Un estudio publicado en Current Biology explicó que el factor fundamental que promueve el dolor crónico es el recuerdo de un dolor anterior, y por ello sostiene que los humanos, dependiendo de su sexo, perciben el malestar de distintas maneras.
Investigadores de las universidades de McGill y Toronto Mississauga (Canadá) experimentaron en ratones machos y determinaron que estos recordaban con claridad las experiencias dolorosas anteriores.
Por esta razón, estaban más estresados y eran más hipersensibles al dolor posterior cuando regresaban al lugar en el que lo habían experimentado anteriormente.
Para ellas es una experiencia más
En cambio, los roedores hembras no parecían sentirse estresadas por sus experiencias previas, tomaban el dolor de mejor manera, como una rutina o algo a lo que empezaban a adaptarse.
Los científicos sostienen que esta información puede ser de gran utlidad para el desarrollo futuro de terapias para el dolor crónico.
«Queríamos observar la hipersensibilidad al dolor en ratones y, sorprendentemente, encontramos estas diferencias en los niveles de estrés entre machos y hembras», indicó el autor principal del estudio, Jeffrey Mogil.
Tras esta novedad, extendieron el estudio a los humanos, para ver si los resultados serían similares.
Humanos y ratones tienen puntos en común
La sorpresa de los investigadores fue que comprobaron las mismas diferencias entre hombres y mujeres que las que se habían observado en los roedores.
Cuando a los hombres se les llevó a la misma habitación que en la prueba anterior, calificaron el dolor por calor más fuerte que el día anterior y lo mismo ocurrió con los ratones macho.
Con estas experiencias se demuestra que el dolor crónico es un problema relacionado con los recuerdos.
El papel de la memoria
Al día siguiente los sujetos regresaron a la misma sala o a una diferente, donde se les aplicó la prueba en sus brazos o patas traseras. Acto seguido, los hombres calificaron el dolor más intenso que el día anterior y lo mismo ocurrió con las reacciones de los ratones macho. Cosa que no sucedió con las mujeres, ni con las hembras roedoras.
Bloqueo del dolor
Los especialistas lograron confirmar que el dolor aumentó debido a los recuerdos del dolor anterior. Llegaron a esta conclusión después de que interfirieron en la memoria de los ratones machos inyectando a sus cerebros un medicamento llamado ZIP, que bloquea la memoria.
Entonces, cuando los científicos realizaron nuevamente en los roedores el experimento de recuerdo del dolor, los ratones no mostraron signos de predisposición.
Esta experiencia, sostienen los científicos, abre la puerta a la fabricación de fármacos contra el dolor específicos para cada sexo.
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