Damian Marley y el cannabis: «En Jamaica ha sido una gran parte de nuestra cultura y de nuestra música»

En entrevista con Vice, el hijo más joven de Bob Marley, Damian, habló acerca de su nuevo proyecto cannábico, una iniciativa que pretende convertir una antigua prisión en un auténtico imperio de producción de marihuana.

De la mano de la sociedad de Ocean Grown Extracts (OGE), Marley planea utilizar el espacio de la cárcel para sembrar, extraer y empacar cannabis con objetivos medicinales. En California, donde se realizará el proyecto, la regulación del mercado de cannabis medicinal reportó ingresos de 600 millones de dólares el año pasado.

El joven Marley reconoció que fuma desde pequeño y que para ellos y su comunidad rastafari se trata de un sacramento religioso. «En Jamaica ha sido una gran parte de nuestra cultura y de nuestra música. Voy a decir algo que me parece importante para las personas jóvenes que no fuman pero quieren experimentarlo: yo los invitaría a que la coman. Fumar no es la elección más saludable, sin importar qué estés fumando. Si no fumas, siempre es mejor comerla», recomendó.

Además de reconocer que la marihuana forma parte de su vida y que fuma diariamente, Marley opinó que las nuevas regulaciones sobre cannabis en materia de leyes avanzan por buen camino.

«El que ya no sea ilegal es de las mejores cosas que me pasaron. Además de los negocios de los que hemos estado hablando, el simple hecho de tener un porro y saber que no voy a pasar la noche en una celda es lo mejor que me pudo pasar. Ser parte de esta industria y saber que ese dolor de cabeza ya desapareció», reconoció.

Sobre el hecho de convertir una antigua prisión en un campo de cultivo de cannabis, el músico señaló que «creo que eso habla por sí solo, es una declaración. Es un lugar en el que quizás personas que fueron encarceladas por poseer mariguana ahora estén aquí pero cultivándola. ¿Sabes a lo que me refiero? Claro que la yerba es una parte importante de la cultura rastafari y de los jamaicanos pero sobre todo de los que siempre hemos luchado para que sea legal. ¿Una prisión que ahora alberga cultivos de mariguana? De nuevo, creo que habla por sí solo».