Bajo la premisa de que la salud es tópico de derechos humanos y no ideológico, el presidente Andrés Manuel López Obrador enfatizó que su gobierno ha determinado contratar médicos del extranjero, en principio de Cuba, a fin de llevar este servicio a todos los rincones del país.
“Tomé la decisión de contratar especialistas del extranjero y van a venir médicos de Cuba, porque la salud no tiene que ver con ideologías, sino con los derechos humanos. Y si hay que traerlos de Estados Unidos, de Rusia, de Cuba, de Japón o de Francia, los vamos a tener aquí.”
La supervisión de los avances del programa Salud para el Bienestar en el hospital IMSS-Bienestar de Rosamorada, Nayarit –que fue encabezada por el mandatario federal, ya que el gobernador Miguel Ángel Navarro sufre de covid–, fue el colofón para que se diera a conocer la llegada del primer grupo de 60 especialistas de la isla al país, que desarrollarán su labor en esta entidad a partir de mañana –esto como parte del acuerdo entre los gobiernos de México y de Cuba en mayo pasado, en el que se acordó traer 500 médicos.
Una serie de protestas obligó a que esto tuviera que ser confirmado en entrevista al finalizar el acto por el director de atención hospitalaria del estado, Roberto Tovar Gutiérrez, quien agregó que en el caso de Rosamorada, serán 12 los galenos cubanos que se sumen a los trabajos en beneficio de la población.
“Venimos a trabajar, no a hablar”
Los enviados el país caribeño estuvieron presentes en la ceremonia en esta entidad –donde hace tres meses inició el proyecto del gobierno para la federalización del sistema.
La polémica generada a partir de las críticas de la oposición a la medida de López Obrador hizo que los reporteros buscaran la declaración de la misión cubana; sin embargo, los médicos evitaron protagonismos y evadieron las entrevistas. Uno de ellos dijo a este diario, sin mediar grabadora, “venimos a trabajar, no a hablar”.
Desde esta región costera, ubicada en el norte de la entidad –la tierra, cuenta la historia, de la que partieron las etnias que a la postre se convertirían en los mexicas y fundaran la Gran Tenochtitlán–, el titular del Ejecutivo federal reafirmó que el compromiso de su administración es llevar salud de calidad y gratuita a todos los rincones del país, en particular para las personas más vulnerables que no cuentan con seguridad social.
Denuncian despidos
Acudieron decenas de habitantes y trabajadores de la salud del estado, entre quienes se encontraban varios que protestaban porque, dijeron, fueron despedidos.
Los reproches se dirigieron en particular al secretario de Salud federal, Jorge Alcocer. Le endilgaron la responsabilidad de la falta de presupuesto para el Ramo 12, lo que ha causado la baja de varios de ellos. El funcionario aseveró que hay diálogo y que las diferencias pueden ser resueltas, pero los quejosos alzaron los decibeles: “No es cierto”.
Funcionarios del sector aclararon que este personal “no se transferiría al IMSS-Bienestar, se queda en la Secretaría de Salud estatal y su regularización corresponde a Salud Federal; sin embargo, se acordó revisar quiénes se podrían sumar” al nuevo esquema.
Cuando el Presidente hablaba de la contratación de médicos extranjeros y las basificaciones, quienes protestaban alzaron de nuevo sus voces. “Sí hay”, lanzó alguno ante la afirmación del mandatario de que podía comprobar el déficit de especialistas en el país, a lo que éste atajó: “Vamos a basificar a todos los trabajadores de la salud y vamos a mejorar el servicio. Los que fueron despedidos injustificadamente serán reinstalados. Sólo les digo una cosa, se tiene que revisar qué hacen, porque no queremos gente que cobre sin trabajar”. Tras esa aseveración, quienes se manifestaban bajaron sus pancartas y terminaron las protestas.
Previamente, el director general del IMSS, Zoé Robledo, detalló que con una inversión de 54 millones de pesos para el nuevo proyecto federal de salud, la administración de López Obrador logró que el programa IMSS-Bienestar en Nayarit opere en 100 por ciento con un modelo integral para la salud en 12 hospitales, en las unidades de especialidades médicas de cancerología, hemodiálisis, cirugía ambulatoria, en 245 unidades de primer nivel y en centros de salud.
La siguiente etapa de la transformación del sistema de salud estatal, añadió en referencia a los manifestantes, está enfocada en el Ramo 12, el cual tiene que ver con salud pública, pues se debía iniciar con atención médica en hospitales.
Ni seguro ni popular
El mandatario subrayó que la decisión de traer doctores de otras naciones es sólo suya y la tomó aun “sabiendo cómo iban a responder los adversarios, los conservadores”.
Agregó: “Eso que llamaban Seguro Popular ni era seguro ni era popular. Se enviaba dinero a los gobiernos estatales y se usaba con otros fines o se lo robaban. ¿Saben cuánto compraba el gobierno en medicinas? 100 mil millones de pesos, sólo a diez empresas distribuidoras, y tres vendían 65 mil millones al año al gobierno. ¿Y quiénes eran los dueños de esas empresas distribuidoras, porque no eran ni laboratorios? Puro político corrupto. Por eso nos ha costado cumplir con el compromiso de que tengamos un sistema de salud de calidad, universal, que se garantice lo que establece, y está convertido en letra muerta, el artículo 4 de la Constitución, el derecho del pueblo a la salud”.
Con información de La Jornada
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