Algunas personas se sienten creativas por naturaleza; y otras necesitan de algunos trucos para desbloquear su creatividad. Pero todos tenemos esa llama interior, aunque en distintas medidas.
A las personas les intriga saber hasta dónde puede llegar su propia creatividad. Y esta ilusión óptica, que tiene más de 100 años de antigüedad pero siempre sorprende al que nunca la vio, guarda un secreto: fue creada como un chiste por un periódico alemán, pero sirve para medir la creatividad de las personas.
¿Qué animal ves en la imagen?
Algunos ven un pato. Otros, un conejo. Algunos inmediatamente responden que pueden ver ambas cosas. La mayoría ve el pato primero.
Cuando se enteran de que también hay un conejo, algunos pueden «dar vuelta» la imagen en su mente muy velozmente, y otros no.
¿Qué significan los resultados?
- Si ves primero el pato, estás dentro de la media. Probablemente eres una persona más práctica que creativa. Si luego ves el conejo rápidamente, tienes la habilidad de pensar de forma creativa cuando realmente lo necesitas. Si dar vuelta la imagen te cuesta, puede que necesites ser un poco más flexible.
- Si ves primero el conejo, eres una persona muy creativa, fuera de lo común. Siempre tienes una forma alternativa de hacer las cosas, y tus ideas llaman la atención por ser diferentes a las del resto.
- Si ves los dos animales al mismo tiempo, eres una persona muy inteligente y flexible. Eres práctico y tienes la sensibilidad para comprender a la mayoría de las personas, pero sabes cuando necesitas pensar de forma distinta. Es difícil que te digan lo que tienes que hacer.
¿Cómo funciona el test?
Aunque la imagen apareció por primera vez en octubre de 1892 en una revista de humor alemana, fue en 1899 cuando el psicólogo estadounidense de origen polaco Joseph Jastrow la popularizó como test.
Joseph utilizó esta ilusión óptica para una de sus investigaciones en la que intentaba demostrar que nuestro cerebro no ve lo mismo que nuestros ojos.
Para verificar que la imagen revelaba la creatividad de las personas, Jastrow utilizó una prueba de control que ya se utilizaba en su época: pedirle a los sujetos que explicaran todos los usos posibles que se les ocurrían para una silla.
Las personas creativas son capaces de encontrar unos cinco usos diferentes para una simple silla de madera: sentarse, subirse encima para alcanzar algo alto, trabar con ella una puerta, utilizarla como mesa si no tienes una, desarmarla y armar otra cosa, y una larga lista más. Otras personas, solo encuentran un uso o dos. Estas personas son las mismas que tienen dificultad para «dar vuelta la imagen» y encontrar el conejo.
Fuente: LaBioGuía