La fibromialgia es una enfermedad crónica reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1992. Su principal característica es dolor muscular y óseo generalizado, con hipersensibilidad en múltiples puntos predefinidos.
En los últimos años, la fibromialgia ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia hasta convertirse en la actualidad en un problema de salud pública de primer orden debido a su alta prevalencia en la población, el poco conocimiento sobre sus causas y los mecanismos que la producen, la ausencia de tratamientos eficaces y la insatisfacción de los pacientes y de los profesionales en el abordaje actual del síndrome.
Pero ahora, científicos del grupo Plantas Medicinales de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla (US), en España, han descubierto que la administración de aceite de cáñamo a ratones con fibromialgia permite una recuperación de sus capacidades cognitivas, una disminución de la percepción dolorosa y una normalización de su tono muscular hasta niveles comparables a los ratones que no padecen fibromialgia.
El aceite de las semillas de cáñamo (Cannabis sativa) utilizado no contiene estupefacientes. Sus componentes son ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 en proporciones beneficiosas para la salud, además de otros elementos minoritarios. Esta composición química fue descrita y publicada el pasado año en la revista International Journal of Agricultural and Food Chemistry, y ahora su uso para prevenir y tratar la fibromialgia ha sido patentado por la US.
Según los autores, el potencial de esta patente es de alto interés para la industria farmacéutica y alimentaria, ya que la composición se podría suministrar en comprimidos, polvos, soluciones, supositorios, microesferas, etc., así como en composiciones nutricionales, ya sea introducido en los propios alimentos, o bien como suplemento alimenticio.
“Hay muchísimas personas que sufren fibromialgia, sobre todo mujeres”, explica M. Ángeles Fernández, una de las investigadoras en este hallazgo, y lamenta que “sin embargo es una enfermedad a la que no se le da excesiva importancia, aun cuando afecta directamente a la vida cotidiana de los pacientes y supone un coste médico muy elevado”.
M. Dolores García, Catedrática del Departamento de Farmacología de la US e investigadora principal de la patente, afirma que «gracias a los últimos experimentos, se ha podido demostrar que el tratamiento con aceite de cáñamo combate efectos asociados a esta enfermedad, consiguiendo menos alteraciones psicomotrices y cognitivas e inhibiendo los efectos dañinos de los procesos oxidativos e inflamatorios.
“Nuestro siguiente paso sería que alguna asociación de fibromialgia o empresa farmacéutica o alimentaria se interesase en la patente y poder realizar y validar el estudio en humanos”, indica la experta.
Para megociar la industrialización de esta invención, las compañías interesadas deben contactar con el Secretariado de Transferencia de Conocimiento y Emprendimiento, encargado de asesorar y gestionar la protección de las invenciones desarrolladas en la Universidad de Sevilla.
Fuente: NCYT