Considerando la transformación evolutiva que ha experimentado la sociedad chilena en su relación con los usuarios de Cannabis:
1.- manifestada a través de la legitimidad que ha alcanzado, de hecho, en la ciudadanía el empleo de esta planta para fines recreativos, medicinales, sacramentales, con la integración paulatina como atributo propio y naturalizándose en nuestra cultura.
2.- Expresada en señales oficiales emitidas por el Estado Chileno a través sus autoridades e instituciones -entre otras- la Presidenta del Senado y también de otros Senadores, la Cámara de Diputados y recientemente su Comisión de Salud, la Defensoría Penal Pública, el Instituto de Salud Pública, el Servicio Agrícola Ganadero, la Municipalidad de la Florida, La Municipalidad de Valdivia.
3.- Y que se encuentra consistentemente fundamentada desde lo jurídico, desde lo científico, desde la sabiduría ancestral y desde la propia experiencia de muchos Ciudadanos responsables.
Los cultivadores de Cannábis en Chile, habiendo alcanzado la convicción, la certeza, de estar actuando desde la Dignidad que nos confiere el Derecho, cuando sembramos, cultivamos y hacemos uso de esta planta para asistirnos esencialmente en nuestra vida, nos sentimos responsable de exhibir una mayor consecuencia y dar un paso al frente para transparentar nuestra situación, aportando con ello a completar un proceso de ajuste en la cultura, porque no podemos, ni debemos, continuar soportando participar de una relación que pretende perpetuar la clandestinización, criminalización y degradación de una legítima opción ciudadana en un Chile para todos
*Los que nos encontramos actualmente cultivando -personas, familias, pueblos y comunidades.
*Los que cultivarían si no existiese riesgo de ser objeto de discriminación y persecución.
*Los que están en la sintonía de respetar el ejercicio de Derechos Esenciales que desplegamos a través de nuestra esta Opción.
*Los que están en la sintonía de respetar el ejercicio de Derechos Esenciales que desplegamos a través de nuestra esta Opción. Todos estos Cultivadores de Cannabis en el Espíritu, exponemos nuestra situación públicamente a la Comunidad Nacional, y a través del ejercicio del Derecho a Petición
I) SOLICITAMOS el cumplimiento efectivo de la obligación de respetar y promover tales Derechos Esenciales consagrados en la Constitución Política de la República y en los Tratados Internacionales de Derechos Humanos, a todas las Autoridades Responsables de la Gobernabilidad en este País, de la Salud de nuestra Democracia, y de garantizar las condiciones para alcanzar la Realización Espiritual y Material de todos los habitantes, tanto en Chile como en América.
II) PEDIMOS PROTECCIÓN a través de la ejecución de todas las acciones necesarias que permitan el verdadero ejercicio de las Libertades Esenciales consagradas en nuestra matriz jurídica, terminando con la intromisión arbitraria del propio Estado -contando con la pasividad de demasiados- en contra de los Cultivadores de Cannabis y sus Familias, y de toda nuestra sociedad en definitiva, generando daño y obstruyendo el despliegue de la Libertad y al Dignidad.
Todos los que aquí firmamos estamos convencidos de estar ejerciendo Derechos y cumpliendo con la Obligación de enfrentar el desafío que significa no claudicar y comportarnos como Ciudadanos Dignos y Libres, realizando así la transformación, un salto hacia otra jerarquía de coherencia y de respeto por la esencia de la Vida, como así lo acogen e integran como fundamento los Proyectos de Ley que buscan despenalizar el autocultivo de cannabis, ingresados a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y a la Comisión de Constitución del Senado de la República.
Estamos dispuestos a continuar asumiendo el privilegio de pagar los costos de esta osadía, pues nos resulta insostenible continuar pagando el costo que significa hacernos cómplices de la hipocresía, tranzar con nuestra Dignidad, y mantener clandestina nuestra Esencia.