Su sola presencia en las costas, pone en alerta a las autoridades marítimas, por los estragos que puede causar a la salud de las personas. Se trata de las medusas, que siempre generan inquietud entre los bañistas por las eventuales reacciones alérgicas.
Sólo se han reportado algunos casos en playas de Viña del Mar, pero su sola presencia asusta. Las medusas son animales marinos, con un cuerpo casi transparente y gelatinoso. En sus tentáculos tienen unos filamentos (equivalentes a un aguijón) que inyectan el veneno en caso de entrar en contacto con ellas.
Existen más de 10 mil tipos de medusas en el mundo, el 10% de ellas son tóxicas para los humanos. La más conocida en nuestro país por la gravedad de los casos reportados, es la Fragata Portuguesa, pero las más comunes son: Chrysaora plocamia y Anthothöe chilensis. Estas aumentan su población en la época de verano, por el incremento de la temperatura de las aguas.
Algunas picaduras de estas medusas pueden ocasionar desde el enrojecimiento de la piel hasta otros efectos sistémicos, dependiendo de la especie, cantidad de veneno inoculado y la susceptibilidad de la persona afectada.
La sintomatología más frecuente es enrojecimiento y sensación de quemadura en la piel, además de un dolor parecido a la picadura de una abeja.
“La medusa lo que está liberando es una sustancia tóxica que genera un edema en la piel además de pequeñas vesículas y posible descamación y pústulas (material purulento). En general pueden producirse otras molestias anexas como: náuseas, vómitos y calambres, pero en el caso de personas alérgicas la situación es mucho más delicada y se puede experimentar un shock anafiláctico, que es una reacción exagerada de nuestro organismo y sistema inmune a un alérgeno”, explica Valeska González Cid, académica de la Facultad de Enfermería de la U. San Sebastián.
La enfermera aclara que “no siempre se da la posibilidad de un shock anafiláctico, porque depende del tipo de medusa, cuánto tiempo estuve expuesto a la sustancia tóxica liberada por la medusa y si soy alérgico o no a ese veneno”. En estos casos “se cierran las vías respiratorias y de inmediato a la persona se le debe administrar un antihistamínico y corticoide para eliminar esta reacción de nuestro organismo”.
Tratamiento
La enfermera señala que lo primero que hay que hacer es lavar con suero fisiológico la zona afectada y quitar los restos del filamento (o aguijón) de la medusa que quedaron en la piel, ojalá con guantes.
La docente de la USS dice que “en ningún caso se debe usar amoniaco o vinagre en la herida provocada por la medusa, porque puede ocasionar más irritación y eventualmente generar una infección”. Tampoco es conveniente lavar con agua caliente o usar cremas o lociones sobre la superficie afectada.
La académica añade que es necesario trasladar a la persona a un centro asistencial, para prevenir una reacción alérgica mayor y suministrarle un antídoto o tratamiento respectivo.
La enfermera recalca que no es conveniente esperar a que se produzcan los síntomas más graves como mareos, dificultades respiratorias, náuseas o vómitos y el afectado tiene que recibir atención médica para prevenir un shock anafiláctico, que en casos más extremos puede llevar a un paro cardiorrespiratorio.
No obstante, la docente aclara que este tipo de reacciones alérgicas severas no se da en todas las personas que entran en contacto con una medusa.
En forma preventiva se recomienda no meterse al agua si hay presencia de medusas o incluso fragmentos de ellas en el mar, ya que pueden ocasionar la misma reacción en la piel del bañista.