China desde el próximo 8 de enero degradará el nivel de emergencia con que gestiona la Covid-19, renombrará la enfermedad y dejará de poner en cuarentena a los viajeros internacionales, precisó hoy un comunicado oficial.
Según el aviso de la Comisión Nacional de Salud, a partir de esa fecha identificará la patología como “infección por un nuevo coronavirus”, en vez de “neumonía por un nuevo coronavirus” que usaba hasta ahora.
También cambiará de A a B la categoría para manejar la enfermedad, porque el microorganismo sigue mutando pero es menos virulento, mayormente causa síntomas leves, los contagiados se recuperan rápido y provoca pocas muertes.
Ello implica que cesará la exigencia de someter a aislamiento y realizar pruebas PCR a quienes llegan del exterior.
No obstante, los viajeros internacionales todavía necesitarán resultados negativos de un test tomado 48 horas antes de arribar a China y usar mascarillas durante la travesía.
Las autoridades tampoco pondrán en aislamiento a los casos positivos, eliminarán el rastreo de los contactos cercanos y no designarán más áreas de alto riesgo por transmisión del SARS-CoV-2.
Mantendrán los servicios de PCR para quienes deseen hacerse los exámenes y reajustarán la frecuencia de la publicación relacionada con la situación epidemiológica, que ahora emiten a diario.
Con estas decisiones China se aleja más de su estricta política de cero Covid-19 y avanza en la convivencia con el virus, tal y como hace el resto del mundo.
Este mes el Gobierno revolucionó el mecanismo sanitario, desmontó muchas medidas y simplificó otras en función de garantizar el crecimiento socioeconómico y erradicar prácticas polémicas que causaron malestar en la población y destaparon protestas sin precedentes en noviembre.
Pero al mismo tiempo el país experimenta el peor rebrote de Covid-19 desde 2020 en Wuhan, que según expertos se debe a la continua mutación del coronavirus SARS-CoV-2, la llegada del invierno y la caída de la respuesta inmune en las personas vacunadas.
La oleada disparó la cifra diaria a millones de infectados y aunque los muertos por la enfermedad también aumentaron, las autoridades sanitarias solamente contabilizan a quienes fallecen por problemas respiratorios o neumonía.
Fuente Prensa Latina