Los grandes descensos de peso tienen efectos colaterales que no siempre se difunden: uno de ellos es la piel sobrante que suele ser removida mediante cirugía
Amanda Roberts es una joven californiana de 23 años que a lo largo de dos años perdió unos 70 kilos. En su cuenta de Instagram la siguen más de 33.000 usuarios y con ellos ha compartido detalles del proceso. Según relata la muchacha, llegó a pesar 150 kilos y ha logrado bajar hasta que la balanza marcó 80 kilos, aproximadamente.
Si bien se siente feliz de tener un peso mucho más saludable, la piel sobrante se ha convertido en un nuevo inconveniente: “No puedo mejorar esto con ejercicio o hacer una dieta para que se reduzca. No puedo envolverla con alguna lámina mágica o borrarla con una crema y que desaparezca. Si ‘pierdo otros 45 kilos’ eso no hará que la piel suelta se vaya, simplemente me convertiré en una persona poco saludable que pesa 36 kilos y tiene incluso más piel sobrante”, explica la joven.
Para lidiar con esto en su vida diaria, Roberts esconde estos 10 kilos de piel dentro de sus pantalones, tal como lo ha mostrado en Instagram:
Pero además de mostrar su situación con el fin de dar visibilidad al problema que enfrentan miles de personas que, como ella, han sufrido una drástica baja de peso, la joven lleva adelante una campaña para recaudar fondos, ya que no cuenta con el dinero para someterse a la cirugía necesaria para quitar la piel sobrante.