades magenta, nos permitimos cerrar el día con un Negroni, preparación que disfrutamos sorbo a sorbo y que dio paso a un descanso reparador.
El domingo por la mañana el servicio del Hotel Punta Sirena, nos ofreció nuevamente un desayuno estilo campestre: pancito hecho en el momento, humeante, mini sopaipillas, mantequilla con orégano y merkén, jugo natural, café y un trozo de pie de limón hecho con mano de monja que, en honor a la verdad, me devoré en solo minutos.
Tras un breve y obligado descanso, nos dirigimos al centro de Curanipe para conocer algo más de este paraíso en la Región del Maule, recorrer sus calles y apreciar aún esas antiguas construcciones de adobe, conversar con su gente y ver la amplia variedad de productos del mar en la caleta de pescadores.
Andrea Torres, vecina del hotel y futura candidata a concejal de la comuna, fue quien ofició de guía y junto a ella me adentré por sus calles donde el comercio ofrece de un cuanto hay. Sin embargo, mi destino era el mercado y luego de estacionar a algunos metros, llegamos a los puestos. Acá podrás encontrar un sinfín de productos frescos del mar como congrio, lenguado, reineta, jaiba, locos, choritos, machas, almejas, piure o erizos, entre otras exquisiteces y ojo… a muy buenos precios.
El último almuerzo vino con una sorpresa que mantuvieron en secreto durante toda mi estadía en el lugar. Me invitaron a tomar asiento en los comedores, pusieron frente a mi una generosa copa de vino tinto y un librillo de importantes dimensiones con un enjundioso Caldillo de Congrio, de los mejores que he probado en mi vida. Lleno de cariño que recomiendo sin lugar a dudas. Sabroso y con un picantito necesario, todos sus acompañamientos en su punto y ese toque de verdurita que le aporta sabor y color.
Hotelería de primer nivel con vista al mar
Punta Sirena no es solo un restaurant donde se ofrece enjundiosa comida de mar de buen nivel. Acá existe un lugar mágico donde poder relajarse en un espacio de calidad superior con precios al alcance del bolsillo, generando así un equilibrio perfecto ya sea en familia, en pareja o simplemente en solitario.
Hotel Punta Sirena es de aquellos lugares en los que posiblemente querrás permanecer gran parte del día, ya que además de la impresionante vista al mar, el entorno permite realizar caminatas por la orilla de la playa y sus alrededores, zambullirse en la piscina, apreciar la destreza de los deportistas practicando surf, kitesurf o windsurf, en un paraje ideal para este tipo de disciplina que requiere de un oleaje importante y fuertes vientos. Como si todo esto fuera poco, puedes finalizar tu jornada relajándote en las tinajas con agua caliente mirando el sunset.
Entonces, si deseas disfrutar de unos días de descanso y hacer una pausa para desconectarte y vivir una experiencia única con un servicio del más alto nivel, no puedes dejar de visitar el Hotel Punta Sirena de Curanipe y su restaurant. Podrás acceder a cómodas, amplias y calefaccionadas habitaciones con vista al mar, juegos infantiles para los más pequeños y probar una cocina en manos de mujeres que deslumbra por su cariño en cada preparación.
Agradecimientos a todo el personal del Hotel: Ellen Sotomayor (Gerente), Yasna Salgado (Recepción y Restaurant), María Verónica Muñoz y Rosita Suazo (Cocina), Romina Orellana (Servicio de Habitaciones) Verónica Muñoz y Rocío Salgado (Restaurant).
Ya lo sabes, si quieres reservar visita el Instagram @puntasirena o bien puedes llamar al +56 967798344.
Hotel Punta Sirena se encuentra a 6 horas de Santiago en Peuño bajo, 5 Kms al Sur de Curanipe, Región del Maule.
Evaluación: Excelente.