Los dolores repentinos siempre alertan a quienes los padecen, en especial cuando se producen en el pecho, cerca del corazón.
La mayoría de las personas piensan que se debe a un ataque cardíaco cuando, en realidad, existen otras causas menos graves y más frecuentes.
De hecho, muchos de los que buscan atención médica en los servicios de emergencia no están teniendo un ataque al corazón, sino que padecen un dolor muscular, reflujo ácido o crisis de ansiedad.
Debido a esto es importante aprender a asumirlo con calma y conocer en qué momento representa un riesgo para la salud.
Estas son sus 6 causas más comunes.
1. Angina de pecho
La angina de pecho es una molestia en el tórax que se produce cuando el corazón no recibe la adecuada irrigación sanguínea.
Esto puede deberse a una obstrucción parcial de las arterias coronarias, la cual obliga al corazón a trabajar con más esfuerzo.
La sensación de presión se puede ubicar en el centro o parte izquierda del pechoy, por lo general, dura solo unos minutos.
En los hombres puede ocurrir a partir de los 30 años, mientras que en las mujeres suele tardar un poco más.
Es más frecuente entre quienes consumen sustancias estimulantes como el tabaco y el alcohol, así como en los que tienen niveles altos de colesterol.
2. Fatiga crónica
La fatiga crónica o el cansancio extremo es uno de los responsables de los dolores de pecho leves y de poca duración.
Esta condición suele derivarse de las dificultades para transportar el oxígeno a través del torrente sanguíneo, lo cual debilita el cuerpo.
Lo suelen padecer quienes practican actividad física de alto impacto, debido a que el corazón tiene que bombear la sangre a mayor ritmo.
Con el fin de evitar este dolor se recomienda distribuir el esfuerzo en varias sesiones, en especial cuando se es mayor de 40 años.
3. Enfermedades cardiovasculares
Es muy importante conocer los antecedentes familiares de patologías cardiovasculares, ya que existe la posibilidad de padecerlas por cuestiones genéticas.
De ser así, los dolores repentinos en el pecho podrían provenir de las dificultades que padece el sistema cardiovascular a causa de la enfermedad.
Se debe llevar un estricto control médico, en especial porque el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares es más altos.
Estos dolores suelen durar un poco más de un minuto y se pueden extender hacia las extremidades.
4. Dificultades en las vías respiratorias
Las personas que fuman suelen presentar más dolores en el pecho debido a las dificultades que sufren las vías respiratorias por las toxinas que se van quedando acumuladas.
También son más habituales entre las personas con enfermedades pulmonares, sobre todo cuando uno de sus síntomas es la tos.
5. Desordenes emocionales
Los niveles altos de estrés, ansiedad o depresión producen dolores constantes en la zona cercana al corazón.
Estos suelen ser más fáciles de identificar que en otros casos, aunque algunas veces son tan fuertes que se pueden confundir con una patología más grave.
Suelen darse de forma repentina y pueden venir acompañados con una sensación de presión y punzadas.
En este caso se sitúan en el centro del pecho, debido a que es en esta zona y en la boca del estómago donde se forman los nudos relacionados con las emociones.
6. Reflujo gastroesofágico
El reflujo ácido es una condición muy común en la población, ya que alrededor del 7% lo padece varias veces a la semana.
Se produce cuando hay un desbalance entre los factores agresores y los defensivos de la mucosa esofágica, el cual permite que incremente la acidez.
Consiste en una sensación de quemazón o dolor a la altura del esternón, la cual aumenta tras ingerir comidas demasiado copiosas o abundantes.
También se puede presentar un sabor agrio en la boca, dificultades para tragar y un fuerte dolor torácico.
De hecho, es una de las causas más frecuentes de dolor en el pecho no cardíaco, y muchas veces se confunde con el que se produce con un infarto agudo de miocardio.
En conclusión, debido a los múltiples factores que lo ocasionan, el diagnóstico del dolor en el pecho puede ser un poco complejo.
Sin embargo, siempre es conveniente consultar con el médico, sobre todo si se tienen antecedentes o se da en forma repetitiva.
Fuente: Mejorconsalud