El cáncer de mama es una patología crónica que se desarrolla cuando las células del tejido mamario crecen de forma anormal.
Es uno de los cánceres más comunes en las mujeres y, de hecho, aunque también puede afectar a los hombres, es la segunda causa de muerte en esta población.
Si bien los tratamientos y métodos de detección han avanzado, continúa siendo uno de los más agresivos debido a su fácil proliferación.
Las células malignas logran desplazarse a través de los vasos sanguíneos y linfáticos y, cuando no se trata de forma oportuna, llegan a afectar otras partes del cuerpo.
Debido a esto es fundamental conocer cómo se manifiesta en sus etapas iniciales y cuándo es conveniente acudir al médico para recibir exámenes profesionales.
En esta ocasión queremos revelar 9 síntomas que, aunque pueden darse por otras enfermedades, no deben descartarse como posibles señales.
¡Descúbrelos!
1. Masas en los senos
La aparición repentina de masas o pequeños bultos en los senos y axilas es una señal que debe analizarse de forma minuciosa, preferiblemente con la ayuda de un profesional.
Este síntoma es común en las pacientes con cáncer de seno, dado que la enfermedad afecta los procesos inflamatorios y la actividad del sistema linfático.
Sin embargo, muchas veces son nódulos benignos, causados por una infección o quistes.
2. Sangrados anormales
Los sangrados anormales son un síntoma común en aquellas que padecen desequilibrios hormonales; pese a esto, es fundamental prestarles atención, sobre todo cuando se dan de forma inusual.
En el caso de cáncer de mama, muchas mujeres pueden sufrir un leve sangrado en uno o ambos pezones.
Si es así, lo mejor es solicitar de inmediato exámenes médicos.
3. Cambios en la piel de los senos
Cuando el cáncer comienza a avanzar en su nivel de gravedad, la piel que cubre los senos presenta algunas alteraciones que permiten encender las señales de alerta.
Es fundamental consultar al médico si:
- La piel de los senos está enrojecida.
- Se presentan úlceras o cambios anormales en el color.
- Aparece una textura similar a la celulitis o piel de naranja.
4. Hundimiento del pezón
Toda mujer debe revisar de forma regular sus senos y, tras hacer una observación detenida, debe analizar si los pezones presentan alguna anormalidad.
La retracción o hundimiento de uno o ambos es un síntoma evidente de tumores en las mamas.
5. Dolor y sensibilidad
En las etapas iniciales de este tipo de cáncer es muy raro que se perciba dolor o sensibilidad al palpar los senos.
No obstante, conforme avanza el crecimiento de las células, este síntoma comienza a manifestarse de forma recurrente.
- Aunque no hay que descartar que su aparición se deba al cáncer, hay que tener en cuenta que también son habituales por el síndrome premenstrual, la mastitis y los cambios hormonales bruscos.
6. Secreciones inusuales
Las secreciones en los senos pueden producirse durante la etapa de lactancia o producto de una infección en los pezones.
Sin embargo, un gran número de pacientes con este tipo de cáncer llegan a presentar este síntoma cuando la enfermedad avanza.
En estos casos se detecta una secreción de color transparente, blanca o amarillenta que, a menudo, libera un olor desagradable.
7. Cambios en el tamaño de las mamas
El crecimiento anormal de células en el tejido mamario puede provocar cambios en el tamaño, ya sea en una o ambas mamas.
Notar que alguna luce inflamada o con un tamaño diferente a lo habitual es suficiente para solicitar una consulta médica.
8. Pérdida de peso repentino
Las mujeres que pierden peso de forma repentina e inexplicable deben preocuparse.
Si bien para algunas puede parecer un beneficio, detrás de esto se puede esconder un trastorno grave.
La presencia de células malignas afecta la actividad metabólica del cuerpo y, al producir deficiencias nutricionales, conduce a la pérdida alarmante de peso.
9. Debilidad y cansancio
La sensación de debilidad y cansancio son síntomas habituales en aquellas que trabajan en jornadas extensas, o bien, hacen actividad física de alto impacto.
Estos dejan de ser normales cuando se dan de forma repentina y recurrente, incluso cuando se mantienen hábitos de vida saludables.
Mantener en este estado indica que algo no está bien en el cuerpo y, probablemente, las energías se están utilizando para combatirlo.
¿Identificas uno o varios síntomas? Si es así, procura consultar al médico para recibir la atención adecuada lo antes posible.
Recuerda que cuanto más rápido se obtenga un diagnóstico, mayor es la expectativa de vida.
fuente: mejoconsalud