Según el diario ‘The Washington Post‘, en la investigación llevada a cabo por la ONG de atención médica Kaiser Permanente participaron más de 600 personas pertenecientes a grupos de alto riesgo, la mayoría de los cuales eran hombres que mantenían relaciones sexuales con hombres. De acuerdo con los científicos, estos individuos, que estaban sanos en el momento de participar en la investigación, fueron sometidos a un tratamiento diario con una píldora de color azul llamada Truvada como forma de profilaxis pre-exposición (PPrE). La pastilla fue lanzada en 2012 y desde entonces no había dejado de generar a la vez polémicas y nuevas esperanzas.
El autor principal del estudio, Jonathan Volk, médico y epidemiólogo en el Centro Médico Kaiser Permanente de San Francisco, ha descrito el estudio como «el primero en ampliar la comprensión del uso de la PPrE en un ambiente del mundo real que sugiere que el tratamiento puede prevenir nuevas infecciones con el VIH, incluso en un entorno de alto riesgo».
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades aseguran que la PPrE ha demostrado reducir el riesgo de infección por el VIH hasta en un 92 por ciento cuando lleva a cabo de forma constante pero es mucho menos eficaz cuando se hace de manera intermitente. Un estudio realizado en el Reino Unido en el que participaron hombres que tenían sexo con otros hombres el riesgo de infección de los voluntarios se redujo en un 86 por ciento.
De acuerdo con los resultados de los estudios, que se prolongaron durante dos años y medio y han sido publicados en la revista ‘Clinical Infectious Diseases’, ni un solo participante resultó infectado con el VIH al tomar la medicación a diario.