El miedo al contagio masivo de ébola desata una psicosis en Occidente

Aeropuertos, hospitales, calles y escuelas de Europa y EEUU refuerzan las medidas de seguridad. El virus ha matado ya más de 4.500 personas, según la OMS.

El miedo al contagio masivo de ébola desata una psicosis en Occidente

Autor: Nicolas Curi

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En aeropuertos, escuelas, hospitales, y también en las calles de Occidente, el miedo a un contagio masivo de ébola ha creado en la ciudadanía una verdadera psicosis, a la que tampoco escapan las autoridades nacionales.

Los ciudadanos occidentales han tomado conciencia de que «el virus puede traspasar las fronteras», constató Nicolas Veilleux, psicólogo de Médicos Sin Fronteras (MSF). Pero existe «un desfase, una distorsión entre el miedo al contagio y la realidad», subrayó.

El experto lo comparó a la llegada del sida en los años ochenta, por el desconocimiento general sobre las formas de transmisión, y señaló la necesidad de una mejor información al respecto.

En Europa, España se encuentra en el epicentro de la crisis: en ese país se registró el primer caso contraído fuera de África, en una de las auxiliares de enfermería que atendió a uno de los dos misioneros españoles contagiados y fallecidos por el virus.

El hospital donde la mujer está siendo tratada, el Carlos III de Madrid, ha pedido a los medios de comunicación que no muestren más imágenes de pacientes en las ventanas.

La razón: una avalancha de llamadas de personas preocupadas por si el virus pudiera transmitirse a través del aire.

En todo el país, un inicio de fiebre, un vómito o un dolor de estómago o cualquier síntoma con o sin relación con los propios del virus puede desencadenar el protocolo de emergencia y la paranoia, especialmente si se trata de personas de origen africano, vengan de donde vinieren, seguidos de cualquiera que, por su profesión, haya viajado al continente más afectado por la epidemia.

Y se multiplican los casos en los que es difícil distinguir entre precaución y discriminación.

En Italia, el temor cundió el lunes cuando un somalí que no había salido del país en dos años empezó a sangrar por la nariz en una oficina de servicios de inmigración donde renovaba sus papeles. Al final se trataba de un ataque de epilepsia.

El mismo día en Francia, un hombre de regreso de Nigeria ponía en jaque a una comisaría de París al presentarse con náuseas. Falsa alarma: llevaba en Francia tres meses, tiempo muy superior al período de incubación de 21 días.

El miedo se hace particularmente visible en los aeropuertos, pese a que es precisamente en ellos donde se están extremando las medidas de seguridad.

Una decena de falsas alertas en Turquía, persecución de un ciudadano ganés que se había saltado un control sanitario en el aeropuerto de Praga, en República Checa, y maleteros que se niegan en Bélgica a transportar equipajes provenientes de Guinea.

Mientras, en escuelas de Estados Unidos o Francia se ha rechazado a estudiantes o profesores que venían de países africanos por miedo a que tuvieran la enfermedad.

Y una agencia de alquiler rechazó arrendar un local a la embajada de la República del Congo en París, por miedo «a la epidemia de ébola», indicó el viernes la misión diplomática.

Pese al miedo al contagio en Occidente, de los 8.997 casos registrados hasta ahora por la Organización Mundial de la Salud, los contagios fuera de África se cuentan de momento con los dedos de una mano.

En tanto, los países del este de África han prometido enviar a más de 600 profesionales sanitarios al África occidental para combatir la epidemia de ébola, al tiempo que Naciones Unidas instó a convertir en actos las promesas internacionales de ayuda financiera y humana.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció por su parte que Senegal ya no podría considerarse como un país afectado por el ébola, tras curarse el único caso de contagio declarado. El mismo anuncio podría tener lugar el lunes, pero en este caso respecto a Nigeria.

 Esta virosis ya  sobrepasó la barrera de los 4.500 muertos, lo que representa más de la mitad de los afectados que han sido detectados hasta ahora, informó la OMS.

En total las víctimas mortales ascienden a 4.555 personas, de un total de 9.216 casos en siete países, al 14 de octubre.

