Coca Cola acumula demandas y sanciones en diversos paises del mundo derivados de graves hechos de contaminación, malas prácticas laborales y uso de aguas no autorizados.
Coca Cola Embonor S.A anunció en Agosto pasado un incremento del 23% real en sus utilidades del periodo Enero – Julio 2008, con respecto de igual período en el año anterior. En el primer semestre de este año la multinacional vendió 48,8 millones de cajas unitarias, con lo cual su volumen de ventas creció en un 5,1 %. Interesantes cifras, luego de que en 1943 fuera embotellada la primera Coca Cola en Chile, transformándose en el tercer país sudamericano en producir la bebida, luego de Perú (1936) y Ecuador ( 1940). Luego de un largo camino, la compañía opera en ocho plantas en el país, ubicadas en las regiones XV, I, V, VII, VIII. IX, X y R.M comprendidas en tres grupos embotelladores, Coca Cola Embonor S.A, Embotelladora Andina S.A y Coca Cola Polar S.A. Sus productos son variados e incluyen, además de la variedad de colas, agua tónica, néctar de frutas, bebidas energizantes, bebidas en base a té, y bebidas de fantasía.
En la fase de producción, la compañía utiliza casi tres litros de agua por cada litro de producto terminado. Las aguas desechadas constituyen contaminantes, que la multinacional deposita en lugares protegidos, como ocurrió en Colombia, situación por la cual, fue multada en Agosto pasado, por la Secretaría Distrital del Ambiente, de la Alcaldía Mayoy de Bogotá, al demostrarse que habáin descargado sus desechos en el humedal de Capellania, en la zona de Fontibón. La Resolución Nª2336 de la entidad distrital, condena a la multinacional a pagar poco más de 88 mil dólares al demostrarse técnicamente, que había puntos de descarga de desechos industriales que no estaban registrados y hacia donde llegaban descargas industriales directas de la planta de Coca Cola, sin ningún tipo de tratamiento. El hecho es considerado atentatorio contra un área de especial importancia y protección ecológica. El proceso por contaminación del Humedal Capellanía tiene su origen en la caducidad del permiso de vertimientos otorgado a la multinacinal por cinco años y la no autorización de la Secretaría de Ambiente para renovar este permiso. Posteriormente, mediante visitas técnicas fue verificado el estado de la red de alcantarillado de Coca Cola y la realización de descargas industriales, evidentemente no autorizadas.
El caso de la India
Una situación muy similar ocurrió en la India en el 2005, donde alrededor de mil manifestantes marcharon para pedir que cerrara la planta cercana a Varanasi, ellos tenían la certeza de que todas las comunidades cercanas a plantas embotelladoras de Coca Cola padecen la falta y contaminación de sus suelos y napas freáticas. Análisis toxicológicos registran la presencia de altos porcentajes de pesticidas prohibidos como el DDT y como «buenos vecinos» distribuyeron sus desechos industriales a los campesinos de Mehdigani con el argumento de que servían para «abono» El resultado es que hoy los suelos son estériles.
En la marcha fueron dtenidos ilegalmente cerca de 350 manifestantes. Uno de los organizadores, Nandlal Master señaló «Coca Cola roba nuestra agua, nuestras tierras dicen que legalmente y que ilegal es nuestra lucha por la supervivencia, por nuestra existencia». Anteriormente, el 2003, también fueron violentamente repelidas manifestaciones en contra de las plantas embotelladoras de Coca Cola en la Inida, pero la sensación de los ciudadanos es de que están frente a un monstruo poderoso que goza de inmunidad, tanto en la India, como en otros países.
Otros países
En Panamá, esta multinacional debió pagar 300 mil dólares como multa por la contaminación del rio Matasnillo, cuando el 30 de abril de 2003 Coca Cola vertió sobre el río Matasnillo alrededor de mil 252 galones de colorante utilizado para la preparación de la bebida Deli Tutti. El color rojizo que empaño el río se veía desde el barrio Bethania, en ciudad de Panamá (lugar donde se encuentra la fábrica) hasta la desembocadura del río en la Bahía de Panamá. El representante legal de Coca Cola, declaró que el incidente se debió a un «error humano involuntario, ya que el colorante fue vertido en un desagüe pluvial, en vez de haber sido dispuesto en el vertedero público»
En Venezuela, hace sólo unos días, los sindicatos acusaron a la empresa Coca-Cola de burlarse de los trabajadores con retrocesos en la posición asumida con ex empleados disgustados y desconocer el exhorto de la Asamblea Nacional de Venezuela. La dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Marcela Máspero, aseguró que en Maracaibo, a 700 kilómetros al sureste de Caracas, grupos de sicarios de la entidad agredieron ayer a los ex trabajadores y llegaron rociar gasolina a uno de ellos. Indicó que también se hizo uso de la violencia en las plantas de Los Cortijos y Antímano.
En Colombia también, esta empresa fue vinculada con grupos paramilitares, los cuales habrían sido contratados para atemorizar a los dirigentes sindicales, es más, ocho líderes sindicales de Coca Cola han sido asesinados desde 1989 (workers.org).
En Filipinas, los trabajadores denunciaron las progresivas reducciones de personasl, reemplazándose el trabajo regular, con tranajo a trato y tercerización o externalización. Demás está decir que ésta modalidad impide a los trabajadores pertenecer a los sindicatos y acceder a los beneficios de Convenios Colectivos.Haitì, Perú, Australia son parte de los paìses donde los trabajadores de Coca Cola denuncian abusos laborales.
Ninguna Maravilla
Y como si fuera poco, la bebida en cuestión, junto con consumir agua en exceso (3 por 1) no aporta ningún elemento nutritivo, al contrario, al contener altas concentraciones de azúcar, es uno de los principales contribuyentes de la obesidad que afecta cada vez en mayor medida a nuestras poblaciones del tercer mundo, generando por otra parte, problemas dentales. Probablemente, el gobierno sea el último en cuestionar los contenidos, la calidad de los productos y las prácticas ejercidas contra quienes se oponen a sus metas expansionistas, pero los ciudadanos somos quienes consumimos, quienes decidimos por la seguridad de lo que consumirán nuestros hijos. La próxima vez que vaya por una bebida, recuerde la contaminación de los humedales, el uso no autorizado de aguas subterráneas, la violencia, que un litro equivale a tres en realidad. Tal vez sea mejor una limonada.
Por Verónica Grunewald