Los pasillos del supermercado Líder están vacíos. Son las diez de la mañana, y el doctor Carlos Aranda, Seremi de Salud de la Región Metropolitana, agarra entre sus manos una caja de Trix, cereales Nestlé que llevan impreso en el empaque un conejo muy infantil. Hace cinco minutos entraba al local como un superhéroe, atravesando una caja de pago cerrada con la barrera «no pasar», rodeado de periodistas; y hace diez minutos se bajaba de un jeep estacionado en la calle Diez de Julio, con un delantal blanco –de doctor– bajo el brazo, delantal que ahora lleva puesto.
Amenaza con su dedo índice al conejo feliz. Dice: “los alimentos altos en nutrientes críticos no pueden tener ganchos comerciales dirigidos a niños y menores de 14 años”.
Y es que así es la regla nueva: la ley 20.606 no solo dispone normas de etiquetado frontal de advertencia para los alimentos altos en estos nutrientes, sino que también prohibe todo tipo de publicidad –dibujos, juguetes, animaciones– que incentive a los niños menores de 14 años a comprar este tipo de productos.
“No pueden estar aquí”, dice un funcionario del supermercado que se acerca, pero nadie le hace caso, menos Aranda, que sigue respondiendo las preguntas de la prensa.
–¿Y qué va a pasar con este supermercado?– pregunta una periodista de un canal de televisión.
–Sumario. Vamos a hacer un sumario contra el supermercado y la fábrica– responde el Seremi.
–¿Y en qué puede resultar el sumario?– pregunta otro.
–En una multa económica y eventualmente en la prohibición del producto– vuelve a responder, y explica que esta penalización corre tanto para los fabricantes como para los distribuidores.
Después, el doctor se va a la vitrina de enfrente y toma un Nesquik en polvo, que también tiene los discos pare negros que anuncia que es «alto» en algo, y otro conejo sonriente. “Prohibido, prohibido”, repite.
El problema con la aplicación de esta ley es que algunos supermercados se resisten a hacer cambios. De hecho, el mismo Nesquik en polvo, en la página web de Líder, no aparece con las etiquetas de advertencia que exige la 20.606. Solo se ve el paquete como era antes, sin ofrecer la información que advierte a los clientes sobre los componentes de estos alimentos. Algo similar ocurre en este supermercado con la marca Coca-Cola. A continuación los pantallazos, capturados hoy.
Oferta Nesquik en Líder:
Oferta Coca-Cola normal en Líder:
Este tipo de situaciones también están penadas por la ley 20.606. El monitoreo digital corresponde al Ministerio de Salud, y aclaran que están en conversaciones constantes con los supermercados para que se apresure la actualización de imágenes.
“Ya chicos, ¿necesitan algo más?», pregunta el encargado de prensa del Seremi, y todos responden que no. Aranda se va caminando por un pasillo –que sigue vacío– hasta la salida del supermercado. Solo. Algunos periodistas se quedan conversando con una señora. Ella, envalentonada por las cámaras, opina que se debe cumplir con la ley. Cuando le quitan el micrófono, y se empieza a alejar, pregunta a qué hora saldrá esto en la tele.
Yo sigo a Aranda hasta que lo alcanzo. Pregunto: “¿Usted come cereales, doctor?”. Él responde: “no, cuando yo era joven no existían los cereales”.