Un incremento esperado y que corresponde principalmente al ciclo estacionario del ciclo de vida de los murciélagos, ya que en primavera-verano se produce su mayor actividad y en otoño-invierno están en etapa de hibernación, junto con a las condiciones climáticas y altas temperaturas, es el que está teniendo la recepción de murciélagos en la Sección Rabia del Instituto de Salud Pública de Chile. Prueba de esto es que durante la primera semana del 2017 se han recibido 70 muestras, con un peak de 20 diarias. Así también, y en concordancia con la llegada de muestras, son muchas las personas que están consultando al ISP acerca de las medidas a tomar al encontrarse con un murciélago en su hogar.
“El encontrar un murciélago durante el día ya es una situación anómala, ya que estos mamíferos son nocturnos”, destacó Verónica Yung, Jefa de la Sección Rabia del ISP.
¿Qué hacer frente al hallazgo de un murciélago?
El ingreso de murciélagos a las viviendas se considera potencialmente peligroso, por lo que se debe dar aviso a la SEREMI de la región respectiva o a la Municipalidad correspondiente para que sus respectivos equipos de zoonosis puedan capturarle. De no ser posible coordinar el retiro del ejemplar, se debe procurar tomarlo evitando el contacto directo con el animal.
”Para esto, se recomienda utilizar guantes de látex gruesos y un recipiente de boca ancha, como un tarro de leche u otro. Así, al momento de encontrar al murciélago posado en una superficie lisa, se debe poner sobre el animal el tarro boca abajo, para posteriormente deslizar un cartón que sirva como tapa, que debe ser fijado con cinta adhesiva”, detalló Verónica Yung, Jefa de la Sección Rabia del ISP. Las muestras deben ser derivadas el ISP para los estudios que ratifiquen o descarten rabia.
Murciélagos
Pertenecientes al orden de los Quirópteros, el cual reúne unas 1025 especies a nivel mundial, de las cuales 11 están presentes en Chile. De hábitos nocturnos, algunas especies conviven muy cerca de las personas, estableciéndose colonias.
Especie protegida
De todas formas, debe recordarse a la población que los murciélagos se alimentan de insectos voladores nocturnos, como zancudos y polillas, llegando según estudios a capturar más de mil en una hora, por lo que son controladores biológicos contra plagas. En zonas más rurales también son un aporte a la actividad silvoagropecuaria, ya que ayudan a mantener el equilibrio de los ecosistemas, ya sea también como controladores de plagas, como polinizadores. La ley de Caza N°4.601, modificada en 1996, prohíbe su caza o captura.
Rabia en Humanos
Según datos del Ministerio de Salud, desde 1950 los casos de rabia humana transmitida por perros fueron bajando progresivamente, hasta 1972, cuando se registró el último contagio por perro en Chillán. A contar del año 1985, en que se diagnostica por primera vez rabia en murciélagos insectívoros, se han detectado murciélagos positivos en todo el país. Estos antecedentes han demostrado la existencia de un ciclo silvestre de rabia en Chile. Lo que desde el punto de vista epidemiológico, constituyen un reservorio del virus rábico, a partir del cual, se originan casos esporádicos de rabia en animales domésticos e incluso en el hombre.
En el año 1996, un niño de siete años de la ciudad de Rancagua, sin antecedentes de mordedura, perdió la vida. La fuente de infección identificada fue un murciélago. Finalmente en el año 2013, después de 17 años, se detecta un caso de rabia en un joven de Quilpué, siendo uno de los pocos casos en el mundo que sobrevivió a esta enfermedad.