Bancos de leche: la nueva propuesta para recuperar la cultura de la lactancia materna

Varias iniciativas destinadas a promover la lactancia materna esperan en la antesala de los organismos legislativos para convertirse en nuevas leyes que faciliten la alimentación de los recién nacidos con leche materna.

Según datos del Minsal, el 53% de los bebés de seis meses se alimentan exclusivamente con leche materna. Ahora bien, ¿qué pasa cuando una mamá no tiene leche para amamantar a su guagua?

Precisamente para abordar esta problemática, el Ejecutivo manifestó interés para apoyar un proyecto de ley -impulsado por las diputadas PC Karol Cariola y Camila Vallejo– que busca crear bancos de leche en los hospitales de la red pública para contribuir en la promoción de la salud infantil, sobretodo en aquellos casos en que no hay disponibilidad de leche materna de la propia madre.

En Chile, el Código Sanitario establece que  la leche materna tiene la particularidad de entregarse en propiedad al lactante, probablemente, para asegurar que el fluido bioactivo se destine exclusivamente a la alimentación del hijo. Ese tratamiento jurídico establece como una obligación para la madre amamantar a su hijo o hija y no como un derecho del niño el ser alimentado con la leche materna.

La nueva propuesta, que adecuará la regulación chilena a las actuales políticas públicas de salud mundial, implicará un cambio en la propiedad de la leche materna para que aquellas mujeres que tienen exceso de leche o que simplemente quieren ser parte de la contribución a niños que por diversas razones no tienen acceso a tener lactancia materna directa puedan donar su leche a los bancos creados para este fin.

«Nos da la impresión de que hay muy buena disposición por parte del Gobierno de implementar los bancos de leche», aseguró a El Ciudadano la diputada Karol Cariola. La parlamentaria, que se reunió tanto con el Minsal como con el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, afirmó que «hay compromiso de la Comisión de Salud para tramitarlo en los próximos meses», a pesar de que el proyecto está ingresado desde 2014 y sigue a la espera de iniciar los trámites parlamentarios. «Es una cuestión de voluntad política», agregó.

En todos los países de Sudamérica, con excepción de Chile, se han creado bancos de leche humana como instrumentos de salud pública, desplazando las soluciones de lactancia artificial, que suponen mayores gastos sanitarios, tanto en el corto como en largo plazo.

En este sentido, el antropólogo y experto en Salud Pública, Ricardo Oyarzún, asegura que la iniciativa «es una solución para las mujeres con menos recursos y que tienen que recurrir a la lactancia artificial que es extremadamente cara».

Según el experto, el proyecto también beneficiará a los niños prematuros -nacidos con menos de un quilo y medio- cuyas mamás no disponen de leche. En tales casos, la Organización Mundial de la Salud y Unicef recomiendan la alimentación con leche materna donada por otras madres.

Desde el pasado mes de noviembre el Hospital Sótero del Río, en Puente Alto, dispone de un banco de leche que analiza, almacena y subministra leche donada para niños recién nacidos o prematuros. Sin embargo, tal y como hoy lo establece la ley, «la leche materna es para recién nacidos de la madre correspondiente, que se extrae su líquido porque tiene una sobreproducción», comentó Cariola.

No todas quieren dar pecho

Las beneficiosas propiedades de la leche materna han sido ampliamente estudiadas y los principales organismos de Salud a nivel mundial acreditan sus ventajas tanto para el niño como para la madre: fortalece sus sistemas inmunológicos, mejora el apego y ayuda a la prevención de la depresión post parto.

Los beneficios naturales del fluido junto con las obligaciones sociales que las mujeres cargan -asociadas a su rol de género-hacen que la maternidad y la lactancia sean fases casi obligatorias que toda mujer tiene que experimentar. Sin embargo, muchas deciden voluntariamente no amamantar a sus hijos o hijas y subministrarles leche artificial.

En este sentido, la diputada Karol Cariola fue clara en enfatizar que «desde una perspectiva de género creemos que es muy necesario resguardar el derecho de las mujeres a tomar una decisión tan íntima, tan propia y tan personal como la del amamantamiento directo» y que por eso el proyecto «es una alternativa para aquellas mujeres que por opción o por obstrucción no quieren o no pueden generar la lactancia materna de forma directa». Y agregó: «se busca reivindicar el derecho de la mujer de decidir sobre los tiempos de su maternidad, cómo la enfrenta, cómo la lleva y cómo se vincula, sin que esto transgreda la posibilidad de que los niños tengan el aceso o la opción de recibir leche materna que no necesariamente venga de sus propias madres».

Otras propuestas para favorecer el amamantamiento

Otra iniciativa para promover la alimentación con leche de la madre, éste ya en segundo trámite constitucional, es la que sanciona a quienes limiten la lactancia en el espacio público. Según explicó la presidenta de la Comisión de Salud, Carolina Goic, los obstructores se enfrentaran a sanciones de hasta más de dos millones de pesos.

Las exigencias para favorecer la lactancia materna también se enfocan a los profesionales de la salud. Hace pocas semanas también la diputada Karol Cariola junto con Andrea Molina (UDI) presentaron una propuesta que busca exigir a los prestadores de salud que sus acciones fomenten el apego precoz materno infantil y el amamantamiento. En este sentido, la parlamentaria comunista explicó que «a veces por la necesidad del servicio o el apuro de los funcionarios se impide que la mamá y el recién nacido tengan el apego necesario durante los primeros 45 minutos de vida». «Eso se tiene que coartar», espetó.

Finalmente, el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género tiene entre sus retos ampliar las propuestas para promover la lactancia materna una vez que las mujeres vuelven al trabajo. La institución promueve las salas de lactancia en oganizaciones desde 2006, pero la instalación de una sala de lactancia, como lugar destinado a que las mujeres puedan extraer su leche de forma segura, aún no es una práctica uniforme en el aparato público.

Más allá de las falencias y asignaturas pendientes en lo que se refiere a la promoción de la salud pública, en general, y de la lactancia materna, en particular, lo cierto es que la tendencia de los últimos tiempos apunta a fomentar y recuperar la cultura de la lactancia materna y extender sus beneficios a todos los recién nacidos. Una nueva realidad que se convierte en amenaza para muchos de los laboratorios y grandes marcas de leche artificial que lo tendrán muy complicado para sustituir o reinventar algo que pueda sustituir tanto a la leche materna como a la práctica de alimentar a un hijo de forma natural.

Meritxell Freixas

@MeritxellFr