Especialistas de distintos países coinciden en alertar sobre la presencia de coágulos de sangre que impiden la actividad respiratoria
Los expertos han señalado recientemente que el COVID-19 parece provocar la coagulación de la sangre en todo el cuerpo, un factor que podría explicar la gran mortalidad del virus.
Los especialistas observaron que algunas personas gravemente enfermas por coronavirus desarrollan coágulos de sangre en sus pulmones y otros órganos principales, y sospechan que ese sería uno de los motivos por los que los pacientes infectados tienen dificultades para respirar, recoge HealthDay.
«Vemos la posibilidad de coágulos sanguíneos no solo en los pulmones», destacó el doctor Hooman Poor, médico de atención pulmonar y crítica del hospital Mount Sinai Beth Israel, de la ciudad de Nueva York (EE. UU.).
«Los catéteres se llenan de coágulos cada segundo» en los pacientes que requieren diálisis debido a la insuficiencia renal, agregó el especialista.
Otra especialista, la doctora Jeanne Marrazzo, profesora de enfermedades infecciosas de la Universidad de Alabama en Birmingham, apuntó que esos minúsculos coágulos sanguíneos también podrían ser responsables de uno de los síntomas de la enfermedad: la pérdida del sentido del olfato.
Poor y sus colegas sospechan que los coágulos sanguíneos pueden contribuir al síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), ya que los pulmones de los pacientes infectados por coronavirus no desarrollan el tipo de rigidez que usualmente se observa con otros virus que dificultan la respiración.
«Cuando se tienen esas anomalías en el oxígeno y el dióxido de carbono en unos pulmones que no están particularmente rígidos, lo primero que se piensa es que algo sucede con los vasos sanguíneos de los pulmones», señaló el médico.
Poor recientemente trató a cinco pacientes con COVID-19 con insuficiencia respiratoria al principio de la enfermedad, un síntoma que fue vinculado a la formación de coágulos sanguíneos. A través de la administración de un fármaco anticoagulante los médicos intentaron aumentar el nivel de oxígeno en la sangre y, aunque los cinco mostraron mejoras inmediatas, finalmente los procedimientos no fueron efectivos, según un nuevo informe preliminar de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai.
«El primer paciente al que se lo di tuvo una respuesta dramática e inmediata, lo que indica que los coágulos de sangre definitivamente estaban jugando un papel en por qué estaba tan enfermo en ese momento», dijo Poor.
Asimismo, investigadores holandeses revelaron en un estudio, publicado en la revista Thrombosis Research, que alrededor de un tercio de 184 pacientes infectados con coronavirus que se encontraban en cuidados intensivos presentaban complicaciones asociadas con un coágulo en los pulmones o en las piernas, algunas de la gravedad de un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco.
Los especialistas advirtieron que para tratar regularmente a los pacientes con COVID-19 con fármacos anticoagulantes se necesita una investigación más profunda en ese ámbito. Por otra parte, agregaron que, a pesar de que continúa debatiéndose la posibilidad de que el nuevo coronavirus pueda fomentar la coagulación de la sangre, no es inusual que esta sea provocada por los virus en general, como ocurre en el caso del VIH.
Fuente: RT.