Aunque el término “andropausia” no termina de considerarse una denominación del todo correcta, andropausia o climatérico masculino es el término que se adoptó en el ámbito académico para definir una caída en el nivel hormonal masculino, comparado con la menopausia que sucede en la mujer.
A diferencia de la mujer en la que el síntoma que anuncia la llegada de la menopausia es muy claro, el cese de la menstruación; en el hombre la manifestación de esta baja hormonal no es tan clara.
La andropausia se ubica entre los 40 y 50 años de edad del hombre. Se estima que alrededor de los 40 años comienza una pérdida anual de la testosterona que va del 1 al 2% hasta llegar a los 70 años que alcanza ya una baja del 30%. Estos cambios tienden a darse poco a poco, sin embargo, aproximadamente un 30% de los hombres de entre 40 y 50 años tienen posibilidades de sufrir decesos pronunciados en sus niveles de testosterona lo que conocemos como: andropausia.
La testosterona influye en varias funciones tanto físicas como bioquímicas y mentales por lo que una baja en dicha hormona afecta directamente en lo sexual, huesos y músculos; inclusive, se pueden observar modificaciones en los niveles de colesterol.
Algunos de los síntomas que pueden estar relacionados con la andropausia son:
Pérdida de masa muscular
Pérdida de vello genital
Reducción del tamaño testicular y erecciones menos firmes
Manos y pies fríos
Aumento de grasa abdominal y aumento de peso
Hormigueo en las extremidades
Sudoración
Estreñimiento y falta de apetito
Alteraciones en el sueño y cansancio
Disminución de la libido
Irritabilidad, depresión y ansiedad
Sensación de tristeza
Cambios de humor
Es importante mencionar que hay cuestiones ambientales y del ciclo de vida que coinciden con esta disminución hormonal; la andropausia comienza en un momento de vida especial: la llamada crisis de los 50s, en la que el hombre ya no tiene la misma fuerza y vigor físico que solía tener años atrás; generalmente para este momento, el hombre ya se ha estabilizado en una vida de pareja así como de familia pero coincide con el momento en que los hijos se comienzan a independizar. Asimismo también el hombre se encuentra en un momento de su vida laboral en el que se cuestiona qué tan productivo ha sido y puede ser, surge un temor a quedarse estancado o a sentirse, de alguna manera, poco productivo. En la madurez la persona ya no es tan idealista como lo era en su juventud, tiene mayor experiencia y comienza a sentir el paso del tiempo, cosa que no sucedía años atrás, comienza a sentir que envejece. Todas estas cuestiones junto con los cambios hormonales influyen en la intensidad en que se vive la andropausia. Por lo tanto, el hecho de cómo hemos vivido los años previos influirá en la manera de apreciar y vivir la vida durante esos años.
Para aminorar los síntomas es preciso tener hábitos saludables desde la juventud, llevar una buena alimentación y hacer ejercicio: se ha observado que la obesidad y el alcoholismo provocan la aparición prematura de síntomas ligados a este padecimiento, por lo que se sugiere evitar el tabaco, así como tomar 2 litros de agua al día lo cual ayuda a que las funciones metabólicas se realicen adecuadamente.
Incluso la manera en que se enfrenta la vida en general desde lo emocional influirá en la forma en que se afronte dicha etapa de la vida, por lo que es importante reconocer las emociones y solicitar ayuda si es preciso. En lo emocional, es recomendable tener hobbies, dedicar parte del tiempo al arte, al ejercicio así como realizar tareas que te agraden y ocupar el tiempo libre.
Asimismo, hay que tener en cuenta que existen tratamientos tanto médicos como emocionales que te ayudarán a sobrellevar la andropausia de mejor manera.
Por Psic. Paola Hamui
Fuente: El Universal