Hace poco más de un mes la ONU dio a conocer el Informe Mundial de la Felicidad de 2017, en el que Chile aparecía en el puesto 20 de las 155 naciones estudiadas y como el segundo en América Latina. El listado está encabezado por Noruega.
Sin embargo, para el psicólogo de la Universidad de Chile, Gonzalo Pérez, la situación no es tal ya que «Chile será objetivamente muy feliz como sociedad, pero subjetivamente Chile es uno de los países más depresivos del planeta».
Los dichos del facultativo se dieron en el marco de la charla «Salud Mental y Psicología Humanista Transpersonal» dictada en el seminario de Calidad de Vida organizado por los programas de Magíster de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación de la Universidad del Pacífico.
«En la orquesta de las naciones del planeta, Chile es considerado uno de los más felices y el más feliz de Latinoamérica, porque la ONU examina parámetros como estabilidad social, presencia o ausencia de violencia, posibilidades educacionales, que se cumplen. Pero, ¿somos felices los chilenos? Poco. La mayoría de los chilenos se considera furioso con todo lo que ocurre, insatisfecho con lo que pasa. Ese lugar ningún chileno se lo cree. La onda es que estamos pésimo», agregó Pérez.
Junto con lo anterior, el experto sostuvo que «la depresión histórica chilena en los últimos años está cargada a la rabia y al odio. Lo clásico de Chile es la depresión resignada, fatalista, gris, sin salida. Una depresión que desde el 2010 a la fecha, se ha ido cargando también de rabia y odio, de buscar culpables y de poder ventilar frustración por la vía violenta».
Para cerrar su realista alocución, Gonzalo Pérez recalcó que «estamos llenos de infelicidad, depresión y frustración, y nos damos cuenta de que estamos así no por la educación o la salud; es más profundo el tema».
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