Razones por las que el Trastorno de déficit de atención no existe

Cuando un niño presenta problemas para controlar su comportamiento, habla demasiado, se mueve todo el tiempo, le es difícil concentrarse y prestar atención; es probable que se diagnostique como  Trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Este trastorno es muy común en la infancia y se considera como una condición médica que se suele tratar con medicamentos. Estado Unidos es el país que presenta más casos de este trastorno, también aquí es donde se han realizado más investigaciones para el tratamiento, y precisamente por eso, han surgido muchas dudas y controversias.

¿Realmente existe tal condición o simplemente es una invención para explicar ciertos comportamientos “molestos” en los niños y favorecer a la industria farmacológica? Si revisamos los síntomas que se consideran para diagnosticar el TDAH, podríamos llegar a la conclusión de que también podrían ser comportamientos normales que presentan los niños a cierta edad.

La terapeuta infantil Marilyn Wedge publicó su último libro sobre el Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad llamado “El trastorno llamado infancia”. A través de estudios serios y comprobados ha llegado a la conclusión de que el TDAH en realidad no existe y que si bien, los niños pueden llegar a ser hiperactivos y a presentar problemas de atención, se debe a otros factores. Aquí te presentamos algunas razones que ella plantea para negar la existencia del Trastorno de Déficit de Atención.

Los indicadores para realizar un diagnóstico son muy pobres

En la última versión del Manual para el Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales, un niño, adolescente o adulto sólo necesita presentar 6 de 9 síntomas para ser diagnosticado con TDAH. Estos síntomas incluyen “a menudo habla en exceso” y “a menudo mueve en exceso las manos y los pies o se retuerce en el asiento” y muchos otros que bien pueden llegar a ser molestos, pero comportamientos completamente normales. Un diagnóstico puede ser hecho por un psiquiatra infantil, un doctor, una enfermera practicante o un consejero con licencia.

Los mismos que producen los medicamentos son los que financian las investigaciones para el tratamiento

No existen mutaciones genéticas o indicadores biológicos visibles para el TDAH, más bien es un conjunto de comportamientos con una sola cosa en común: pueden disminuir con la ayuda de medicamentos. Resulta que prácticamente todos los estudios realizados que indican la existencia del TDAH, y la efectividad de los medicamentos para su tratamiento, han sido financiados por las compañías que los producen.

El resto del mundo no está medicando a los niños con TDAH de la misma manera en la que se hace en Estados Unidos

En Estados Unidos, el 13.2% de los niños y el 5.6% de las niñas son diagnosticados con TDAH. Este país representa sólo el 4% de la población mundial, pero consume el 70% de los medicamentos en el mundo. De acuerdo con Wedge “es 6 veces más probable que un niño en los Estados Unidos sea medicado por padecer TDAH que un niño en Francia, y 60 veces más que un niño de Finlandia”.

El comportamiento atribuido al TDAH puede ser explicado por muchos otros factores

Algunos estudios han demostrado que el hecho de haber nacido justo antes de la fecha adecuada para entrar al kinder, incrementa las posibilidades de ser diagnosticado con TDAH. También otros factores como el abuso emocional, sexual, o psicológico, el abandono, la violencia doméstica, el abuso de sustancias o el divorcio de los padres, puede contribuir al desarrollo de hiperactividad,  impulsividad y falta de atención. Los expertos aconsejan que si tu hijo va a entrar a temprana edad al kinder, consideres esperar un año más.

Los medicamentos no son la única solución al tratamiento de los síntomas del TDAH

La educación, la alimentación y las horas que los niños pasan frente a la televisión, afectan directamente los trastornos del comportamiento. Por ejemplo, en Finlandia en los años 70 se rediseñó el sistema educativo. Aumentaron la edad en la que los niños ingresan a la escuela, hasta los 6 ó 7 años, la tarea para el hogar es inexistente o mínima y tienen un receso de 15 minutos cada hora. La educación básica está basada en el juego, así que comportamientos relacionados con el TDAH no son considerados como una condición médica. También encabezan el ranking mundial de educación y como dato curioso, sólo el 0.1% de los países que componen esta lista, utilizan medicamentos para el tratamiento del TDAH.

Otro estudio realizado en el 2007 llamado “Southampton Study” llegó a la conclusión de que los colorantes artificiales y los conservadores con benzoato de sodio incrementan la hiperactividad en los niños de 3 a 9 años. Dicho estudio también explica que en Europa, a diferencia de Estados Unidos, los productores de alimentos han empleado alternativas a estos químicos para enfrentar dichos problemas.

En 2004, un estudio realizado por la Universidad de Washington, mostró la correlación entre el tiempo que los niños pasan frente a la televisión y los problemas de atención e hiperactividad.

Por lo tanto, la solución a problemas de hiperactividad y falta de atención en los niños radica en el cambio de educación, de alimentación y en la implementación de actividades alternas que les permita alejarse de la televisión. No aceptes el primer diagnóstico que recibas, busca segundas opiniones con distintos tipos de especialistas y no asumas que el medicamento es esencial para el tratamiento de problemas en el comportamiento; recuerda que la mayoría, si no es que todos de los síntomas que se asocian al TDAH, también son normales en el comportamiento de los niños.

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