Las autoridades de las carteras de salud de Cuba y Estados Unidos firmaron un acuerdo esta semana en Washington en pro de coordinar acciones para combatir las enfermedades que afectan a ambos países e intercambiar experiencias.
Según informa TeleSUR, la alianza abre caminos para coordinar acciones globales como la seguridad, enfermedades transmisibles y no transmisibles, investigación y desarrollo, y tecnología de la información. La misma fue rubricada por el Ministerio de Salud Pública y el Departamento de Salud y Servicios Humanos estadounidense (HHS, por su sigla en inglés).
La colaboración bilateral se da como resultado del interés de los dos en detectar y responder a enfermedades infecciosas emergentes como el dengue y el chikungunya, transmitidas por mosquitos. Comparten también los problemas de una población envejecida y la necesidad de encontrar soluciones a los padecimientos neurodegenerativos y otros no transmisibles, donde también se incluye el cáncer.
El acuerdo incluye la posibilidad de intercambios académicos y proyectos de investigación conjuntos. Además, servirá de paraguas para actividades específicas que se quieran desarrollar en el futuro.
El jefe de la oficina de Asuntos Globales del HHS, Jimmy Kolker, expresó que “hay un valor epidemiológico en comunicarse con Cuba” y añadió que “el zika ha puesto a pensar a las personas en la relación cercana que tenemos producto de la proximidad geográfica y el posible impacto del cambio climático en el hecho de que algunas enfermedades que solo eran conocidas en áreas tropicales se esparzan a regiones continentales como Estados Unidos”.
El Gobierno de Cuba establece por octava vez entendimientos con EEUU desde el 17 de diciembre del 2014 con el fin de normalizar las relaciones, sin embargo la persistencia del bloqueo económico, financiero y comercial sobre la isla entorpece el desarrollo del proceso.