Mediante la fórmula del crowdfunding logró la impresión del prototipo que estará disponible en octubre
Arianne Faber, holandesa de nacimiento, pero residente en Barcelona, España, desde hace más de 20 años, es ilustradora y diseñadora.
Su proceso creativo diario y una experiencia personal con una paciente que padecía la terrible enfermedad, la estimularon a diseñar Poetic Memory, un juego basado en la imagen formado por 34 fichas grandes y claras, divididas por categorías, que ayuda a estimular los procesos cognitivos de pacientes con alzhéimer o demencia. El juego es promovido por la Fundación de Alzhéimer de Catalunya.
La suegra de Arianne, fallecida en 2017, sufría demencia vascular, el segundo tipo de demencia más frecuente tras el Alzheimer. “Yo entonces estaba estudiando el Máster de diseño Postgráfico y decidí que quería hacer algo relacionado con las personas que padecen esta enfermedad porque sé precisamente lo dura que es”, reseñó el diario El Mundo.
Así fue como Arianne se acercó a la residencia Olivaret, afincada en Barcelona, donde atienden a pacientes con alzhéimer y hablando con la terapeuta ocupacional, Manoli Yerbes, y el resto del equipo surgió el proyecto.
“El día que llegué estaban celebrando el entierro de la sardina y me percaté de que estaban usando la imagen de este pez combinada con el de una guitarra, lo cual me pareció de lo más metafórico. Era poesía, nada evidente y, dado que comunicarse mediante la palabra con estos pacientes resulta muy difícil, la imagen me pareció una salida muy buena para desarrollar algo que me permitiera comunicarme con ellos”, explicó Arianne.
La diseñadora comenzó a trabajar mano a mano primero con las terapeutas de la residencia y después con los diferentes pacientes. “Gracias a ello creé un prototipo y me dije que el juego podría tener salida si alguien del ámbito me pudiera respaldar”.
El Poetic Memory llegó hasta la Alzheimer Catalunya Fundación, que enseguida le dio el respaldo necesario a una iniciativa “que les pareció muy positiva”.
El siguiente paso consistió en lograr financiamiento para poder llevar a cabo una primera edición del juego, pues la fabricación tiene un costo elevado.
Mediante la fórmula del crowdfunding Arianne ha logrado la impresión del prototipo, hasta el momento el único que ha llevado a todas las residencias donde han podido probar Poetic Memory y su efecto en los pacientes.
Gracias a este apoyo, Poetic Memory saldrá en octubre y cada persona que haya confiado a través del crowdfunding recibirá su ejemplar. Además, por cada juego que se venda se destinará 1€ para programas de ayuda al Alzheimer.
Cómo funciona
Poetic Memory está especialmente pensado para aquellos pacientes de Alzhéimer a los que les falla la memoria inmediata y pueden tener dificultades de psicomotricidad o de vista. Por eso Arianne comenta que “ponemos una imagen lo suficientemente abierta en cuanto a interpretación, para que esto dé pie a que surja una conversación”.
Para ello el juego utiliza parejas de imágenes basadas en dos formas muy similares, como pueden ser un ojo, pero en la segunda imagen hay un elemento que se modifica o se desarrolla, por ejemplo: un ojo con un reloj dentro o una cafetera que se convierte en una bailarina. “Se trata de objetos cotidianos a los que se les ha dado otro significado y gracias a ello se crean historias”.
Historias como las que rememora Arianne en las anécdotas que ha vivido jugando con Poetic Memory en las diferentes residencias donde ha probado el juego.
“Ha habido casos que han acercado puentes, como el de una mujer, familiar de una paciente, que era la primera vez en su vida que jugaba con su madre; en otra ocasión, un día que estábamos con un grupo de pacientes, una señora que tenía dificultad para hablar vio una imagen y empezó a cantar una canción que el resto del grupo conocía y la acompañaron».
“Fue muy bonito”, dijo. Ahí reside la principal ventaja de este juego, pues como afirma su diseñadora nunca te equivocas: “El objetivo es que cada uno quiera ver lo que quiere ver apoyándose en una imagen llena de fuerza, por eso a veces no resulta necesario usar todas las fichas”. Cada sesión es un mundo.
En cuanto a los efectos que Arianne Faber ha podido observar en los pacientes se muestra sincera, “es una cuestión difícil de contestar y de la que no puedo sacar conclusiones, porque no es un juego que realmente cure. En general tiene un impacto muy positivo, pero mi aportación se basa exclusivamente en el arte, en un dibujo basado en la poesía pero digno, dirigido a un público adulto”.
Poetic Memory solo evoca cosas que ya se conocen, pero si se introducen nuevos elementos se logra estimular la creatividad y la imaginación, como la que suelen tener los niños.
En este sentido, el recorrido de Poetic Memory no se queda exclusivamente en los pacientes con alzhéimer. La ilustradora, basándose en una charla TED de la neurocientífica estadounidense Lisa Genovaen, que comentaba la importancia de entrenar la mente y aprender cosas nuevas como una forma de prevención de la enfermedad, ha probado Poetic Memory también con los más pequeños.
“Los niños también desarrollan su vertiente comunicativa. De hecho, lo he probado en niños con autismo y hubo un chico que al principio no quería entrar en el juego, pero cuando estábamos jugando con otros dos acabó animándose a participar”, explicó Arianne.
Para esta ilustradora el siguiente paso sería buscar más significados y facilitar la comunicación con la imagen también con pacientes que padezcan dislexia, un camino que Poetic Memory ya ha abierto a través del poder evocador que una imagen puede generar en las diferentes capas de la memoria.
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