En Chile todos los años, cerca de 500 niños se enferman de cáncer. Los menores deben pasar meses recibiendo tratamientos complejos y cuidados especiales, mientras la familias incurren en gastos e incluso algunos padres renuncian a sus trabajos para cuidar de los hijos, razón por la cual los problemas al interior de la familia aumentan por la falta de ingresos. En orden a esta problemática, existe un proyecto de ley –en segundo trámite legislativo y a la espera de su aprobación en la cámara baja- que contempla el fuero del padre para acompañar y cuidar al hijo, es decir, una licencia médica que le permitiría mantener su trabajo mientras cuida del menor enfermo.
En el marco de una visita a la unidad de Oncología del Hospital Luis Calvo Mackenna ministra de Salud Helia Molina abrió el debate sobre los permisos y licencias e incluso subvenciones para los trabajadores que enfrenten estos problemas con sus hijos. Por ello, Molina señaló que «se está pensando en crear una legislación específica del cáncer, porque es un mal que se ha convertido no sólo en un tema de salud«. La ministra señaló que es necesario hacer presión desde todos los sectores para que se legisle en favor de esta moción “para avanzar en los derechos de las familias cuando hay niños que tienen enfermedades de larga evolución como es el cáncer y otras enfermedades”, según consignó Bio Bio.
En tanto en el Congreso, existe desde 2012 un proyecto del senador Independiente Carlos Bianchi que modificaría el Código del Trabajo para ampliar los casos en que el padre o el cuidador de un menor, pudiera gozar de fuero. El senador antes mencionado, se reunió con la ministra del Trabajo Javiera Blanco en el mes de julio para dar celeridad al proyecto, cita tras la cual se acordó dar urgencia. En dicha oportunidad Blanco señaló que “estuvimos viendo varios proyectos de ley, hay un tema muy relevante que tiene que ver con los niños enfermos de cáncer y que los padres puedan acompañarlo (…) vamos a explorar y a ponernos a trabajar en avanzar en una propuesta en que efectivamente podamos darles una respuesta a los padres y ver cuál será el mecanismo específico” (Fuente: Senado).
En aquella ocasión, el senador señaló que los niños con cáncer están alrededor de 6 meses con tratamientos y “el impacto emocional que significa para una familia que el cáncer lo padezca un niño, es inmenso y que para lograr la recuperación de estos niños, el apoyo psicológico es fundamental, por lo que en este contexto la presencia de la madre es un pilar indispensable, no sólo para un buen tratamiento, sino por todo el apoyo familiar que para el niño representa y la fuerza que ella pude transmitirle a su hijo para seguir adelante”.
Cabe señalar que durante la administración de Sebastián Piñera, el ministerio de Trabajo, encabezado entonces por Evelyn Matthei no llegó acuerdo con el Minsal, quedando esta iniciativa estancada a pesar del conocimiento sobre la necesidad de que niños con cáncer y otras enfermedades necesitan de la compañía de sus seres más cercanos. Cuando este proyecto fue presentado en 2012, se explicó que «400 y 600 niños padecen de cáncer al año y muchos de ellos deben tratarse sólo en Santiago, lo que implica que quienes viven en regiones extremas deban desplazarse junto a sus padres para recibir tratamiento. Precisó que cerca del 80% de los niños con cáncer se recuperan y que los especialistas han señalado que es clave que los niños sean acompañados en ese proceso. Agregó que actualmente existen cerca de 40 mil personas con licencia por cáncer, por lo que anexar los 400 casos de los padres con niños enfermos no debería ser mayor problema» (Fuente: Senado).
La problemática detrás de un pequeño enfermo incluye problemas económicos graves, pues padres y madres deben renunciar a sus trabajos o pedir licencias médicas sin goce de sueldo. A pesar de que la vida es lo más importante para estas familias, es necesaria una legislación que de seguridad laboral para los padres afectados por la situación dramática de tener un hijo con enfermedades tan graves. A raíz de las cuales muchas familias se quiebran y pierden parte de sus sustento para vivir.