Todo en exceso hace daño, más si se trata de algún placer corrompido como el ingerir alcohol, cerveza, whisky o vino. Si usted está bebiendo cualquiera de ellos está consumiendo alcohol, y ciertamente puede que sus patrones de consumo varíen según con quién esté y lo que esté haciendo, además de exponer su organismo al cáncer.
Recientemente, un estudio científico realizado en Japón demostró que beber moderadamente podría aumentar el riesgo de una persona de desarrollar cáncer.
Se sabe que si un hombre toma 15 tragos o más a la semana, o 5 tragos al mismo tiempo, puede ponerse en riesgo de problemas relacionados con el alcohol. En el caso de las mujeres, el riesgo es inminente si se toman 8 tragos o más a la semana, o 4 tragos al mismo tiempo.
Aunque otros estudios aseguran algunos beneficios en el consumo moderado de alcohol, como prevenir un ataque al corazón, o proteger contra la diabetes, ya que la ingesta aumenta la sensibilidad a la insulina y reduce los niveles de glucosa; los investigadores asiáticos advierten que las personas que bebieron durante 10 años de sus vidas corren el riesgo de desarrollar la mortal enfermedad.
Según los resultados del estudio, cuanto más bebía una persona más probabilidades tenían de desarrollar cáncer, mientras que las personas que no bebieron en absoluto tuvieron el menor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Los investigadores calcularon lo que denominan «el punto de 10 años de bebida«, y afirman que éste se relacionó con un aumento en el riesgo general de desarrollar cáncer del al menos un 5 por ciento.
Consumo de alcohol
Los investigadores examinaron datos recopilados entre 2005 y 2016 sobre adultos de 20 años o más que ingresaron en 33 hospitales generales en todo Japón. El total de participantes fue 63.232 personas que tenían Cáncer y 63.232 personas sanas. Aquellos que no padecían la enfermedad fueron emparejados con los otros participantes en términos de sexo, edad y la fecha en que fueron hospitalizados.
Luego, el equipo calculó la cantidad de alcohol que los participantes bebieron durante toda su vida, en función de la cantidad promedio que consumieron por día y la cantidad de años que habían estado bebiendo.
Se definió que una bebida contenía 23 gramos de etanol, equivalente a alrededor de 17 onzas de cerveza; seis onzas de vino; o dos onzas de whisky.
Los investigadores hallaron que cuanto más bebía una persona más probabilidades tenían de desarrollar Cáncer si se trata de una bebida por día en el transcurso de una década, o dos por día durante media década.
En cambio, los que consumieron dos bebidas o menos por día tuvieron mayores probabilidades de desarrollar Cáncer en general, sin importar cuánto tiempo bebieron, dijo el equipo.
Cáncer y alcohol
Si bien el estudio se llevó a cabo en Japón, en los resultados «se observaron los mismos patrones a niveles moderados a moderados de consumo de alcohol para la mayoría de los cánceres gastrointestinales / aerodigestivos, así como los cánceres de mama y próstata«, escribieron los autores.
Masayoshi Zaitsu, de la Universidad de Tokio y la Escuela de Salud Pública TH Harvard TH Chan, quien fue coautor del artículo, comentó en un comunicado: «En Japón, la causa principal de muerte es el Cáncer. Dada la carga actual de la incidencia general de Cáncer, debemos alentar aún más la promoción de la educación pública sobre el riesgo de cáncer relacionado con el alcohol».
El estudio se centró en una población japonesa, por lo que los hallazgos pueden no estar relacionados con otros fuera de este grupo.
El trabajo es el último en arrojar luz sobre los posibles daños de beber. Además del Cáncer, el consumo de alcohol está relacionado con la presión arterial alta, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, enfermedades hepáticas, problemas digestivos y dependencia. También se asocia con problemas de memoria y salud mental, como demencia, depresión y ansiedad.
En los Estados Unidos, por ejemplo, el consumo excesivo de alcohol es responsable de una de cada 10 muertes entre adultos de 20 a 64 años, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El año pasado, los autores de un estudio separado publicado en la revista The Lancet advirtieron que no existe un nivel seguro de consumo de alcohol cuando se trata de preservar nuestra salud.
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