Se supone que la búsqueda de una vida más saludable debería guiarnos a una alimentación mejor y realizar ejercicio para fortalecer músculos y en sí, ayudar al cuerpo a estar mucho mejor.
La cuestión está en que así como la anorexia y sus inspiraciones esqueléticas, aquellos obsesionados con el fitness tienen lo que se llama “fitspo”, imágenes que inundan las redes sociales con lemas como “Fuerte es el nuevo delgado”, abdómenes que superan el anhelado “six pack”, batidos, proteínas y demás, que los llevarán a los resultados deseados. Sin embargo, los medios sociales y el Photoshop ayudan a demostrar una convicción falsa y poco saludable.
Para toda la democratización que la web social presenta, las imágenes que se ven en Instagram, Facebook, Twitter y Tumblr pueden ser con frecuencia algo «real» entre comillas, para mantener el deseo latente de ser parte de ese grupo de “mamers” cuyo alimento base son los batidos proteínicos.
El nuevo fascismo del cuerpo no se trata sólo de evitar la grasa y permanecer delgados, sino de mostrarse súper fuertes al grado de confundir lo que es saludable y lo que no.
Incluso, existen personas que siguen la dieta del Instagram; la cual consiste en publicar el platillo sano antes de comerlo y dependiendo de la cantidad de likes o aprobación de sus seguidores, deciden si se la comen o no.
Es extraño pensar que las dietas una vez llevadas a cabo en privado, sean las correctas para lograr la combinación de una buena apariencia y la retórica anti-gluten; de ser así, cualquiera puede convertirse en una superestrella de los medios de comunicación social.
Por cierto, como parte de un perfil histórico, el hashtag que precede al #Fitspo es el #Thinspo, el cual fue prohibido de Instagram en el 2013 y Tumblr en el 2012 por su papel en las comunidades pro trastornos alimentarios. El uso del término fitspo ha aumentado exponencialmente desde que thinspo fue prohibida, lo que provocó la pregunta de si «pro-ana «se ha ido de manera encubierta y escondido bajo los pantalones de yoga y dietas cuyo contenido calórico es relativamente nulo.
Para las mujeres, Fitspo parece ofrecer una alternativa más suave para llegar a la talla cero, tener una estética más «femenina» encarnada en los abdominales y las curvas de modelo de fitness y gimnasio, basta ver nuevamente el Instagram de Jen Selter, la joven que posee el mejor trasero de esta red social y que junto con su mamá, demuestran a la perfección lo que es llevar una vida fitness.
En resumen: el dolor se convierte en progreso , la grasa merece la vergüenza, la debilidad es el fracaso y tu autoestima se mide por la forma en la que tu cuerpo se ve. Fitspo va del alarmismo a la ortorexia. Una palabra versátil y engañosa.
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Fuente: SDP Noticias
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