A día de hoy, todavía tenemos muchas dudas sobre los efectos de la marihuana y la única manera de rellenar esta laguna de ignorancia es con estudios que analicen rigurosamente esta cuestión.
No es la primera vez que hablamos sobre la marihuana, constantemente estamos hablando sobre los efectos positivos, negativos, efectos terapéuticos, etc. y ahora vamos a hablar de un nuevo estudio publicado en la revista The Journal of Neuroscience nos ha hecho mirar nuevamente hacia los efectos neurológicos de la cannabis.
Fumar marihuana diariamente no altera nuestro cerebro
Los investigadores han destacado que en los estudios anteriores no se había controlado correctamente el consumo de alcohol. El alcohol puede confundirnos a la hora de sacar conclusiones sobre los efectos de la marihuana en nuestro cuerpo. Esto es así porque el alcohol puede cambiar la estructura del cerebro, provocando alteraciones en el volumen cerebral y en su funcionamiento.
Para evitar ese factor de confusión, los investigadores diseñaron un estudio en el que tuvieron en cuenta variables que podían interferir con los resultados como la depresión, la edad, el tabaco, el alcohol y el género.
En el estudio participaron 158 personas, 100 adolescentes y 58 adultos. En cada uno de los dos grupos de edad, la mitad exacta eran consumidores diarios de marihuana y la otra mitad no consumían la droga, constituyendo así el control del experimento.
Después de realizar las pruebas de resonancia magnética para detectar cualquier cambio en el cerebro y tras los oportunos análisis estadísticos (que sinceramente son un auténtico quebradero de cabeza, pero son fundamentales para sacar cualquier conclusión), los investigadores no encontraron ninguna diferencia en el volumen de ninguna región cerebral.
Claras diferencias con los estudios anteriores
Los resultados de este estudio contrastan con las conclusiones de experimentos anteriores que precisamente demostraban lo contrario. Tal y como explican los investigadores, este estudio ha puesto de manifiesto que los cambios que se hallaron en el cerebro anteriormente pueden ser debidos a los factores de confusión como el alcohol que no se eliminaron correctamente.
Aun así, este último estudio tiene sus limitaciones. Por ejemplo, es incapaz de determinar la causalidad; es decir, no establece una clara relación entre causa y efecto. Además, no han estimado todos los factores de confusión posibles, como los socioeconómicos o desde cuándo empezaron los participantes a consumir marihuana.
En definitiva, necesitamos más estudios para confirmar si los datos que se han encontrado en este último son correctos. Solo el tiempo lo dirá.
Fuente: IFLScience