Pareciera increíble, pero hay matrimonios que se han acabado por culpa de las flatulencias “¿Es normal que mi esposo expulse tantos pedos cuando llega la hora de dormir?” preguntan desesperadas y en secreto las recién casadas durante las consultas médicas o en su terapia de pareja. La respuesta es sí.
La explicación la ofrece Kyle Staller, gastroenterólogo del Hospital General de Massachussets, en un informe para la revista en línea Women´s Health, al precisar que los seres humanos pueden producir alrededor de 0,5 a 1,5 litros de gas al día en la vía digestiva, lo que se traduce en una frecuencia que puede ir de 10 a 20 pedos diariamente.
Staller detalla que los gases llegan a nuestro organismo de dos maneras: al tragar aire o por las bacterias, que también sueltan gas tras devorar los alimentos del tracto digestivo. “Las razones más comunes para que tu cuerpo produzca gas adicional es que haya alimentos que no lograste absorber o digerir”, aseguró el experto.
“Si tu cuerpo no puede absorber o digerir ciertos nutrientes, estos continúan hacia tu colon, donde las bacterias naturales que viven allí se dan un festín y producen más gases”, añadió el médico.
Expresó que en cuestión de pedos, no hay diferencia de género, tanto hombres como mujeres expulsan gases, y lo hacen de igual manera cuando están despiertos y cuando están dormidos.
Para sorpresa de muchos, el especialista indica que los pedos son básicamente inodoros. La culpa del mal olor no es precisamente de las heces.
Contrario a lo que uno podría imaginar, el pedo no apesta por pasar por las heces antes de ser eliminado. Lo que causa el mal olor es el 1% restante de los gases, principalmente compuestos por azufre, siendo el principal el ácido sulfuro (sulfuro de hidrógeno).
Esto explica por qué no todos los pedos huelen mal. Si no hay un aumento de la producción de gases con azufre, el pedo puede no tener mal olor.
Los gases del sistema gastrointestinal están compuestos básicamente por cinco elementos: nitrógeno (N2), oxígeno (O2), dióxido de carbono (CO2), hidrógeno (H2) y metano (CH4). Los cinco juntos añaden hasta un 99% de los elementos presentes en el pedo. El eructo tiene composición similar, pero es más rico en oxígeno y nitrógeno.
Los alimentos que provocan más gases intestinales son: frijoles, huevos, cerveza oscura, leche, patata, maíz, salvado de trigo, brócoli, espárragos, ajo, repollo, bebidas gaseosas, coliflor y cebollas.
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