Estudios recientes del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revelaron que la ingesta de bebidas azucaradas, de forma desproporcionada, «promueve el síndrome metabólico».
Según un comunicado de prensa divulgado por la institución, este síndrome es «una serie de signos que aumentan la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer«.
La pregunta entonces sería, ¿cómo detectar este síndrome metabólico? Bien, si usted presenta al memos tres de los síntomas que señalaremos a continuación, diríjase inmediatamente a un endocrino:
- Obesidad central.
- Presión arterial alta.
- Aumento de triglicéridos en la sangre.
- Colesterol aumentado.
- Secreción excesiva de insulina.
- Resistencia a esta hormona e intolerancia a la glucosa.
Según estudios del Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles (OMENT), este país norteamericano ocupa el segundo lugar en índices de obesidad en adultos, dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En el estudio, hicieron pruebas con ratas a las dieron de beber refrescos azucarados. Luego de dos meses sometidos a este régimen, los roedores presentaron aumento de la grasa abdominal, triglicéridos, insulina y posterior resistencia a ella, e intolerancia a la glucosa. «Todos los signos del Síndrome Metabólico», manifestó la doctora Marcia Hiriart Urdanivia, directora del IFC.
Además, explicó que con este experimento se encaminaron a saber qué ocurre con las células beta –encargadas de sintetizar y segregar la insulina– en la inflamación crónica que es generada por la grasa abdominal.
La diabetes tipo 2 aparece cuando las células beta han sido estimuladas en exceso durante mucho tiempo y se agotan, lo que las vuelve incapaces de producir suficiente insulina, y imposibilita mantener la concentración de glucosa en niveles normales.
No obstante, «lo más importante es que el Síndrome Metabólico se puede revertir si hacemos ejercicio y mantenemos una dieta adecuada, evitando así que se desarrolle diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer», apuntó Urdanivia.