Una de las razones por las que no puedes conciliar el sueño durante las noches, y por lo tanto no puedes descansar, puede ser que tus habitaciones no tienen una adecuada decoración. Una habitación antiestrés puede ser lo que necesitas.
Para muchas personas la habitación es un verdadero nido, un lugar donde nos deberíamos sentir cómodos y seguros para finalmente descansar después de una jornada larga de trabajo. No hay nada mejor que tu propio espacio. El problema es cuando esta buena sensación ahí, en tu recámara, y tu falta de sueño, se deteriora. Si todo va bien con tu salud, quizás sea tiempo de ver si la decoración de tu cuarto está siendo la culpable. Sí, una decoración luminosa y Zen puede ayudar a prevenir problemas de sueño y descanso y traer mejores sueños para tus noches. Revisa las siguientes sugerencias para lograr una pieza antiestrés.
1. Dále crédito a los tonos neutros
Los colores claros y neutros son aliados a la hora de mejorar la calidad del sueño. Ayudan a reducir la agitación. Son una opción segura para tu dormitorio. El beige, marfil, blanco y gris, proporcionan menos estimulación, dando a tu habitación una sensación de paz. Estos colores neutros son simples y funcionan bien con los muebles del dormitorio y la decoración para crear un espacio confortable. Pero si te gusta el color y no quieres renunciar a ellos, el azul, amarillo y verde (todos en tonos claros y suaves) también son buenas opciones.
2. Quita cosas de la vista y de la mente
Utiliza los cajones de la mesita de noche y una cómoda para almacenar artículos de tu vida cotidiana y deja que se muestren las piezas que te traen buenos recuerdos. Puedes ponerlos en los estantes, pero ten cuidado. La exageración puede causar el efecto contrario: una habitación desordenada con información innecesaria y perjudicarás el proceso de vaciar la mente.
3. Iluminación tenue
A menudo puede ser difícil de apagar la mente de un minuto a otro, y se logra únicamente borrando la única fuente de iluminación general en la habitación. Lo ideal es tener una lámpara en la mesita de noche y dejarla encendida durante varios minutos mientras que la transición hacia el sueño se hace. Cuando los ojos empiezan a sopesar, apaga la lámpara y duerme profundamente.
4. Saca lo electrónico
Una charla con el grupo de WhatsApp o ver esa película en la cama antes de dormir, puede darte difícilmente una oportunidad de tener una buena noche de sueño. ¡Resiste la tentación! Los dispositivos electrónicos, esenciales en la rutina de la vida diaria, terminan dejándonos ansiosos y agitados, todo lo que no debe ser en el tiempo que tenemos para descansar.
5. Cuelga todo
La ropa del día siguiente, el traje o incluso una pieza que utilizaste pero que quieres dejar ventilando antes de devolverla al armario, se pueden colgar en ganchos en la habitación. Habitaciones llenas y desorganizadas, donde tienes todo tirado en el piso o en los muebles, no es buena idea para nada, y causan contaminación visual, y consciente o inconscientemente estarás viendo un desorden que te puede causar alteración. Instala ganchos en alguna esquina, preferentemente fuera de tu campo de visión de la cama.
6. Cuidado con los olores
Ese delicioso perfume que te gusta y que has comprado y te lo aplicas en tu habitación; también esa crema hidratante que usas todos los días, la aplicas en tu cama, y qué hay de los productos para el cabello que dejas impregnados en tu almohada… Más que tener todos estos aromas en tu cama, es conveniente que los mantengas lejos. Sin duda son olores exquisitos, pero la mezcla de todos ellos puede ser irritante y causar dolor de cabeza. Una vela aromática o alguna esencia relajante va mejor en ese espacio que buscas relajar para poder dormir.
7. Agrega más calidez
Una alfombra, por ejemplo, puede traer un nuevo ambiente a tu habitación. Otro elemento que puede traer acogimiento y calidez, es un sillón. Escoge uno cómodo y con colores cálidos que sea de tu gusto. Estos elementos hacen que sea tu habitación un espacio.
Fuente: http://www.lavidalucida.com