Una mujer con dislexia que trabajada en Starbucks declaró que estuvo a punto de matarse por la forma en que la empresa la trató por no comprender su situación.
En el caso judicial entre Meseret Kumulchew y la cadena de cafeterías, el tribunal le dio la razón a la mujer, puesto que su condición la lleva a cometer ciertos errores formales.
Kumulchew tiene dificultad para leer, escribir y ver la hora, pero ella afirma que estas son condiciones que siempre ha dejado claras a sus empleadores. Sin embargo, la empresa pasó por alto esto y dejó reducidas sus labores como supervisora, lo que la llevó a un estado emocional en que llegó a tener sentimientos suicidas.
Hablando para la cadena BBC, la afectada contó: «Hubo un punto en el que quise cometer suicidio. No soy un fraude. Esto es serio, casi terminé con mi vida, pero tenía que pensar en mis hijos. Sé que no soy un fraude, sólo cometo errores».
Kumulchew trabajó en una sucursal de Starbucks en Clapham, al sudoeste de Londres, Reino Unido, donde su trabajo involucraba llevar registro de las temperaturas del agua y los refrigeradores, a ciertas horas del día, y anotarlos en una tabla.
Ella dijo que necesitaba que se le enseñara de manera visual cómo hacer las tareas, explicando que ese es su estilo de aprendizaje. Recalcó que lo más importante de haber postulado a Starbucks fue su política de «aprender haciendo», lo que funciona perfecto con el tipo de habilidades que ella tiene.
Kumulchew agregó que la compañía debió haber considerado la asesoría de la Asociación de Dislexia para que verificara su desempeño, y que esto la habría ayudado.
El tribunal resolvió que Starbucks no hizo ningún tipo de ajuste razonable para ayudar a la empleada a realizar su trabajo, y que en vez de integrarla, la discriminaron y victimizaron.
“Aún estamos en discusiones con esta empleada y no podemos hacer comentarios sobre un caso que no se ha cerrado», expresó la empresa Starbucks a la BBC, según informa The Independent.
«Muchos disléxicos tienen grandes dificultades para abrirse paso en los espacios de trabajo, llegando a sufrir altos niveles de ansiedad, porque los empleadores están incapacitados para adaptarse a ellos o no entienden su condición», dijo la directora de la Asociación Británica de Dislexia, Kate Saunders.
La dislexia está identificada como una desventaja cognitiva y está definida en el Acta de Igualdad 2010 (un acta del Parlamento de Reino Unido que forma parte de las garantías de la Ley anti discriminación).
De acuerdo a la organización Lexxic (que provee de servicios a los adultos con dificultades de aprendizaje en el trabajo) 1 de cada 10 personas en Reino Unido tiene dislexia, mientras 1 entre 4 de ellas presenta dislexia en grado severo.
Fuente: The Independent
Traducción: El Ciudadano