Guinea, Liberia y Sierra Leona son los países más afectados. Liberia con 4.262 casos y 2.484 muertos, Sierra Leona con 3.410 casos, de los cuales 1.200 murieron, y Guinea, donde se originó la epidemia en diciembre, con 1.519 casos y 862 muertos.

Senegal fue declarado país libre de ébola ayer, tras 42 días sin ningún nuevo caso después de que declarara una muerte a causa del virus en agosto.

Nigeria tiene 20 casos, de los cuales 8 murieron, y luego vienen Estados Unidos, con dos casos confirmados, y España, con uno. En esos tres casos las afectadas son enfermeras que atendieron a enfermos de ébola en esos países.

República Democrática del Congo registró un brote diferente de ébola, con 68 casos y 49 muertos hasta el 9 de octubre.

La solidaridad internacional se hace esperar

Naciones Unidas y el Banco Mundial alertan de la falta de solidaridad internacional con los países africanos afectados por el ébola, que ya mató a 4.555 personas, y urgen a convertir en actos las promesas internacionales de ayuda financiera y humana.

«Estamos perdiendo la batalla» contra el virus, lamentó el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim en París. «Algunos países sólo se preocupan de sus propias fronteras», lamentó.

En África del Oeste, la región más afectada por el virus, la ayuda internacional se hace esperar. La ONU recibió hasta ahora el 38,1% de la ayuda requerida (377 millones de los 988 millones solicitados), declaró un portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). «Hay que añadir 217 millones de dólares prometidos, pero que todavía no ingresaron en las cuentas», precisó.

Por su parte, el fondo especial de Naciones Unidas creado para hacer frente a las situaciones de emergencia, denominado Trust Fund, sólo dispone de 100.000 dólares de los 20 millones previstos.

La suma corresponde únicamente a la entrega de Colombia. «Decenas de países expresan su solidaridad. Pero tenemos que convertir las promesas en actos», subrayó el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

Gremios de Salud: el Lencinas no es apto 

La elección del hospital Lencinas como centro de tratamiento ante posibles casos de ébola en Mendoza es una decisión cuestionada desde hace unos días.

Ayer, los gremios de la Salud hicieron una presentación ante Fiscalía de Estado con un video que muestra el estado del lugar y que ellos denuncian como “deplorable”.

Los gremios ATE y Ampros se presentaron ante el organismo, con escribano público, para mostrar un recorrido que realizaron ayer mismo en el hospital.

Sostienen que el Lencinas no presenta la infraestructura adecuada y que estaría encuadrado en la categoría C -que significa que presenta un alto índice de vulnerabilidad- según la Organización Panamericana de la Salud.

“Nos llamó poderosamente la atención por qué se eligió este hospital en vez de uno de alta complejidad como ha sucedido en otras provincias, como el Sor Ludovica en La Plata, o los hospitales Garrahan, Militar o Néstor Kirchner”, dijo María Isabel Del Pópolo, secretaria General de Ampros.

Más allá del estado del edificio del Lencinas, señalaron que hay falta de capacitación de los trabajadores sanitarios y ausencia de previsión en los pasos fronterizos Pehuenche y Cristo Redentor.

Para Obama es prioridad y designa un coordinador

El presidente Barack Obama designó al abogado Ron Klain para que coordine la respuesta estadounidense a la epidemia de ébola que comienza a propagarse fuera de África occidental.

Un funcionario de la Casa Blanca dijo que Klain garantizará que «los esfuerzos para proteger al pueblo estadounidense, centrados en la detección, aislamiento y tratamiento de los pacientes con ébola en este país, sean adecuadamente integrados y no signifiquen una distracción del fuerte compromiso de detener el ébola en su lugar de origen, en África occidental».

Este nuevo «zar del ébola» reportará directamente a las asesoras de seguridad nacional Lisa Monaco y Susan Rice.

«Monaco, Rice y otros han hecho un notable trabajo al enfrentar este desafío hasta ahora. No obstante, dado que también deben gestionar otras prioridades nacionales de seguridad, esta designación adicional mejorará la respuesta del gobierno al ébola», dijo un funcionario de la Casa Blanca.

Fuente: Los Andes


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