La imposición de valores estéticos han distorsionado la visión de la belleza, lo que orilla a muchos a llevar dietas extremas para encajar en los estándares sociales. Cada día es más común conocer a gente que sufre de anorexia o bulimia, pero estos no son los únicos desórdenes alimenticios que han surgido como resultado de carencias fisiológicas o trastornos mentales.
La mayoría de los desórdenes alimenticios que verás a continuación son parte de lo denominado “pica”, que es la compulsión de comer objetos o sustancias no comestibles como pintura, tierra, etc. Este extraño desorden generalmente se deriva de la falta de ciertos nutrientes, pero también puede implicar problemas psicológicos.
Te presentamos los desórdenes alimenticios más extraños y cada vez más cotidianos que han presentado pacientes de todo el mundo.
Este trastorno se refiere a la gente que intercambia la ingesta de calorías en comida por un consumo excesivo de alcohol. Este desorden es más común en jóvenes, y puede dañar seriamente el sistema digestivo, el cerebro y el funcionamiento del cuerpo en general.
Xilofagia
La xilofagia es la ingesta de madera. Los afectados pueden comer lápices, papel, mesas, aserrín, sillas o cualquier cosa cuyo material sea con madera. Es normal que los niños pequeños consuman madera alguna vez como parte de su etapa de fijación oral; pero la gente que sufre de xilofagia, normalmente son adultos.
Necrofagia
Este desorden alimenticio lo sufre la gente que consume carne de humanos muertos, y en algunos casos, prefieren la ingesta de carne en estado de descomposición. Este trastorno no es muy común, y lo presentan personas con historial psiquiátrico.
Tricofagia
La tricofagia, también conocida como “síndrome de Rapunzel”, es la ingesta compulsiva de cabello humano y generalmente va acompañado de la tricotilomanía, que es la obsesión por arrancar el cabello y vello corporal. La gente que sufre de tricofagia, acumula en su aparato digestivo grandes cantidades de cabello, lo que provoca un serio bloqueo intestinal, dolor abdominal y vómito. Estas bolas de cabello sólo pueden ser removidas por medio de intervención quirúrgica.
Coprofagia
Este trastorno se refiere a la ingesta de heces fecales. La coprofagia se presenta en algunos animales e insectos, y la practican únicamente en casos extremos. Cuando la ingesta de heces es voluntaria y se presenta en humanos, se llama coprofilia; ésta es riesgosa, ya que posibilita el consumo de bacterias, huevos de gusano y parásitos intestinales, lo que puede provocar hepatitis A, hepatitis B y hasta neumonía.
Hyalofagia
A pesar de que sea poco común, existe. Se trata de la ingesta de pedazos de cristal y es muy peligrosa para quienes la padecen, pues a medida que éste atraviesa el tracto digestivo, puede herir o cortar el estómago, intestinos y garganta, causando serias hemorragias e incluso la muerte.
Autosarcofagia
También conocido como autocanibalismo, este desorden psicológico consiste en el consumo de la propia piel, se relaciona con el autovampirismo (beber la sangre propia). Este comportamiento autodestructivo va ligado a un trastorno mental y, a menudo, el afectado desea compartir su carne con más personas para cometer canibalismo.
Urofagia
La urofagia es la ingesta de la orina, no importa si es propia o de otras personas, y es más común de lo que pensamos, pues existe la falsa creencia de que es una práctica muy saludable para nuestro cuerpo. En realidad es bastante inofensiva, pero existe el riesgo de infecciones bacterianas de la uretra y algunos pacientes presentan erupciones en la piel.
Antropofagia
También conocida como canibalismo, es la acción de comer carne de seres de la misma especie. En los humanos se han encontrado evidencias de esta práctica en culturas por todo el mundo: desde Mesoamérica, Sudamérica, en culturas africanas y polinesias, hasta en los primeros asentamientos humanos en Francia y Alemania.