Un grupo de científicos realizará pruebas clínicas con un cóctel de anticuerpos para el desarrollo de un posible tratamiento para pacientes que ya están enfermos con COVID-19.
Se trata de una terapia conocida como REGN-COV2. Según explicó ClinicalTrials.gov, los ensayos clínicos permitirán evaluar si el tratamiento puede prevenir la COVID-19 entre personas sanas que han tenido contacto cercano con un caso positivo.
REGN-COV2 contiene dos anticuerpos que se adhieren y ayudan a neutralizar el nuevo coronavirus, lo que dificulta su capacidad de infectar células sanas.
De acuerdo con los científicos, los dos anticuerpos se unen a la proteína espiga del virus, una estructura que sobresale de la superficie del patógeno, y se conecta a las células para desencadenar la infección.
Los dos anticuerpos fueron encontrados al estudiar ratones genéticamente modificados con sistemas inmunes humanos y anticuerpos recolectados de pacientes con COVID-19.
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En el ensayo participarán 2.000 personas de 100 sitios en los Estados Unidos. Estos pacientes recibirán el medicamento y un placebo, y los resultados mostrarán qué tan bien funciona uno en comparación con el otro, y si surgen problemas de seguridad.
En esta fase 3 se controlará cuántos participantes contraerán COVID-19 dentro de un mes de tratamiento, utilizando pruebas genéticas virales y evaluaciones de los síntomas de los participantes.
Los voluntarios continuarán siendo monitoreados, para detectar infecciones, hospitalizaciones y complicaciones médicas relacionadas, hasta por ocho meses después del tratamiento, así como cualquier efecto secundario relacionado con el medicamento en sí.
«Estamos realizando ensayos adaptativos simultáneos para avanzar lo más rápido posible para proporcionar una solución potencial para prevenir y tratar las infecciones por COVID-19, incluso en medio de una pandemia mundial en curso», dijo el Dr. George Yancopoulos, cofundador, presidente y director científico de Regeneron.
Además de Regeneron, las compañías farmacéuticas Eli Lilly y AbCellera están evaluando tratamientos de anticuerpos contra COVID-19 en ensayos en humanos, informó CNN.
Si la FDA aprueba el medicamento al final de los ensayos de Fase 3, REGN-COV2 pasaría a la última fase llamada Fase 4, durante la cual el medicamento podría entrar en uso generalizado y sus efectos a corto y largo plazo serían monitoreados en miles de pacientes.
¿Para qué sirve un anticuerpo?
Los anticuerpos son unas proteínas que forman parte del sistema inmune y circulan por la sangre. Cuando reconocen sustancias extrañas para el organismo, como los virus y las bacterias o sus toxinas, las neutralizan.
Una vez el cuerpo se ha expuesto a una sustancia foránea concreta, también llamada antígeno, los anticuerpos producidos para atacarlo persisten en la sangre, ofreciendo protección en el caso de que, en un futuro, volvamos a contactar con el mismo antígeno.
Cuando una persona se infecta naturalmente con COVID-19, el cuerpo genera moléculas en forma de Y llamadas anticuerpos que se adhieren al virus y lo marcan para su destrucción, o dificultan su capacidad de infectar células sanas.
Estos anticuerpos pueden extraerse de pacientes con COVID-19 recuperados e inyectarse en pacientes enfermos para reforzar su sistema inmunitario contra el virus, un tratamiento conocido como terapia de plasma convaleciente.
En esencia, el anticuerpo es una herramienta para la defensa de las células huésped; es decir, las células del organismo que se pueden ver atacadas por agentes patógenos como los virus y las bacterias.