La Meditación: para qué sirve y qué beneficios otorga

Una poderosa y ancestral práctica esta disponible para todos los seres humanos que sientan el llamado interior. Para algunos, es un mecanismo para alcanzar estados de relajación permanentes, para otros, la meditación, permite profundizar en la consciencia pura trayendo la información divina a la vida diaria y así apalear con el vaivén del tiempo. En ambas situaciones, la técnica ayuda a mantener niveles saludables en el organismo y en la mente. Aquí una breve explicación de su funcionamiento.

La Meditación: para qué sirve y qué beneficios otorga

Autor: Nicolas Curi

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Afortunadamente, y al contrario de lo que ocurre con muchas terapias alternativas, la meditación es compatible con el método científico, de manera que ya podemos decir que los efectos que ejerce la práctica de la meditación en nuestro organismo están científicamente probados.

La meditación estimula la autocuración, nos proporciona mayor consciencia y creatividad, estimula y refuerza las zonas del cerebro asignadas a la felicidad y la alegría,  estimula el sistema inmunológico, entre otras muchas ventajas.

Meditar es un ejercicio intelectual

Definir lo que es la meditación es complicado, pues se trata de un concepto muy abstracto que cada persona vive de manera particular. Para unos puede tener connotaciones religiosas o espirituales, mientras que para otros es un método intelectual para acallar el bullicio interno y conseguir estados más creativos o emocionalmente positivos. En ambos casos, la meditación permite al ser humano conectar con vibraciones más sutiles, unificando los cuerpos físicos y energéticos.

Aunque cada vez hay más gente que practica la meditación, lo cierto es que en occidente todavía existen muchas personas que relacionan la palabra meditación con aspectos religiosos, con gurús o con prácticas sectarias. Pero meditar no es otra cosa que un ejercicio intelectual. Si nos atenemos al significado etimológico de la palabra, meditación se refiere a una práctica de naturaleza intelectual a través del cual se potencia la atención y la consciencia en el momento presente.

Qué objetivos tiene meditar

    • Felicidad: estimular las zonas del cerebro asignadas a la felicidad.
    • Salud: estimular el sistema inmune y los mecanismos de autocuración.
    • Relajación: liberar el estrés y la ansiedad y permanecer en un estado de bienestar.
    • Concentración: potenciar el estado de concentración y memoria.
    • Intelecto: incrementar las capacidades intelectuales.
    • Fortalece y despierta la intuición

Los puntos clave de la meditación

Sea cual sea el motivo por el que una persona decide empezar a meditar, pero en la profundidad de su significado, la práctica revela el camino de regreso al origen,

 lo cierto es que la consecuencia es siempre la misma: un estado mental y físico de serenidad, paz interior, concentración y creatividad, que se caracteriza por unos rasgos concretos que van en este orden:

    • Enfoque de la mente en un solo objeto (respiración, ondas de sonido, luz, etc).
    • Estado de concentración absoluta en el que el bullicio de la mente se detiene.
    • Estado de paz en el que la mente se libera de sus propios pensamientos.
    • Acceder a fuentes de información personal que durante el estado de vigilia no son posibles de alcanzar

Beneficios de la meditación

La práctica de la meditación tiene unos efectos fisiológicos muy concretos en el organismo, que además han sido demostrados por la ciencia, lo cual siempre parece dar cierta seguridad en nuestra civilización, a pesar de que otras muchas disciplinas maravillosas no encuentren su hueco en el método científico, y eso no las convierte en menos eficaces.

Pero bueno, a los amantes de las pruebas científicas les gustará saber que cada vez existen más estudios clínicos y científicos que demuestran el efecto de la meditación en distintas áreas del cerebro:

    • Potencia la salud mental y física
    • Aumenta el cociente intelectual
    • Desarrolla la inteligencia emocional y la empatía
    • Mejora la memoria
    • Alivia el estrés, la ansiedad y la depresión
    • Reduce la presión sanguínea
    • Aumenta la felicidad (literalmente)

Algunos datos curiosos sobre la meditación

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A la hora de hacer un estudio científico sobre los efectos de la meditación, lo que se hace es medir la actividad cerebral a través de un encefalograma. Los estudios demuestran que, según se avanza en la profundidad de la meditación, nuestro cerebro pasa por distintas etapas:

  1. Ondas beta: concentración
  2. Ondas alfa: relajación, creatividad
  3. Ondas theta (meditación profunda): solución de problemas
  4. Ondas delta (meditación avanzada): sueño profundo sin dormir

Gracias a esta actividad cerebral, existen algunos estudios que vale la pena revisar para comprobar los efectos de la práctica meditativa:

    • Un estudio de la Universidad de Yale concluyó que las personas que practican la meditación a lo largo de su vida desarrollan una red neuronal con la que tienen mayor consciencia de sí mismos y del presente, y menos ensoñaciones.
    • Otro estudio de la Universidad de Wisconsin concluyó que Matthieu Richards, monje budista, es el hombre más feliz de la tierra, gracias a que la meditación agranda las áreas del cerebro reservadas a la felicidad.
    • La Universidad de Harvard determinó que la meditación reduce la hipertensión arterial y estimula el sistema inmunológico.

