La gran mayoría de los expertos en salud apoya la idea de crear un Fondo Unico solidario

En este clima impuesto por la oposición, los nostálgicos de la Concertación y el sector privado, el actual gobierno ha comenzado a entregar espacios

La gran mayoría de los expertos en salud apoya la idea de crear un Fondo Unico solidario

Autor: paulwalder
Mario Parada

Mario Parada

En este clima impuesto por la oposición, los nostálgicos de la Concertación y el sector privado, el actual gobierno ha comenzado a entregar espacios. Lo hace en la educación, en tanto entrega señales de retroceso en áreas como las pensiones, la decimonónica legislación laboral y el ultraliberal sistema de salud. Este último, según han detectado recientes sondeos, pese a estar elevado como la mayor preocupación ciudadana.

Es precisamente en esta área en la cual el gobierno ha enviado los mensajes más claros  sobre una renuncia a posibles cambios. Porque ante la idea de crear un fondo único de salud que incorpore el siete por ciento de las cotizaciones hoy derivadas al sistema privado, una propuesta por lo demás difundida desde el mismo ministerio de Salud hacia comienzos del mes pasado, el gobierno parece haber reculado. Durante un fin de semana de agosto la ministra Helia Molina declaró y subrayó a través de los diarios del duopolio que no habrá ninguna reforma importante en el área de la salud.

Retroceso y temor al nuevo clima que ha instalado el sector privado y sus representantes de la Alianza y sus infiltrados en la Nueva Mayoría. Pero se trata de un mensaje lleno de contradicciones y ambigüedades. Por un lado la ministra Molina asegura que no habrá reforma en el sistema privado de salud, y de forma paralela sesiona en la misma Moneda la comisión asesora presidencial para reformar el sistema de salud privada, el cual opera desde hace ya varios años, pese a sus voluminosas ganancias, en permanente crisis y bajo acusaciones de inconstitucionalidad.

Por encargo presidencial, en las próximas semanas esta comisión asesora que estudia el sistema de la salud privada deberá evacuar su informe, el que en principio deberá ser un importante insumo para la elaboración de un reforma al sistema de salud. Porque el sentido de la comisión y los comisionados no es ni teórico ni académico. Se trata de casi veinte expertos que fueron citados por la presidencia para hacer una propuesta de reforma al sistema de isapres.

Mario Parada, médico salubrista, especialista en salud pública y miembro de la comisión asesora dice que desde una mirada técnica es imposible acometer la labor de incluir a las isapres dentro de la lógica del sistema de seguridad social sin entrar a discutir el sistema en su conjunto. “Hay un principio de la seguridad social, que es la solidaridad. Por lo tanto hoy en día las isapres no solidarizan con el resto de los chilenos. Las personas que están adscritas en ese sistema no solidarizan con el resto de la población”.

Esta es una mirada mayoritaria de la comisión, la que se expresó en una votación. La mayoría de los comisionados tiene la convicción que es necesario hacer una reforma estructural al sistema y que, aunque menos mayoritaria, debe apuntar a construir un sistema único de salud. Eso, como mirada de mediano y largo plazo en el entendido que hay un corto plazo que se ha planteado este gobierno al cual la comisión ha de darle unas recomendaciones para que después los equipos técnicos hagan un proyecto de ley, el cual debiera estar elaborado en noviembre.

En estricto sentido, dice Parada, la Presidencia de la República puede acoger todas las propuestas del informe de la comisión o ninguna. “Luego un equipo de técnicos de los ministerios correspondientes hará un proyecto de ley que será ingresado al parlamento y luego esta instancia hará todas las modificaciones que hemos visto que se hacen. Si habrá ley, eso ya es un misterio, y qué ley, ese es otro misterio. Lo interesante es que el informe tal como se está configurando plantea un norte desde la mirada mayoritaria de unos expertos que fueron convocados por el gobierno”.

Esta es una comisión para estudiar la saluda privada, los seguros privados. Pero este estudio se extendió hacia todo el sistema de salud porque es imposible no hacerlo, dice Parada. Hay un principio de la seguridad social que no se está cumpliendo, que es el de la solidaridad.

Pero hay puntos muy críticos. Hay que recordar que las isapres están funcionando en un contexto de inconstitucionalidad después de un fallo del Tribunal Constitucional de hace unos cuatro años atrás que determinó discriminaciones por sexo y edad.

Como estamos en un sistema neoliberal las isapres han podido hacer lo que han hecho, agrega el comisionado. “Es decir, poder discriminar, poder descremar, por lo tanto configurar sistemas separados, uno para los que tienen más dinero y otro para lo de menos dinero. O sea, la novedad se instala con el fallo del Tribunal Constitucional. De lo contrario, muy poco habría sucedido”.

La postura de las isapres es pública. Ellos están por introducir modificaciones a su sistema, por aceptar ciertas regulaciones, pero manteniendo la estructura original. Para poder rentabilizar su negocio necesitan discriminar, de lo contrario no hay posibilidad de tener los niveles de rentas que observamos.

Es un tipo de seguro absolutamente singular, explica.  “Somos en salud únicos en el mundo, hasta que hace unos años los alemanes incorporaron un sistema similar, pero también con grandes diferencias. Son para los sueldos muy altos y son indefinidos de por vida. No es como aquí, en que la isapre rentabiliza a las personas jóvenes y sanas hasta que empiezan a gastarle mucho y le aumentan el plan. Como las personas ya no pueden seguir pagando se van a Fonasa, que los recibe sin que hayan aportado nada al seguro público. Eso no es solidario”.

“Nosotros estamos en esta comisión en calidad de expertos. Tenemos esa condición porque sabemos muchos del tema. No lo sabemos todo, pero sabemos mucho. Entre otras cosas, sabemos que en el mundo, y sobre todo en países de la OCDE, existen tres tipos de sistemas y los que funcionan mejor son los financiados por impuestos generales y los que tienen seguros únicos de seguridad social. Sabemos que los resultados sanitarios son mejores en esos dos tipos de sistemas. Y es eso lo que hemos propuesto”.

Respecto a los indicadores sanitarios chilenos, el doctor Parada dice que en promedio son buenos “debido al desarrollo de un sistema de salud pública poderosa durante el siglo XX, el cual fue modificado en la dictadura. Todavía estamos beneficiándonos de esa cultura sanitaria que se generó y se potenció en su momento y que afortunadamente las políticas neoliberales no han logrado destruir. Eso hace del sistema de salud chileno en su conjunto algo muy eficiente. Pero también hay que recordar que si bien tenemos muy buenos promedios también tenemos niveles de inequidad muy elevados. Cuando esos promedios se analizan tienen poblacionees con indicadores semejantes a Japón, Finlandia y poblaciones  que tiene indicadores de país subdesarrollado. Entonces, eso también lo recordamos. La inequidad en los resultados sanitarios es muy fuerte en Chile”.


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