Brasil podría convertirse en el próximo epicentro mundial de la pandemia del coronavirus después de que su gobierno nacional se opusiera a implantar restricciones fuertes para frenar la propagación de contagios y mientras el presidente, Jair Bolsonaro, lucha contra los poderes para minimizar la importancia del brote, destacó este jueves un análisis del portal Perfil.
Recordó que hasta el momento, Brasil es el segundo país más afectado de América, después de Estados Unidos, con 68.200 contagios totales y 4.700 fallecimientos. El gobierno brasileño dijo que espera el pico del brote en un plazo de entre 2 y 9 semanas, algo que podría colapsar todavía más el sistema sanitario del país, que ya tiene varias capitales regionales sin poder recibir más pacientes al no haber más plazas hospitalarias disponibles.
«Tenemos todas las condiciones aquí para que la pandemia se vuelva mucho más grave», dijo Paulo Brandão, virólogo de la Universidad de Sao Paulo, a la agencia AP.
«Tenemos que abordar esto como un problema, como una curva que viene creciendo, como un agravamiento de la situación», declaró el ministro de Salud, Nelson Teich, quien reemplazó hace dos semanas al destituido Luiz Henrique Mandetta.
Precisó que ese agravamiento «sigue restringido» a estados que están viviendo «mayores dificultades», como Sao Paulo, Rio de Janeiro, Pernambuco, Ceará y Amazonas.
Consultado sobre el aumento de muertos, Bolsonaro, muy cuestionado por su escepticismo ante la pandemia y su campaña contra la cuarentena, dijo: «¿Y qué? Lo lamento. ¿Qué quieren que haga qué? Soy Messias (por su segundo nombre), pero no hago milagros», afirmó.
El secretario de Vigilancia en Salud, Wanderson de Oliveira, declaró que el gobierno prevé que el período de mayor incidencia del virus empiece dentro de dos semanas, coincidiendo con la época del año en la que se registran más virus respiratorios habitualmente.
«Estamos en la semana epidemiológica número 18. El período de mayor incidencia de virus respiratorios ocurre alrededor de la 20ª, 22ª y 27ª semana. En algunos años se anticipa, en otros es más tarde», comentó.
Para Oliveira, la inmunización de la enfermedad no es algo que pueda lograrse a corto plazo y afirmó que Brasil debe observar un período mínimo de tres meses y ampliar el número de pruebas de diagnóstico del virus, aunque descartó examinar a toda la población.
«El test en masa no significa testar a todas las personas. Significa más personas sobre criterios más precisos», y agregó que algunos grupos deben tener prioridad para las pruebas, como profesionales de salud y seguridad.
La llegada del pico del virus en el país amazónico se produce en un momento en el que capitales como Manaos, Río de Janeiro, Fortaleza, Recife o Belo Horizonte ya están con su sistema público de salud al máximo de su capacidad.
En Río de Janeiro, la segunda mayor ciudad del país, hay 326 personas esperando una plaza en la Unidad de Tratamiento Intensivo (UTI), al estar la red pública (municipal, regional y federal) totalmente ocupadas, informó la agencia Xinhua.
En Manaos (capital regional de Amazonas), el número de muertes por el virus provocó un récord de 140 entierros en fosas comunes el pasado domingo 26, casi 5 veces más que el promedio diario durante el año pasado.
Al menos 320 personas murieron en el estado, donde hay 3.928 casos confirmados. En Ceará y Pernambuco (ambos en el noreste), el virus dejó 390 y 450 muertos respectivamente y más de 13.000 casos en total, provocando el colapso hospitalario en sus respectivas capitales, Fortaleza y Recife.
Los máximos expertos en epidemiología del país creen que el gobierno no debe aflojar el aislamiento social decretado si desea evitar convertir al país en epicentro de la pandemia, puesto que hoy ocupa Estados Unidos.
«O nos tomamos las cosas en serio o las consecuencias serán todavía más catastróficas», aseguró la especialista del Instituto de Microbiología Paulo de Góes de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), Luciana Costa.
«Reabrir el comercio ahora mismo es una irresponsabilidad. Es evidente que el aislamiento tiene un impacto importante en la economía, pero en el resto de países quedó claro que es la única forma de evitar más contagios».
Curva de contagios no para de crecer
Expertos alertan que Brasil todavía no llegó al pico del brote y la reducción del aislamiento registrado en los últimos días puede resultar fatal, pese a que distintos sectores liderados por el presidente Jair Bolsonaro piden una apertura de la economía y la vuelta a la normalidad.
