Un grupo de científicos ha vinculado el consumo de alcohol en madres lactantes con problemas cognitivos en sus hijos. El resultado se dio a conocer por lo medios este miércoles.
«Cuanto más alcohol consumían las mujeres, o cuanto más arriesgados eran sus hábitos de consumo (excesivo) durante la lactancia, más baja era la capacidad de razonamiento abstracto de sus hijos, a los 6 o 7 años», comentó la autora del estudio, Louisa Gibson, estudiante de doctorado de neuropsicología de la Universidad Macquarie de Sidney (Australia).
Para llegar a la conclusión, se incluyó a más de 5.000 niños y madres, quienes desde 2004 fueron monitorizados cada dos años. El resultado fue que los niños cuyas madres tomaron alcohol durante la lactancia demostraron una regresión cognitiva y peores habilidades de razonamiento.
Además, Gibson indicó que hay varios factores que podrían explicar cómo el alcohol consumido por las madres que están amamantando afecta a las capacidades mentales de sus niños.
Primero, sugirió que la bebida puede dañar directamente las células del cerebro del lactante. Después, advirtió que también puede, de algún modo, cambiar el contenido nutricional de la leche materna, causando una temprana deficiencia alimentaria en el infante.
Según MedicalXpress, pese a que el estudio encontró una asociación, no demostró una relación directa de causa y efecto. Lo que quiere decir que el efecto podría no ser duradero, ya que cuando los niños volvieron a someterse a una examinación entre los 10 y 11 años, este vínculo ya no era tan evidente.
Otros estudios realizados por autores como Little 1989, Moretti 2000, Koren 2002, Backstrand 2004 y Sachs 2013, indican que el consumo de alcohol puede causar sedación, desmedro, irritabilidad y retraso psicomotor en el lactante. Incluso, un consumo agudo excesivo puede provocar coma, convulsiones y riesgo de muerte en el lactante.