Seguramente más de alguna vez has escuchado de alergias extrañas, como a la luz solar, o al agua. Sí, al agua. No es una excusa para quienes no les gusta darse un baño, o tal vez sí, pero también es algo muy real. Algo así es el caso de Beatriz Sánchez, una mujer cuya piel no tolera las bajas temperaturas.
Desde que era niña que sufre esta extraña alergia al frío. Hay pocas personas que la padecen, cuyo nombre médico es urticaria a frigore. Esta condición dermatológica apenas representa un pequeño porcentaje mínimo de la población. Cuando se exponen a algún tipo de fuente de frío, surgen ronchas que provocan picor e irritación.
Beatriz comenta que de niña no podía ir a piscinas, a la playa, ni comer un helado. Los especialistas comentan que en casos extremos puede haber incluso pérdida del conocimiento.
Beatriz debe tomar 4 anti-alérgicos por día. Y en verano es peor, pues para temperarse sin que sufra bruscos cambios de temperatura, debe tardar casi una hora en secarse.
«Un día me metí al agua un minuto y enseguida me salió una reacción en todo el cuerpo que tardó tres horas en desaparecer».