Técnicas para alcanzar ese estado “divino” de la meditación

Existen diversas técnicas para alcanzar un estado elevado de la consciencia que, dependiendo de cada persona, pueden resultar más o menos sencillas. Lo que para unos puede inducir a un estado de concentración rápido, a otros requiere un esfuerzo y una fuerza de voluntad salvaje.

Si todavía no has descubierto cuál es la que mejor se adecúa a tus gustos o necesidades, te hacemos un breve resumen de algunas de las técnicas de meditación más utilizadas:

    • Respiración

      La inducción a un estado de concentración a través de la respiración es una de las prácticas más empleadas por las principales corrientes. Consiste en realizar ejercicios concretos y repetitivos de respiración, poniendo toda la atención en el aire, en cómo pasa por los orificios nasales, en el frío al inspirar y el calor al exhalar, etc. Con el transcurso del tiempo, la práctica y la disciplina, la mente alcanza más rápidamente el estado meditativo.

    • Objeto

      Es una técnica de concentración que utiliza un objeto, una vela, un color, etc, de manera que la atención debe centrarse en ese objeto hasta que poco a poco la mente se va calmando y llegando al estado meditativo.

    • El sonido

      Todas las civilizaciones han recurrido a las ondas de sonido para inducir a estados de concentración, espirituales o místicos. Campanas, cánticos, mantras, etc… repeticiones de sonidos concretos que inducen fácilmente al estado meditativo.

Consejos para meditar

Si deseas iniciarte en la práctica de meditación, te ofrecemos algunos consejos para que esta disciplina te resulte más sencilla:

    • Un buen momento para meditar es nada más levantarse o antes de acostarse, aunque meditar es una práctica que puede realizarse en cualquier momento del día.
    • Acondiciona una sala en tu casa, en el jardín o en algún espacio donde dispongas de cierta amplitud e intimidad. Procura que sea un espacio limpio, con pocas cosas, aireado, que te inspire calma y serenidad.
    • Se puede meditar en cualquier postura, pero la postura de loto es la más indicada por la colocación de la columna vertebral. Si te resulta incómoda o no puedes mantener la espalda recta, puedes ayudarte de cojines o mantas. Si de todas formas sigues notando incomodidad, utiliza cualquier postura que te resulte agradable.
    • Procura llevar una ropa cómoda, ligera y que te permita respirar libremente, sin opresión.
    • Mientras te aplicas en prestar atención a la técnica que hayas elegido, por tu mente cruzarán un sinfín de pensamientos, sobre todo al principio. No quieras evitarlos. Deja que pasen, como la corriente de un río, obsérvalos y déjalos ir. Lo importante es que no retengas ninguno, que no te identifiques con ninguno. Que observes los pensamientos como en una pantalla mental de cine sin hacer juicios. Si vas tras uno sin darte cuenta, simplemente regresa al estado de concentración. No te culpes por hacerlo; en eso precisamente consiste el ejercicio.
    • Para notar los beneficios de la meditación es necesario un compromiso diario, una rutina, una disciplina a través de la cual la meditación se convierta en una prioridad.
    • El sonido es una de las maneras más sencillas para entrar en el estado meditativo. Si la respiración o cualquier otro método te resulta incómodo, molesto, aburrido o te requiere demasiada fuerza de voluntad, prueba a poner un CD con música que te inspire y te induzca a la concentración, como por ejemplo los cuencos tibetanos. Otra fórmula es recitar mantras. Puedes comenzar con el famoso “Om”. Es muy sencillo y transporta fácilmente a un estado de concentración, meditación y unión.

Al igual que ocurre con todas las cosas, te aconsejamos que no desistas si no consigues resultados inmediatos. Es más, lo preferible es que no busques ningún tipo de resultado. Que la satisfacción sea, en sí, la propia práctica, el momento de calma, la voluntad de cambio y compromiso con uno mismo. Investiga las diferentes técnicas que existen para meditar, ejercicios, prácticas, sonidos, o cualquier heramienta que te permita liberarte de la marabunta de pensamientos y preocupaciones diarias, hasta que des con tu fórmula magistral.

Fuente: Vida Naturalia


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