De acuerdo con Costa, «la única forma que hay para reabrir la economía es aislar completamente a todas las personas de riesgo, principalmente los ancianos. Evitar que tengan cualquier tipo de contacto con las personas más jóvenes, algo que es impensable, teniendo en cuenta que hay millones de viviendas en Brasil en las que viven varias generaciones», dijo.
«Lo más importante ahora es definir si es más importante reducir el número de muertos entre la ciudadanía o el problema social que causa el aislamiento», comentó.
«A medida que el virus avanza hacia el interior y llega a ciudades menores, la demanda por servicios más especializados de salud también crece, pero en estos municipios no tienen los recursos para atender todos los posibles pacientes», alertó.
Por su parte, la presidenta de la Sociedad de Infectología de Río de Janeiro, Tania Vergara, expresó que el país aún no alcanzó el pico del virus, por lo que se observa que la curva de contagios «no para de crecer».
«Las principales autoridades en epidemiología e infectología del mundo piden el aislamiento social, pese a su costo económico, como forma más eficaz contra el Covid-19», dijo Vergara.
La infectóloga lamentó la politización de la pandemia en Brasil, en que un sector representado por el gobierno central quiere retomar de manera rápida la normalidad, mientras que varios gobernadores de estados como Sao Paulo y Río de Janeiro pidieron que las personas mantengan la cuarentena.
«No sirve de nada mantener solo a los ancianos en casa, si luego tienen contacto con hijos o nietos que han estado en la calle y pueden haber contraído el virus. La cuarentena es necesaria y hay decenas de casos en el mundo que nos muestran esto», sostuvo la experta.
«El aislamiento social de toda la población busca una función fundamental, que es evitar el colapso del sistema de salud, que en Brasil ya presenta históricamente varias deficiencias y que ahora, como estamos viendo, está llegando nuevamente al límite», mencionó.
Agregó que lo que se necesita es «un pacto social» para proteger a la población más vulnerable. Diez estados brasileños han anunciado medidas para flexibilizar el distanciamiento social, mientras que otros dos ya tienen planes para levantar de manera parcial la cuarentena, pese a que día a día crece el número de contagios y muertes en el país.
Latinoamérica está como Europa hace seis semanas
El subdirector de la Organización Panamericana de Salud (OPS), Jarbas Barbosa, advirtió este martes que Latinoamérica está como «Europa hace seis semanas» en cuanto al avance de la pandemia e indicó que lo que «se puede esperar para las próximas semanas es el crecimiento de número de casos», en un momento en que en la región hay cerca de 8.900 fallecidos por el coronavirus y más de 176.000 contagios confirmados, según un balance que no incluye a Estados Unidos ni a Canadá.
«Por eso es importante que los ministerios de la Salud de los gobiernos sigan sin bajar la guardia con las medidas de distanciamiento», agregó Barbosa. Según la OPS, los países más afectados con nuevos casos la semana pasada fueron – además de Estados Unidos – Brasil, Canadá, Ecuador y México.
La directora de la organización, Carissa F. Etienne, indicó que el aumento de las pruebas permitió tener un mejor diagnóstico de la situación.: «A medida que aumentan las pruebas, los países comienzan a actualizar sus números para confirmar lo que habíamos esperado durante mucho tiempo: la carga de Covid-19 en nuestra región es mayor de lo que las autoridades de salud han podido informar semanas anteriores», dijo la médico.
En un momento en que en muchos países la campaña de vacunación se ha visto perturbada por el virus Etienne lanzó un llamado a no retrasar estas intervenciones.
«Debemos vacunar para proteger a los trabajadores de la salud, las personas mayores y las poblaciones vulnerables de otras infecciones respiratorias, como la gripe y el neumococo, que pueden llevar a más hospitalizaciones», dijo la funcionaria, quien además señaló que estas dos enfermedades también pueden ser «más difíciles de diagnosticar dentro del contexto».
Con respecto a la llegada del invierno en el Hemisferio Sur y su impacto sobre el avance de la epidemia, Barbosa señaló que el Covid-19 puede «producir brotes importantes en cualquier país de cualquier temperatura». El médico aclaró, sin embargo, que «durante el periodo de invierno hay una transmisión más fuerte de los virus respiratorios» y esto puede acelerar la transmisión del coronavirus.