Investigadores determinaron que el aumento sospechoso en más de 10 veces de las infecciones de malaria (o paludismo), en solo tres semanas, en un área urbana de Etiopía fue causado por un mosquito conocido como ‘Anopheles stephensi’, resistente a los insecticidas más comúnmente utilizados. El informe, que muestra evidencias novedosas de que este mosquito es una amenaza significativa a la hora de eliminar la malaria en el continente africano, fue presentado este martes en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Medicina Tropical e Higiene.
El brote se produjo en Dire Dawa, una ciudad de unos 500.000 habitantes en el este de Etiopía que normalmente registra solo unos 200 casos al año. Pero entre enero y mayo de 2022, meses en los que las lluvias habitualmente son escasas y las infecciones son particularmente raras, se reportaron unos 2.400 casos.
«La malaria en África generalmente se asocia con las temporadas de lluvia en las áreas rurales», dijo Fitsum G. Tadesse, investigador del Instituto de Investigación Armauer Hansen, en Addis Abeba. «Además, a diferencia de los mosquitos que normalmente transmiten los parásitos de la malaria en África, este [‘A. stephensi’] es más conocido por su capacidad para prosperar en contenedores de almacenamiento de agua».
Los investigadores comentan que la mayoría de los casos de malaria en África se trasmite por la especie ‘Anopheles gambiae’, con poblaciones que aumentan y disminuyen con las estaciones de lluvia que inundan las vías fluviales rurales. Por su parte ‘A. stephensi’ ha sido durante mucho tiempo el principal vector transmisor de la malaria en las zonas urbanas de India e Irán (países asiáticos).
La presencia en África de este mosquito no fue confirmada hasta 2012, en Yibuti, país vecino de Etiopía que tiene aproximadamente un millón de personas. A ese informe le siguió un aumento sospechoso en los casos de malaria –llegándose a multiplicar hasta por 40–, desde 2013 hasta la actualidad, en ese pequeño país. Tadesse considera que ‘A. stephensi’ probablemente llegó en contenedores de envío, pero no resultaron ser una amenaza significativa hasta 2020.
De las 627.000 muertes anuales por paludismo en el mundo, el 95 % ocurren en África y la mayoría de las víctimas son niños menores de 5 años. En los últimos años, el progreso contra la enfermedad se ha estancado. «Este no es como ningún otro mosquito portador de malaria que hayamos visto antes en África», dijo Sarah Zohdy, experta de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. «La capacidad de este mosquito para persistir en la estación seca y en entornos urbanos tiene el potencial de alterar el panorama de la malaria en África«, explicó.
Fuente: RT.