El gobierno de Estados Unidos decidió posponer las pruebas sobre glifosato en alimentos, en busca de efectos dañinos para la salud, retrasando así la iniciativa que la U.S. Food and Drug Administration (FDA) había tomado inicialmente para medir la contaminación del polémico herbicida.
Según Carey Gillan del sitio web EcoWatch, la FDA eligió a inicios de este año a un equipo especial para buscar residuos del agroquímico en alimentos de consumo humano, luego que la autoridad fiscalizadora criticara a la U.S. Government Accountability Office por no incluir el glifosato en los programas anuales de prueba de riesgos que contemplaban otros pesticidas menos usados.
El glifosato es uno de los herbicidas más utilizados en el mundo y es el principal ingrediente del producto RoundUp, elaborado por la empresa Monsanto. Su uso comenzó a ser cuestionado con mayor ímpetu el año pasado, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de sus expertos, declaró que podía generar cáncer en humanos.
Al interior de la FDA, el examen del glifosato ha creado «confusión, desacuerdos y dificultades, en la determinación de una metodología estándar para el uso de laboratorios estadounidenses», indicaron fuentes de la agencia.
La vocera de la FDA, Megan McSevene, confirmó la suspensión de las pruebas y dijo no estar segura de cuándo se reanudarán.
«Mientras la prueba del glifosato se expandirá a varias locaciones, actualmente trabajamos para asegurarnos de que los métodos sean validados para su uso en estos laboratorios. Tan pronto como la validación esté completa, las pruebas de glifosato se reanudarán», afirmó. «En este momento no podemos especular sobre cuánto tardará».
Junto al componente del RoundUp de Monsanto, la FDA ha buscado residuos de 2,4 D y otros «herbicidas ácidos» en productos alimenticios, según documentos de la agencia citados por Gillan. En total, se analizarán «1.340 muestras de alimentos, 82% domésticos y 18% importados», como cereales, maíz, soya, vegetales, leche y huevos, entre otros.
A principios de 2016, un importante especialista de la FDA halló trazas de glifosato en miel de Iowa por encima de los límites permitidos por la Unión Europea.
Monsanto ha insistido en que no hay presencia de glifosato superior a los niveles normados y que la FDA terminará avalando la seguridad de su herbicida.